La rebaja de la calificación de Francia agrava
la crisis europea
Angel Jozami
Télam.
La pérdida de la máxima
calificación crediticia de la deuda de Francia, y la simultánea degradación de
las de España, Italia, Portugal, Chipre, Austria, Malta, Eslovaquia y
Eslovenia, sumada al fracaso de la negociación entre Grecia y sus bancos
acreedores por la quita en sus títulos soberanos, supone un agravamiento de la
crisis en Europa.
Ayer, la agencia
calificadora Standard & Poor´s anunció después del cierre de los mercados
que decidió bajar el rating de estos países, lo que no impidió que la noticia
se filtrara antes del cierre de las Bolsas y provocara su caída.
La baja de la
consideración de las deudas de los principales países de la Eurozona, a
excepción de Alemania y Holanda, es una pésima noticia para la Unión Europea
(UE), ya que la posibilidad de incrementar el fondo de rescate regional por
encima de los 500.000 millones de euros actuales, reposa en la calidad de la
deuda de esas naciones.
En diciembre, S&P ya
había avisado que estaba estudiando revisar a la baja la calificación de las
naciones que hoy fueron degradadas por la agencia y, además, del propio fondo
de rescate.
Más grave, quizá, que la
cuestión planteada desde ayer con esta rebaja de la calificación es adónde está
yendo Grecia, con su crisis de la deuda y una recesión que adquiere cada vez
más los visos de una depresión prolongada de su economía.
De un lado, la corrida
contra los bancos prosigue su marcha en medio de la falta de acuerdos para un
rescate definitivo del país que vive la mayor crisis en toda la Eurozona y en
la UE.
Desde 2009, los bancos
griegos, que están siendo sostenidos por el banco central, han perdido más del
25% de sus depósitos, con una caída del PBI de alrededor del 6% el año pasado,
una tendencia que se repetirá este año y que se cifra en un retroceso del 3%,
según el FMI.
Concretamente, la reunión
entre el primer ministro de Grecia, Lukás Papadimos, y el director del
Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Charles Dallara, que agrupa a la
gran banca internacional, terminó ayer sin ningún acuerdo sobre las condiciones
de condonación de la deuda.
Los representantes de la
banca presionan, además, para que la ley a la que se sometan los diferendos
sobre los nuevos títulos sea la británica, en tanto que los gobernantes de
Atenas pretenden, lógicamente, que se aplique la jurisdicción de su país.
Hay que recordar que el
perdón del 50% de la deuda de Grecia es un elemento fundamental del plan de
rescate anunciado en octubre pasado por el FMI, la UE y el Banco Central
Europeo (BCE), y que implica un aporte de esta "troika" de 130.000
millones de euros.
Dejando de lado la
situación griega, así como la de España e Italia, en los grandes países como
Alemania y Francia y en la Eurozona tomada como un todo, el PBI de 2011 habría
caído alrededor de un 0,4%.
Sin embargo, las
políticas de ajuste fiscal a rajatabla en todos los países, sumadas a las de
aumentos impositivos para reducir los déficits presupuestarios y dar
satisfacción a las exigencias de la banca, están profundizando las tendencias
recesivas en todo el continente.
Incluso en las naciones
de Europa del Este, o casos como los de Suecia, las economías se perjudican por
la caída de la demanda en la Eurozona que se traduce en una disminución de las
exportaciones de aquellos países hacia los que pertenecen al euro.
Con la defensa de los
intereses de los bancos que tienen sus carteras pobladas con la deuda soberana
europea, los gobiernos y la UE están empujando la economía continental a un
enfriamiento colosal.