Entrevista a Patricio Herman,
presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad
“WikiLeaks documentó que Chile es una
mascota bien domesticada por Estados Unidos”
En entrevista con Clarín.Chile Patricio
Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, denuncia: “ El drama
de Chile es que las instituciones del Estado no funcionan, porque hay una
asociación pública-privada para que los grandes actores del mercado siempre
saquen ventajas.
Lo peor es que también ocurrió en el pasado reciente con los 4
gobiernos de la Concertación, quienes actuaron como los mejores capataces de la
derecha económica. Estados Unidos no necesita entrometerse mayormente en los
asuntos internos de Chile, ya que hace rato somos una mascota bien domesticada
por Washington DC”
MC.- ¿Cuál fue el principal aporte de
WikiLeaks en el capítulo Chile ?
PH.- En primer lugar permitió
desenmascarar, por lo tanto confirmar, el actuar torvo e hipócrita de las más
altas autoridades del país. Enseguida, dejó de manifiesto como la prensa
hegemónica se encarga de desinformar a la opinión pública, minimizando la gravedad
de los hechos develados en esos cables diplomáticos. Y también como los entes
públicos, llamados por ley a fiscalizar las malas prácticas de los agentes del
Estado, simplemente optan por mantener un silencio cómplice, evitando iniciar
las investigaciones de rigor.
Hay que consignar que el medio de
prensa representante de WikiLeaks en Chile es Ciperchile.cl , medio
absolutamente comprometido con la verdad y con la libertad de expresión, y
único que realiza investigación periodística al estilo de los países
desarrollados. Su alta credibilidad se debe al rigor profesional de sus
colaboradores y a la guía experta de su directora Mónica González. Esa es la
razón por la cual fue seleccionado por WikiLeaks.
Ciperchile.cl recibió aproximadamente
1.600 cables y publicó reportajes muy acabados sobre unos 20 casos, asociados a
unos 45 cables, todos los cuales contenían informaciones acreditadas y en
general tuvieron una pobre difusión por parte de los otros medios de prensa.
Hace algunos días se publicó esta
interesante documentación demostrativa de cómo el mundo está siendo vigilado
por quienes detectan el poder:
http://ciperchile.cl/2011/12/02/el-ultimo-golpe-de-wikileaks-mapa-identifica-a-las-empresas-que-tienen-al-mundo-bajo-vigilancia/
MC.- El periódico La Jornada de
México publicó en exclusiva los cables de WikiLeaks ; en España lo hizo El País
; en Francia Le Monde ; en Estados Unidos The New York Times ; en Inglaterra
The Guardian ; en Alemania Der Spiegel ; ¿con qué filtro de la prensa
tradicional chilena se “difundió” y “analizó” la información de WikiLeaks ?
PH.- En nuestro país hay un control
de las noticias y opiniones que podrían incomodar al establishment y en tal
sentido los dos consorcios periodísticos que dominan el mercado (El Mercurio
& La Tercera), ejercen muy eficientemente esa labor que restringe la libre
circulación de las ideas e informaciones. Esta limitación o censura se disfraza
con el ropaje de la “prudencia y ponderación”, cuando no se omite derechamente,
y tales medios, justificando sus comportamientos, se autodefinen como “serios”,
lo cual es aceptado por un cierto porcentaje ingenuo de la población. Actúan en
definitiva como lo hace un capellán de ejército con la soldadesca,
convenciéndolos que la guerra que libran, atrocidades incluidas, cuentan con la
venia del Señor. Pero gracias a la irrupción de las redes sociales y de ciertos
medios electrónicos, la situación está cambiando y con ello la población está
cada día mejor informada, y por lo tanto más crítica.
El episodio más grave, dado a conocer
por WikiLeaks en el caso de Chile, fue la intervención del embajador de Estados
Unidos para que la empresa AES Gener pudiera construir una planta
termoeléctrica en una zona prohibida para ello. En todo caso, el hecho de que
Estados Unidos hiciera esas gestiones no sorprende a nadie, pero lo indecente
fue el actuar de nuestra servil institucionalidad, que se prestó para que se
violara, inclusive un fallo de la propia Corte Suprema de Justicia, cuyo
presidente guardó un acomodaticio silencio. Lo anterior, por cierto, fue
minimizado no sólo por esas 2 cadenas de prensa, sino también por la mayoría de
los medios, con la excepción del aludido Ciperchile y unos pocos medios
radiales y sitios electrónicos. Por su parte, los 120 diputados abandonando sus
roles de fiscalización y el Ministerio Público, brillaron por su ausencia.
