Un hombre, de nombre Manolo, ha tenido mucha mala suerte en los negocios. Desesperado, y necesitado de 10.000 euros para saldar una cuenta, decide secuestrar a un chico y pedir rescate.
Va a una plaza de su pueblo en Galicia, toma al primer niño que encuentra, y le grita:
Va a una plaza de su pueblo en Galicia, toma al primer niño que encuentra, y le grita:
-¡Estás secuestrado!
Acto seguido, escribe una nota en la que dice: «Señor padre: he secuestrado a su hijo. Mañana a las 10 deje una bolsa de papel debajo del castaño de la Plaza Mayor, con 10.000 euros adentro. Firmado: un gallego».
El hombre le abrocha la nota al chico a la camisa con un alfiler, y lo manda a su casa.
Al otro día, va a la Plaza Mayor, y encuentra una bolsa de papel madera con 10.000 euros, y una nota que dice: «¿Cómo pudiste hacerle una cosa así a un connacional?».
El hombre le abrocha la nota al chico a la camisa con un alfiler, y lo manda a su casa.
Al otro día, va a la Plaza Mayor, y encuentra una bolsa de papel madera con 10.000 euros, y una nota que dice: «¿Cómo pudiste hacerle una cosa así a un connacional?».