martes, mayo 07, 2013

#EvaPeron94Años Evita, CFK...el Peronismo y la esencia - Péronisme et l'essence



 La esencia de un movimiento que enamora
  
En estos tiempos y en este tercer mandato debe aflorar la construcción popular para generar la base de la transformación donde se debe recostar la presidenta. Si la verticalidad del peronismo es un ida y vuelta significa que hay unidad de concepción y lealtad. Esta es la etapa kirchnerista del peronismo.

El peronismo eleva la categoría Nación a la categoría de un valor esencial, no único, porque eso sería transformar a la doctrina justicialista en una doctrina nacionalista. Y los peronistas son nacionales. No son nacionalistas en el sentido vulgar que tiene el término porque, justamente, creen que es posible delinear un proyecto que abarque al conjunto de la sociedad, a todos sus estratos y clases. Es posible armonizar los intereses, a veces antagónicos, tanto sociales como políticos y económicos, en un Proyecto Nacional. Por eso es esa lucha, nada más y nada menos. Es la gran diferencia que el peronismo marca con las ideologías liberales y las marxistas. Entonces el concepto de lo humano, de lo nacional, de lo social, es el armazón donde se erige la esencia doctrinaria y filosófica de este Movimiento.
Pero claro, el peronismo tiene que asumir que entre tantas cosas que se destrozaron en los noventa, en la década funesta, una de ellas fue esa esencia de la doctrina justicialista. Hoy hay muchos de los cómplices del desguace de la Argentina, que estando en la vereda de la oposición, dicen que son peronistas. Aunque se entienda que ellos no responden al movimiento con su accionar y sus palabras simbólicamente, la sociedad los enmarca dentro del peronismo; entonces es necesario hacer la distinción para los peronistas afines al gobierno nacional, que son kirchneristas.
Ya lo dice el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires: “Si sos kircherista, sos peronista”, aclara Gabriel Mariotto y asegura: “El peronismo de este tiempo tiene el mismo ser y profesa la misma sensibilidad con el estilo de esta época”.
Hoy se rescatan y ponen en valor las banderas eternas del peronismo; la Justicia Social se ve en la Asignación Universal por Hijo, en las netboock para las chicas y chicos, en la estatización de las AFJP que permitió que los jubilados tengan dos aumentos por año y que los trabajadores que no estaban en condiciones pudieran regularizarse para jubilarse y tener una vejez digna; hoy, los trabajadores han vuelto a tener paritarias. La Independencia Económica está implícita en que el pago de la Deuda al FMI, que permite no depender más de ese organismo y que se puedan aplicar las políticas económicas que necesita y sustenta el Pueblo argentino, en el marco regional que también las requiere; actualmente el mundo en crisis le está dando la razón al gobierno kirchnerista. Este gobierno, ahora, dialoga verdaderamente con los países del MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC, y no ficticiamente como en la década del noventa, cuando hacían que se dialogaba con los países del Primer Mundo mientras llevaban a la Argentina a la destrucción casi total.
Por último, la Soberanía Política hoy está enmarcada en no estar pendientes de los aprietes de los monopolios de la información y de los grupos económicos concentrados que sometieron a los gobiernos a ser simples administradores de crisis; por fin, al revindicarse la política, el Estado, representado por el Poder Ejecutivo en manos de la presidenta Cristina Fernández, no sólo administra, sino que también gobierna.
El desafío de este tercer mandato es, fundamentalmente, “romper paradigmas, es generar algo nuevo en una instancia establecida”. Claro, es lo que hizo Kirchner desde el primer día, es lo que Cristina sigue haciendo. Cuando Kirchner eligió no ser empleado de las corporaciones profundiza rompiendo un paradigma, cuando Kirchner definió que no es él el candidato a presidente y que es Cristina, “profundiza rompiendo otro paradigma”, afirma el diputado provincial José Ottavis, quien además agrega: “Hoy tenemos la oportunidad histórica de hacer que Cristina sea la mejor presidenta, la mejor estadista de nuestra historia. Y para eso nosotros tenemos que ser el mejor Pueblo, la Comunidad Organizada, comprometida políticamente; nosotros tenemos que ser el mejor espacio juvenil como caja de resonancia de los problemas sociales que se deben transformar en políticas públicas. 
Todo eso significa que la Juventud de ahora tiene y debe ser mejor que la juventud de antes, y que Cristina debe ser mejor que Perón, que Evita y que Néstor”.

Celeste Massera. Revista El Aluvión

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