sábado, septiembre 01, 2012

La doble moral de EE.UU. en su papel imperial (parte 3) - le double moral États-Unis son rôle dans la impérial (partie 3)


Se acusa a la CIA de haber secuestrado y trasladado a Egipto al imán de Milán y supuesto terrorista, Hassan Mustafá Osama Nasr, también conocido como Abu Omar, y haberlo torturado y abusado. Hassan Nasr fue liberado por la justicia egipcia en febrero de 2007, que consideró su detención "injustificada", pues no había sido procesado por ningún supuesto crimen en Italia. Finalmente, 26 estadounidenses han sido acusados y sus juicios están aún pendientes.

En Tailandia, la Voz de América, una estación de radio que transmite en Udon Thani, una ciudad de la región de Tailandia del Nordesste, ha sido sindicada como un centro clandestino de detención. El ex Primer Ministro Thaksin Shinawatra ha negado esta información.

En Afganistán, la Base aérea de Bagram fue inicialmente alojada en una fábrica abandonada fuera de Kabul conocida como la "Salt Pilt", pero, más tarde, la base fue trasladada poco después que un joven afgano muriera de hipotermia tras ser desnudado y dejado encadenado en el piso. Durante este periodo, hubo varios incidentes de abusos y torturas a prisioneros en Bagram, aunque estuvieron relacionados con prisioneros no secretos y no a la porción de la prisión operada por la CIA. En algún momento antes de 2005, la prisión fue nuevamente trasladada, esta vez a un lugar desconocido. Se denunció que los contenedores de metal de la base aérea de Bagram fungían como centros clandestinos de detención. Algunos detenidos de Guantánamo informan haber sido torturados en una prisión que llamaban "la prisión oscura", también en las cercanías de Kabul. También en Afganistán, Jalalabad y Asadabad han sido denunciadas como lugares sospechosos de ser centros de detención.

En Iraq, se reveló que Abu Gharib funcionaba como un centro clandestino de detención y que era el centro de un gran escándalo de abuso a prisioneros. Además, se denunciaron al campo Bucca (cerca de Umm Qasr) y al campo Cropper (cerca del aeropuerto internacional de Bagdad).

El periódico israelí Haaretz denunció que la prisión de Aj Jafr en Jordania funcionaba como un centro clandestino de detención. También se ha informado de centros de detención en Alizai, Kohat y Peshawar en Pakistán. El periódico egipcio Al-Ahram denunció en diciembre de 2001 que 275 prisioneros, acusados de ingresar ilegalmente a Pakistán, eran interrogados por agentes del FBI y de la CIA en la prisión de Kohat, sosteniendo que mientras los talibán pakistaníes estaban siendo interrogados por la agencia de inteligencia pakistaní, los árabes estaban "a la merced del FBI y de la CIA." Se ha informado de algunos centros clandestinos de detención en Egipto, Libia y Marruecos, así como en Yibuti. El centro de interrogación de al-Tamara, a diez kilómetros a las afueras de la capital marroquí de Rabat, es citado como uno de estos centros.

La base naval estadounidense en Diego García es citada como un centro clandestino de detención, aunque en un inicio los oficiales estadounidenses y británicos intentaron eliminar estos informes. No obstante, desde entonces la revista Time ha revelado por una fuente de un "alto oficial estadounidense" que la isla británica era de hecho utilizada como una prisión secreta para los detenidos de la “Guerra contra el terrorismo”.

Si bien se esperaba que la revelación causara molestia considerable a ambos gobiernos, los oficiales británicos podrían enfrentar una exposición considerable debido a que habían sofocado las protestas públicas sobre los abusos cometidos contra los detenidos estadounidenses asegurando falsamente a la opinión pública que ningún campo de detención estadounidense era alojado en alguna base o territorio británico. El Reino Unido podría, asimismo, enfrentar responsabilidades frente a aparentes violaciones de tratados internacionales.

Varios países europeos (particularmente los ex satélites y repúblicas soviéticas) han sido acusados de alojar centros clandestinos de detención: la República Checa, Alemania, Hungría, Polonia, Rumanía, Armenia, Georgia, Letonia, Bulgaria, Azerbaiyán y Kazajistán. El ministro del interior de Rumanía, Vasile Blaga ha asegurado a la Unión Europea que el aeropuerto internacional Mihail Kogălniceanu fue utilizado solo como punto de abastecimiento para equipos y nunca como centro de detención, aunque existen informes que sostienen lo contrario. Un fax interceptado por el sistema suizo de interceptación Onyx procedente del Ministro de Relaciones Exteriores egipcio y dirigido a su embajada en Londres afirma que 23 prisioneros fueron clandestinamente interrogados por estadounidenses en la base En 2007, Dick Marty reveló que la CIA supuestamente tenía prisiones secretas en Polonia y Rumania.

Hay otros lugares citados en Ucrania, que niega albergar tales centros de detención, y en la República de Macedonia.

Cárceles flotantes de la CIA

La nave de guerra estadounidense USS Bataan. Por definición como una nave militar de Estados Unidos, no es técnicamente un "centro clandestino de detención" según la definición que se ha utilizado; sin embargo, se ha utilizado por los militares estadounidenses como un centro temporal de interrogación inicial (después del cual, los prisioneros eran transferidos a otras instalaciones, posiblemente incluyendo los centros clandestinos de detención). En los vuelos secretos de la CIA estuvieron involucrados los aviones

• Aeronave N221SG, un Learjet 35.

• Aeronave N44982, un Gulfstream V (también conocido como N379P) • Aeronave N8068V, un Gulfstream V



• Aeronave N4476S, un Boeing Business Jet

Estas aeronaves también albergaban prisioneros para ser sometidos a crueles interrogatorios.

