Cuatro hombres llegan a las puertas del cielo al mismo tiempo.
Allí, San Pedro les pregunta cuántas veces engañaron a sus respectivas esposas. El primero en responder afirma:
Allí, San Pedro les pregunta cuántas veces engañaron a sus respectivas esposas. El primero en responder afirma:
- Ninguna, Pedro: tuve un matrimonio perfecto.
- Muy bien; entonces, de ahora en más, vas a movilizarte por el Paraíso en ese Mercedes convertible.
El segundo admite:
- La verdad, Pedro: la engañé una sola vez.
Fue un momento de debilidad y...
Fue un momento de debilidad y...
- No te preocupes, hijo mío, que todos tuvimos de esos momentos.
Por haber sido tan fiel, te toca ese Lincoln Continental.
Por haber sido tan fiel, te toca ese Lincoln Continental.
El tercero confiesa:
- A vos no puedo mentirte, Pedro: habrán sido quince o veinte veces; era una época en que no estábamos bien...
- Eso no es excusa, querido. Por tus infidelidades te toca ese Fiat 600 modelo 67, que además vas a tener que arreglar.
Dirigiéndose al cuarto recién llegado que no abre la boca, San Pedro vuelve a interrogar:
- ¿Y vos: cuántas veces le fuiste infiel a tu esposa?
¿Qué te pasa que no hablás, te comieron la lengua?
¿Qué te pasa que no hablás, te comieron la lengua?
- No, Pedro; es que acabo de verla pasar montada en un monopatín...