Los canales de televisión, a
excepción de CNN Chile, tienden a ignorar las prácticas de corrupción de los
más importantes grupos económicos, focalizando sus noticias en delitos de
sangre y robos de poca monta. Por otro lado, el gobierno de Piñera, con la
anuencia del poder legislativo, se niega a entregar los recursos económicos
necesarios al Ministerio Público para que éste aumente su dotación de
profesionales encargados de perseguir a los delincuentes de “cuello y corbata”
y a sus cómplices insertos en el aparato del Estado. Es más, el presidente
saliente de la Corte Suprema denunció con publicidad que las leyes, cuando las
hay, no contemplan penas de relevancia para estos malhechores de alto vuelo y
cuello blanco, sin que nadie se diera por aludido, es decir, su enérgica
acusación quedó en el olvido.
El drama de nuestro país es que las
instituciones del Estado no funcionan, porque hay una asociación
pública-privada para que los grandes actores del mercado siempre saquen
ventajas. Lo peor es que esto no sucede sólo ahora con un gobierno de derecha,
sino que también ocurrió en el pasado reciente con los 4 gobiernos de la
Concertación, quienes actuaron como los mejores capataces de la derecha
económica.
MC.- Un cable de WikiLeaks documentó
la intromisión de Estados Unidos en la política interna de Chile, ¿se trata de
la excepción de la regla o la confirmación de un secreto a voces?
PH.- En efecto, la intervención en el
caso de la termoeléctrica de Campiche fue manifiesta y descarada. Pero a decir
verdad, Estados Unidos no necesita entrometerse mayormente en los asuntos
internos de Chile, ya que hace rato somos una mascota bien domesticada por
Washington DC.
Y pensar que los organismos
financieros internacionales dan crédito al discurso mendaz propalado por los
líderes de opinión y políticos de nuestro país, en orden a que Chile es una
isla en Latinoamérica en cuanto a probidad y transparencia. Todos aquellos que
conocemos los más recónditos espacios de la Administración del Estado sabemos a
ciencia cierta que la corrupción en Chile está tan generalizada como en el
resto de los países que hablan castellano y portugués. La única diferencia es
que aquí se cultiva la hipocresía en su grado máximo.
MC.- Entrando en detalles, ¿por qué
la empresa norteamericana AES Gener no podía instalar una termoeléctrica en la
Región de Valparaíso?
PH.- Porque el uso de suelo
establecido en el instrumento de planificación urbana de la comuna, como
también en el correspondiente de la región, no admitían el emplazamiento de esa
actividad de infraestructura energética, puesto que estaba reservada como área
verde, lo que era bien sabido tanto por el directorio de la empresa infractora
como por todas las autoridades competentes. Las institucionalidades
urbanísticas y ambientales nunca ejercieron sus atribuciones cautelando el
Estado de Derecho. La institucionalidad en general, está conformada por entes
de fachada, que sólo ejercen sus autoridades para establecer barreras de
entrada a los distintos y concentrados mercados que detenta la elite. Para
ésta, en cambio, las normas regulatorias no se aplican o se modifican cuando
estorban sus intereses como es el caso de la termoeléctrica aludida.
MC.- Después de la nula respuesta de
la Cancillería de Chile y de la OCDE, ¿ante qué organismo internacional
presentarán la denuncia por la injerencia norteamericana?, ¿qué instancia
podría clausurar la termoeléctrica de AES Gener?
PH.- Ya que estos dos organismos nada
han hecho para que el mercado funcione y se detengan estos abusos, esta claro
que ambos no son interlocutores válidos cuando de corrupción se trata. Pero perfectamente
podríamos recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dependiente
de la OEA, en defensa de las comunidades de la zona ya saturada de
contaminantes, en donde se está construyendo esa planta carbonífera
norteamericana.
MC.- ¿Cómo describiría las políticas
públicas en torno a la protección del medio ambiente en Chile?
PH.- En Chile todo se hace en función
del crecimiento económico, y en especial de algunos a quienes hay que
beneficiar. A pesar de que desde hace 17 años tenemos una Ley del Medio
Ambiente, las instituciones públicas recurrentemente consienten en avalar
ardides para que ésta sea vulnerada en provecho de los grandes actores del
mercado. En Chile se da una situación bastante curiosa, ya que las grandes
empresas, sobre todo las multinacionales, solo están alertas por las eventuales
críticas que puedan sufrir de la comunidad internacional, y son indiferentes a
las que puedan surgir en Chile, ya que cuentan con el apoyo de las autoridades
y sus clientes no están en el país.
