LA LUCHA ELECTORAL

El más amplio, involucrante de una verdadera alianza no ya de orden interno, sino en vista a la lucha nacional antimperialista: "obreros, empleados, campesinos, profesionales, artistas, intelectuales asalariados, pequeños comerciantes, industriales y agricultores", contra "latifundistas, hacendados, industriales, comerciantes, banqueros, rentistas y todas las variedades del gran capitalismo nacional y extranjero, con profundas raíces imperialistas" (declaración de principios del Partido Laborista, octubre, 1945).
O SEA YA, LA NOMENCLATURA DEFINITIVA DEL ENFRENTAMIENTO: PUEBLO CONTRA OLIGARQUIA.
Lo había dicho Forja: "En el debate planteado en el seno de la opinión está perfectamente deslindado el campo entre la oligarquía y el pueblo" (Junta Nacional, octubre 17, 1945).
El jefe de las masas había calado en profundidad todo lo esencial que estaba en juego y sus consignas llegaban a la conciencia del pueblo: "El enfrentamiento se da entre la justicia social y la injusticia social. Ouiero... dirigirme a los hombres de buena voluntad que aún no han comprendido lo esencial de la Revolución Social", y luego, lapidario el llamamiento: "Hermanos: con pensamiento criollo, sentimiento criollo, y valor criollo, estamos abriendo el surco y sembrando la semilla de una patria libre, que no admite regateos de su soberanía, y de unos ciudadanos libres que sólo lo sean políticamente, sino que tampoco vivan esclavizados por el patrono. Síguenos: tu causa es nuestra causa; nuestro objetivo se confunde con tu propia aspiración, pues sólo queremos que nuestra patria sea socialmente justa y políticamente soberana" (Perón, Discurso de proclamación de la fórmula, 12 de febrero, 1946).
Las consignas a medida que se acercaba la fecha de los comicios (24 de febrero, 1946) se hicieron dramáticas: "No concurran a ninguna fiesta a que inviten los patrones el día 23; quédense en casa y el día 24 bien temprano, tomen las medidas para llegar a la mesa en que han de votar. Si el patrón de la estancia, como lo han prometido algunos, cierra la tranquera con candado, ¡rompa el candado o la tranquera, o corte el alambrado y pase a cumplir con la patria!" (Discurso de clausura, febrero 22, 1946).
El 24 de febrero de 1946, los humildes, la clase trabajadora, el pueblo argentino en su conjunto, que había perdido a su caudillo y al movimiento nacional que lo representara, se reencuentra con su destino:
Perón-Quijano: 1.527.231 votos contra 1.207.155 de la fórmula Tamborini-Mosca.
Era ahora sí, "todo el poder para el pueblo".
Fin.-
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Era ahora sí, "todo el poder para el pueblo".
Fin.-