Unos 300 mercenarios del
Mossad están operando actualmente en Túnez, con la misión de monitorear la
situación operativa en varios países de la región, particularmente en Qatar,
Arabia Saudí,Túnez, Libia y Argelia.
Mas no se encuentra solo
en este empeño, pues una estación CIA se halla allí, sumamente activa y con
gran capacidad de maniobrabilidad.
La misiones de estos
servicios son variadas. No se dedican solamente al espionaje puramente dicho,
es decir, a la obtención de información. Por un lado, además de la tradicional
vigilancia activa a las fuerzas que, potencialmente, pudieran estar ayudando a
Irán y Siria, se dedican a elaborar perfiles de eventuales enemigos,
evaluaciones de escenarios hostiles, estudios de grupos y etnias, así como
cualquier señal adversa contra Israel y Estados Unidos. Otro de sus objetivos
es desgajar cualquier asomo de un resurgimiento de las “Primaveras Árabes” en
la región, evitando la pérdida de su hegemonismo en la misma. Pero su centro de
atención principal son Irán, Siria, Hamas y Hezbollah.
El Mossad se encuentra en
estos momentos adiestrando a los servicios de espionaje y represión de varias
de estas naciones, así como garantizando el libre flujo de armamento
sofisticado hacia las fuerzas armadas de los mismos y las fuerzas irregulares
bajo su supervisión. Entrena en el manejo de ese armamento, capacita en
técnicas de guerra irregular y prepara agentes de penetración. Ha logrado, de
hecho, un nivel tal de cooperación con varios gobiernos árabes que se llega a
encontrar abiertamente oficinas oficiales del Mossad y no las acostumbradas y
escondidas casa de seguridad, rodeadas de una gran compartimentación.
El actual panorama de la
guerra sucia en la región tiene dos caras. Una, la batalla política y
diplomática. La otra, el espionaje y el contraespionaje. Por un lado, en la
palestra pública, Estados Unidos, Israel, Arabia Saudita, Alemania, Francia,
así como otros miembros de la Unión Europea y de la Liga Árabe, aisladamente o
buscando alianzas como la OTAN y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Otros protagonistas de contención a la impunidad son Rusia y China, así como la
presión de varios países an la arena internacional, principalmente dentro de la
ONU.
A la actividad de la CIA,
del Mossad, del MI5, también se ha sumado el Servicio de Inteligencia Federal
alemán (BND), quienes han recurrido a su eterno aliado y peón para trabajos
sucios, Al Qaeda, para desarrollar una guerra total en Siria, empleando el ya
probado y exitoso modelo intervencionista empleado en Libia.
Enfatizaba al inicio de
este trabajo que la labor de los servicios de inteligencia occidentales no se
limitan solo a la búsqueda de información, sino han prorizado en su agenda la
eliminación física selectiva de personalidades gubernamentales, periodistas,
científicos, ya aplicados en Irak e Irán y que, supuestamente, tienen en su
agenda para Venezuela. Para ello emplean precisamente a mercenarios, miembros
de Al Qaeda y del Ejército Libre de Siria, debidamente entrenados en los
diversos campamentos que tienen en la región. Un cálculo no especulativo señala
que existen, al menos, 15 000 de estos operativos en activo en la actualidad.
Me refiero a personal especializado y no a simples combatientes de fila.
Fueron este tipo de
asesinos los empleados contra los científicos iraníes, contra periodistas y
militares en Siria y en los atentados similares a los realizados contra el
Cuartel general de la Seguridad Nacional de Siria, el pasado 18 de julio,
dirigido a desaparecer, selectivamente a altos mandos de los cuerpos de
seguridad de Bashar Al Assad, tales como Dawoud Rajiha, Assef Shawkat, Hassan
Turkmani, entre otros. De esta forma selectiva fueron brutalmente eliminados
Maher Al-Assad, varios generales y altos mandos de tropas.
Un elemento crucial,
sostén de las batallas diplomáticas y las acciones de sabotaje u espionaje, lo
ha sido el sostén mediático empleado por los enemigos de Siria e Irán. Todo un
conglomerado de agencias noticiosas y monopolios de la información actúan en
común acuerdo con los desempeños políticos y militares de las fuerzas
antisirias y antiraníes. Desde el bloqueo impuesto por la Organización de
Comunicación Satelital Árabe (Arabsat) y Nilesat a los medios sirios, hasta la
labor desinformativa de los principales medios norteamericanos, europeos y
árabes, donde se destacan Al Jazeera, CNN, Fox News y France 24, hasta la desinformación
en Internet por medio de dudosas ONGs, todo está encaminado a desvirtuar la
verdadera realidad y a satanizar al gobierno sirio y a la República Islámica de
Irán.
Un ejemplo de esa
manipulación mediática apareció hoy divulgado por la agencia EFE en el diario
español ABC, con un macabro titular que reza: “El régimen sirio ejecuta a 80
personas en ofensiva contra Damasco”.
Dentro de esta
manipulación está la injustificada alusión de que el gobierno sirio podría
emplear armas químicas o de Destrución masiva (DAM), argumento que sirvió de
base para la criminal intervención en Irak. El prepotente Obama amenazó con
intervenir directamente en el conflicto si esto sucediera, abriendo el paso, de
manera manipulada, a una intervención directa de EE UU y la OTAN en Siria.
Hollande y Cameron, es decir, Francia y el Reino Unido ya definieron su psición
de apoyo a los terroristas y por una salida inmediata de Bashar Al Assad.
Mientras tanto, el
teniente general Benny Gantz, jefe del estado mayor del ejército israelí,
enecendió aún más las tensiones al declarar, refiriéndose a Irán: “Aquellos que
creen poder erradicar a Israel y tomen decisiones en ese sentido deberán hacer
frente a la potencia militar del ejército israelí”.
Y para agudizar aún más
la tensa situación, no es extraña la aparición de un vocero de la ONU, Jeffrey
Feltman, actual subsecretario para los Asuntos Políticos de la ONU y anterior
subsecretario de Estados Unidos para Medio Oriente, quien lanzó la acusación de
que Irán está enviando enormes cantidades de armas al gobierno de Siria.
Como pueden ver mis
amigos lectores, esta guerra sucia, aderezada con manipulaciones,
conspiraciones, atentados, asesinatos y amenazas, indica que esta caldeada
situación está a punto de reventar. Otra vez la Paz tiembla en el regazo
olvidado de cualquier hogar sirio, iraní o hebreo, mientras los tambores de la
guerra hacen un ruido estridente y amenazante.