Tras cavilar el asunto a instancias de tres correos que pidieron cuentos "subidos de tonos", resolví que voy a publicarlos los fines de semana, porque nos lo merecemos y porque no debe haber autocensura. Espero les agrade. Al que no, simplemente puede pasar por alto estas entradas "verdes".
Así que sin más trámite, vamos al primero que seleccioné:
La madre sorprende a su hijo Jaimito
cuchareando del helado que tiene en el freezer para el postre. Le dice:
- Nene, dejá ese helado en la heladera;
la cena va a estar lista dentro de un rato. ¿Por qué no vas a jugar con la
play?
- ¡Estoy aburrido de jugar con la
play! ¡Quiero comer helado!
- Bueno, entonces andá a leer un
librito...
- ¡No quiero leer ningún librito!
¡Quiero helado!
- Bueno, Jaimito... Tené paciencia.
¿Querés que mamá juegue con vos un rato hasta que esté la comida?
- Mmmm... Bueno... ¡juguemos a la mamá
y el papá!
La madre duda de la propuesta, pero
accede.
- Bueno, ¿qué querés hacer?
- Vamos al dormitorio, dale...
La madre, cada vez con más dudas, va
con el chico al cuarto. Ahí el nene le dice:
- Acostate en la cama.
La madre obedece, y cuando ve que el
chico se saca la ropa y se pone la bata del padre, pregunta alarmada:
- ¿Y ahora qué querés que haga?
- ¡Perra inútil!... ¡Levantate de la
cama, mové el culo y servile un poco de helado al pobre chico!