Un grupo de reclutas de la Real Fuerza
Aérea de España está a punto de realizar su primer salto en paracaídas. Entre ellos, Paco Marchena, el hijo del juez que juzga al Juez Baltasar Garzón.
El
avión decola, cobra altura y poco antes de llegar al sitio del salto, el
sargento da las últimas instrucciones:
-Recordad: saltad, contad hasta diez y
tirad de la manilla. Si veis que el paracaídas principal no se abre, adelante
está la manilla del de emergencia; tirad de ahí y listo.
Una vez en tierra,
vais a encontrar camiones que os van a llevar de regreso al cuartel.
¡¿Comprendido!?
-¡Sí, mi sargento! -gritan todos. Y
comienzan a tirarse del avión.
Así se llega al último de los reclutas, Paco Marchena, que es
originario de una región del noroeste de España.
El soldado salta, cuenta hasta
diez y tira de la manilla del paracaídas principal, que, para su sorpresa, no
se abre.
Marchena recuerda el recurso del paracaídas de emergencia, tira de la manilla y
¡tampoco se abre!
Y en plena caída libre y el soldado grita desaforado:
-¡Coño con mi suerte! ahora seguro que cuando llegue
abajo ¡¡¡tampoco estarán los camiones aguardándonos!!!