viernes, enero 27, 2012

Paréntesis: Humor, con el lazarillo del ciego - Humour, avec les aveugles voir des yeux


Dos amigos están en la plaza Retiro con sus respectivos perros. Uno de ellos tiene un dóberman y el otro un caniche toy. El del dóberman dice:

-Che, me dio hambre. ¿Por qué no vamos a ese restorán hindú que está acá nomás?

-Estás loco... Es uno de los más caros de Buenos Aires. No van a dejarnos entrar con los perros.

-Vos dejámelo a mí.

El amigo del dóberman marcha decidido hacia el restorán, y una cuadra antes de llegar se calza un par de anteojos negros. Encara la puerta, y el maître lo detiene:

-Señor, discúlpeme, pero está prohibida la entrada con perros.

-Usted no entiende: soy ciego y éste es mi lazarillo.

-¿Un dóberman de lazarillo? Nunca lo vi...

-Ah, ¿no se enteró? Están usándolos mucho por estos días; dan muy buen resultado.

Y gracias a este argumento, el maître le franquea el acceso. 

Un minuto después llega el amigo, también con su perro y gafas ahumadas. El maître repite:

-Señor, lo siento pero está prohibido el ingreso con perros.

-Es mi lazarillo, soy no vidente...

-Señor... no le creo que su lazarillo sea ese caniche toy.

-¡¡¡¿¿¿No te creo que me dieron un caniche toy!!!???

Entradas Relacionadas