Hay un león durmiendo.
Viene un oso y, al verlo tan
dormido, tan entregado, abusa de él. (Se lo coge, por decirlo claro.)
Satisfecho, el oso emprende la huida.
Pero el león ha
despertado y lo ve escabullirse. Furioso, lo persigue.
El oso ha logrado llegar
a una cabaña. Entra. Se sienta en un cómodo sillón junto a una chimenea de
leños. Enciende una pipa.
Se pone unos lentes. Una bata, unas pantuflas y
empieza a leer The Washington Post.
Desbocado, entra el león y mira hacia uno y
otro lado.
El oso, imperturbable, sigue leyendo y fumando su pipa.
El león lo mira. Pregunta: "¿Usted vio a un oso
por aquí?".
El oso dice: "¿Qué oso? ¿El que se cogió (fuck) a un
león?".
Asombrado, el león exclama: "¡No me diga que ya
salió en The Washington Post!".