Sin demasiados datos cuantitativos
fijan la “multitudinaria” o “masiva” protesta
Clarín y La Nación se ponen al frente de la cobertura, señalando que es la manifestación más grande contra el Gobierno desde la crisis con “el campo” en 2008. Analizan el impacto del rating.
Las “cacerolas” generan un fuerte estruendo en la agenda porteña. Los dos diarios con mayor tirada del país, con un moderado apoyo de sus colegas, ponen el énfasis en las “protestas” que se dieron lugar en la Ciudad, el Gran Buenos Aires y en varios puntos del Interior. Al expresar los motivos de los “cacerolazos” o movilizaciones presentan varios enfoques: la supuesta “re-re” de Cristina Fernández, la “inseguridad”, las “restricciones” al dólar y el rechazo a la “corrupción” –hubo consignas por el “caso Ciccone”–. El diario fundado por Noble agrega que también hubo quejas por la inflación y el reiterado uso de la cadena nacional y Ámbito, que se dieron “reclamos” por la tragedia de Once.
En un artículo sin firma que abre la sección “El País”, Clarín presenta que la “fuerte protesta” de ayer es la movilización “más importante contra el gobierno de Cristina Kirchner desde los tiempos de la batalla por la resolución 125”. Consigna que hubo una “multitud” frente en Plaza de Mayo y en la Quinta de Olivos. No arriesga con cifras exactas y sólo presenta que hubo “miles de personas”. Entre las páginas 6 y 9 presenta el cintillo: “Un reclamo masivo”.
Jaime Rosemberg escribe el artículo central de La Nación y coincide con su colega de Clarín al presentar el “cacerolazo” de ayer como la “mayor manifestación” desde la crisis del Gobierno con el campo en 2008. Igualmente se diferencia porque incluye algunas cifras: hubo “200.000 personas según la Policía Metropolitana”, aunque “expertos” consultados por el diario calcularon “entre unos 50.000 y 60.000” manifestantes. En el ristretto, los editores del diario centenario sostienen que la movilización fue “una clara señal de advertencia para el Gobierno, que por ahora tiene más efecto como catarsis social que como génesis de un auténtico cambio político”. El cintillo que recorre tres sábanas, reza: “Movilización en las calles”
Los dos matutinos más vendidos del país coinciden al remarcar que no hubo “liderazgos” concretos en la Plaza de Mayo (Clarín) ni “banderas políticas ni discursos de ocasión” (La Nación). Ambos coinciden al plantear que el pico máximo de la convocatoria, que se convocó desde las redes sociales, se dio pasadas las 20.30.
Con el valioso aporte de los amigos y colegas de:
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Página/12 desplaza su cobertura a la página 12 de “El País”. Allí, Nicolás Lantos plantea que “no hubo una consigna unificada” y describe que hubo “violencia” en las consignas contra la presidenta Cristina Fernández. Tampoco arriesga en la cantidad de asistentes porque consigna que se presentaron “miles de personas”
Como La Nación, Ámbito se anima a especular con cifras y presenta tres fuentes: afirma que hubo “100.000” manifestantes, pese a que en las redes sociales de hablaba de “200.000” y la Policía especificó que se presentaron “60.000”. Martín Torino, en El Cronista, se concentra en el “multitudinario cacerolazo”, pero sólo hablando de “miles de personas” en términos cuantitativos.
Al citar las ciudades del Interior que se sumaron a las “protestas”, mencionan que las más importantes se dieron en Córdoba (“15 mil” -Clarín- o “20 mil” -La Nación- personas), Rosario (“3 mil” -Clarín- o “4 mil” -La Nación- manifestantes) y Mendoza (“10 mil vecinos” - Clarín y La Nación-). Agregan que también hubo focos de protesta en Salta, Tucumán, Bahía Blanca, Mar del Plata, Río Negro, Neuquén, Entre Ríos, Paraná y Santa Cruz. La Nación es el único que da a conocer la supuesta cantidad de asistentes en casi todas las provincias detalladas.
En materia de medios, Clarín anota que TN fue el “primer canal que dio cuenta de la movilización”, mientras que el resto “se sumó más tarde” y “minimizó” la noticia. Desde La Nación, José Crettaz analiza como repercutió el “cacerolazo” en la televisión, en términos de edición de graphs, rating y cobertura. El Cronista se acopla dando a conocer los números concretos del “alto rating” en la TV.
Los columnistas se reúnen entre las cacerolas
En Clarín, La Nación y El Cronista sobresalen las plumas de cuatro analistas que se hacen eco de los acontecimientos que se suscitaron ayer en distintos puntos del país.