El 31 de mayo de 2008, el periódico The Guardian de Inglaterra, informó que el grupo pro-derechos humanos Reprieve afirmó que hasta 17 navíos estadounidenses habrían sido usados para mantener encubiertamente a cautivos. Adicionalmente al navío estadounidense Bataan, The Guardian mencionó al: USS Peleliu, USS Ashland, USNS Stockham, USNS Watson, USNS Watkins, USNS Sister, USNS Charlton, USNS Pomeroy, USNS Red Cloud, USNS Soderman, USNS Dahl; MV PFC William B Baugh, MV Alex Bonnyman, MV Franklin J Phillips, MV Louis J Huage Jr y al MV James Anderson Jr. El Ashland estaba estacionado en las costas de Somalia en 2007, por lo que Reprieve mostró su preocupación de que hubiera sido usado como un navío receptor de más de cien presos capturados en el este africano.


El 19 de mayo de 2006, el Comité de la ONU contra la Tortura (el organismo de la ONU que vigila el cumplimiento de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, el tratado mundial anti-tortura) recomendó que los Estados Unidos dejaran de recluir a detenidos en prisiones secretas y detenga la práctica de entregar prisioneros a países donde es probable que sean torturados. La decisión fue tomada en Ginebra luego de dos días de audiencias, en las cuales una delegación estadounidense de 26 miembros defendió las prácticas.

Al referirse a esas infamias imperiales, Ignacio Ramonet de Le Monde Diplomatique decía: “¿Indecencia? ¿Cinismo? ¿Perversión? ¿Cómo calificar la actitud de los Gobiernos europeos, sorprendidos en flagrante delito de complicidad con servicios de inteligencia extranjeros en el secuestro clandestino de decenas de sospechosos arrastrados hacia prisiones secretas y entregados a la tortura? ¿Podemos imaginar más flagrante violación de los derechos de la persona humana, cometida por Estados que no dejan de pregonar su apego a la ley?

Dos acontecimientos recientes son testimonio de la esquizofrenia reinante. En primer lugar, en París, la solemne firma, por la mayor parte de los Gobiernos europeos, de la Convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra las "desapariciones forzadas", que criminaliza el uso de las prisiones secretas. Y luego, en el Parlamento Europeo de Estrasburgo, la aprobación de un informe que acusa a esos mismos Gobiernos de complicidad con la Central Intelligence Agency (CIA) estadounidense, en operaciones de secuestros clandestinos. Según ese informe, entre 2001 y 2005, los aviones de la CIA hicieron no menos de 1.245 escalas en aeropuertos europeos, llevando con frecuencia a bordo a sospechosos víctimas de "desapariciones forzadas", conducidos clandestinamente hacia la cárcel ilegal de Guantánamo o hacia prisiones de países cómplices (Egipto o Marruecos), donde la tortura es una práctica habitual.

Desde entonces es evidente que los Gobiernos europeos no ignoran nada acerca de la naturaleza criminal de esos vuelos secretos. Por otra parte, algunos de ellos no se limitaron solamente a cerrar los ojos. Polonia y Rumanía, por ejemplo, son particularmente sospechosos de haber organizado en su territorio "pequeños Guantánamos" donde eran encarceladas, a la espera de su traslado definitivo, personas secuestradas en Pakistán, Afganistán u otros lugares.

Se presume que el Gobierno británico participó en el secuestro de sospechosos y en su maltrato. Lo mismo que los Gobiernos sueco y austríaco. En cuanto a las autoridades alemanas, se las acusa, entre otras cosas, de "no haber ignorado" el secuestro de uno de sus residentes, de origen libanés, Jaled El-Masri, que fue trasladado a Afganistán y torturado. Los servicios secretos italianos, por su parte, están acusados de haber ayudado a agentes de la CIA a secuestrar clandestinamente en Milán al imán Osama Mustafá Hasan Naser, llamado "Abu Omar", y de trasladarlo a Egipto, a un calabozo de la prisión Al Tora, en el sur de El Cairo, donde habría de ser torturado y violado.

Queda claro que esta masiva violación de los derechos humanos no pudo perpetrarse sin que los servicios del Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, así como los de su colaborador, el coordinador europeo de la lucha antiterrorista, Giis de Vries, hayan tenido conocimiento. De Vries, en un gesto elocuente, optó por renunciar a su cargo: "Los Estados democráticos -advirtió- deben librar su combate antiterrorista en el marco del respeto de las leyes (...). La acumulación de malos tratos en Abu Ghraib, los abusos de Guantánamo y los secuestros de la CIA han socavado la credibilidad de Estados Unidos y de Europa" Dirigentes o ejecutores, todos aquellos que han participado en esos secuestros deben temer a la justicia. Y meditar sobre el destino de la llamada "Isabelita Perón", ex presidenta de Argentina, un país donde en nombre del antiterrorismo las autoridades practicaron masivamente secuestros políticos durante las dictaduras.

El mundo no acaba de asombrarse de la doble moral de Estados Unidos que, convertido en gendarme universal, no vacila en las prácticas más aberrantes de violaciones a los derechos humanos, de violaciones a la Convención de Ginebra y del Tratado mundial contra la tortura, tratos crueles y degradantes e inhumanos, mientras se muestra en la propaganda como un adalid de la defensa y práctica de los derechos humanos, libertades públicas y democracias.

Al imperio del terror no le importa sembrar el terror en sus correrías depredadoras por la faz de la tierra y tampoco le importa ser un criminal de guerra o cometer crímenes de lesa humanidad y genocidios. La barbarie imperial está presente, pero puede y debe ser derrotada, si se quiere la supervivencia de la especie humana y el mínimo respeto a la dignidad de personas, pueblos, naciones y Estados.

Cispal
Ceprid
Fuente: http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1488

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