Joaquín Morales Solá cree en el diario centenario que “una parte importante de la sociedad argentina provocó anoche, quizás, el hecho de rebeldía más importante de la era cristinista”. Distingue que la “primavera libertaria” convocada desde las redes sociales fue “anárquica, heterogénea, inorgánica y acéfala de conducción” y añade que Cristina Fernández presentó una “estafa electoral” porque dijo que “iría por todo” durante su campaña, sin que ese slogan tenga el tinte “autoritario” de hoy en día. Julio Blanck, desde Clarín, presenta una posible salida del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, porque la Presidenta cree le “‘espantó a la clase media’” con sus medidas cambiarias. Incluso especula con su reemplazante: María Siomara Ayerán, la titular de la Aduana.
En su espacio “Del editor al lector”, Ricardo Kirschbaum (Clarín) se sorprende por “el fenómeno de la movilización” a través de las redes sociales. Además, expresa que ayer se mostró el efecto de la ley de Medios, “la que supuestamente fue creada para la ‘multiplicidad’ y la ‘diversidad’ de voces”, porque los medios oficialistas “ignoraron la protesta”. Mientras que Fernando González, el director periodístico de El Cronista, invita a Cristina Fernández y a sus colaboradores a que “escuchen, evalúen, reflexiones y corrijan errores que puedan estar cometiendo”. Pese a todo, aclara que los “cacerolazos” no se dieron en la “mayoría del país”.
La Corte ratificó el orden de la grilla televisiva
Todos los diarios menos La Nación informan que la Corte Suprema desestimó un reclamo iniciado por Multicanal S.A. en 2008, que se pronunció en contra del ordenamiento de la grilla televisiva impuesto por el Comfer, al considerarlo “inoficioso”. Explican que el máximo tribunal indicó que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual promulgada poco tiempo después del reclamo, ya establece precisiones al respecto. Página/12 es el único que estampa el asunto en su portada. Además, Ámbito recuerda el orden de la grilla y señala que Cablevisión y DirecTV son los únicos que no la cumplen; y El Cronista anticipa que desde el Grupo Clarín afirmaron que “no la cambiarán” porque la Corte no se expidió. Clarín apunta la noticia en un ínfimo recuadro ubicado en el segmento de Medios, de la sección “Sociedad”.
La agenda de la Presidenta
Por tercer día consecutivo, Cristina Fernández ostenta una presencia distinguida en la cartelera porteña. Luego de encabezar un acto en La Matanza el martes –que impactó al día siguiente en la agenda– y de anunciar un incremento en la Asignación Universal por Hijo, que lo llevó a ser la gran protagonista mediática de ayer, la Presidenta renueva su crédito mediático por su presencia en San Juan, justo cuando comenzaban a gestarse los primeros signos de la protesta.
Todos los matutinos coinciden en amplificar una definición de la mandataria: “Yo nerviosa no me voy a poner, que se queden tranquilos” –en referencia a quienes la “critican”–. Clarín, La Nación y El Cronista jerarquizan esas palabras en sus respectivas primeras planas.
En otro artículo que no lleva firma, Clarín presenta a una Jefa de Estado que “defendió su gestión” y que recibió el “empuje” del gobernador Luis Gioja para una posible “re-re”. Con el mismo tono que su colega, La Nación agrega que sin referirse a los “cacerolazos”, cuestionó a los opositores: “‘Contra la cadena nacional del pesimismo, estamos millones de argentinos que creemos en este proyecto’”.
De todos modos, el diario centenario acentúa: “El Gobierno minimizó el impacto político”. Según Mariana Verón, la Rosada cree que el “cacerolazo” se concentró “en los centros urbanos que mayoritariamente no votan al kirchnerismo”. Describe que hubo “silencio” entre los funcionarios y que el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, fueron los únicos que “trasnocharon” en la Casa de Gobierno, monitoreando los datos acerca de la cantidad de manifestantes. En menor medida se suman Clarín (“silencio oficial”) y El Cronista (“preocupación” en la Rosada).
Entre los financieros, Ámbito realza que la Jefa de Estada pareció responder en forma “elíptica” a la marcha contra su Gobierno, al afirmar que no se va a poner “nerviosa”. Para El Cronista, Cristina Fernández “pidió la re-re” en el mismo momento en que los manifestantes “golpeaban con fuerza” sus cacerolas.
Por último, Página/12 se despega de las miradas de sus colegas, que editan la presencia de la mandataria en San Juan dentro de las nota vinculadas a las “protestas”. En su lugar, prefiere enfatizar que reivindicó el voto a partir de los 16 años y que pidió el acompañamiento de las provincias.