MC.- ¿Cuál es la relación entre la
deforestación desmedida y la explotación de las minas ante el deterioro
ecológico que sufre la geografía y población chilena?
PH.- En la actualidad, esa relación
no está muy presente, pues la minería se desarrolla fundamentalmente en zonas
desérticas o de alta montaña, donde la presencia forestal es bastante reducida.
Antiguamente, existen testimonios de fuertes procesos de deforestación, por
ejemplo en la zona del valle de Copiapó, norte del país, debido a la corta de especies
para las fundiciones. Actualmente los perjuicios ambientales que genera la gran
minería están relacionados con el deterioro irreversible de los glaciares y de
las fuentes de agua dulce en general, en desmedro de la agricultura y de las
poblaciones locales. No hay que olvidar que, por su parte, la enorme demanda de
energía que aquella requiere para la explotación de las minas se traduce en la
construcción de centrales a carbón, que son las que mayor contaminación
producen.
MC.- Los mapuches que defienden sus
tierras ancestrales son criminalizados con la Ley Antiterrorista, ¿los
ecologistas en las ciudades reciben un trato distinto o un maltrato oficial?
PH.- A las organizaciones ecologistas
aún no se las ha perseguido con la Ley Antiterrorista, pero sí han sido objeto
de represión y descrédito público, fundamentalmente, cuando apoyan a
comunidades en conflicto con empresas forestales, o cuando denuncian hechos de
depredación y corrupción asociada. Algunos de sus dirigentes han sido
encarcelados y objeto de querellas criminales, aunque en general han logrado
ser absueltos de las acusaciones que se les han formulado. No existen
integrantes de organizaciones ecologistas que hayan sido asesinados, como si lo
han sido activistas mapuches.
MC.- ¿Cuál es la situación de los
cultivos transgénicos en perjuicio de las tradicionales semillas campesinas?
PH.- En Chile no existe obligación de
rotulación ni etiquetado de alimentos que contengan ingredientes transgénicos.
En relación cultivos de vegetales transgénicos, si bien no existe autorización
para comercializar al interior del país vegetales transgénicos, se permite el
cultivo de semillas para la exportación. Estos cultivos comenzaron en Chile el
año 1992 y desde el año 2001 existe una resolución del Servicio Agrícola y
Ganadero (SAG), que permite la internación para su propagación. En este período
se han ido aumentando las superficies de semillas transgénicas que se cultivan
en Chile llegando actualmente a ser del orden 25.000 a 30.000 hectáreas al año.
Sin embargo se desconoce la ubicación de estos semilleros, así como las medidas
de bioseguridad y fiscalización que se aplican.
Con el propósito de proteger a otros
productores de la contaminación transgénica, un grupo de organizaciones
presentó ante el Consejo de la Transparencia, organismo público recién creado a
semejanza del existente en México, un requerimiento para saber la ubicación de
estos semilleros. Este Consejo determinó que el SAG debía hacer pública esta
información. Sin embargo algunas empresas (Monsanto y Von Baer) productoras de
transgénicos recurrieron ante la Justicia para no entregar esta información, lo
cual ha sido resuelto en días pasados tal como se aprecia en:
http://www.terram.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=8903
En todo caso, los cultivos
transgénicos como el maíz representan una amenaza muy grave a las semillas
campesinas, las que corren el riesgo de perderse por contaminación.
MC .- Finalmente, ¿cómo definieron
los estatutos de la Fundación Defendamos la Ciudad?, ¿cuál es la forma más
directa para entrar en contacto con ustedes?
PH.- Disponemos del sitio
www.defendamoslaciudad.cl , nuestros correos son: patricioherman@terra.cl y
patricioherman@hotmail.com y el teléfono: (56-2) 2330321.
Nuestra fundación es políticamente
independiente y autónoma. No solicita y por lo tanto no recibe financiamiento
de nadie, justamente para no rendirle cuenta a ninguno de los eventuales
donantes. Nuestro bien más preciado es la libertad que tenemos para decir lo
que sabemos sin exagerar ni menguar nuestros dichos.
Como en general el Estado chileno no
se atreve a ejercer su rol en custodia de los marcos regulatorios existentes,
nos hemos visto impelidos a practicar, desde la sociedad civil, una necesaria
labor de fiscalización de los actos de la Administración, fundamentalmente en
los ámbitos de la Vivienda, Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas,
Participación Ciudadana, Transportes, Telecomunicaciones y Patrimonio
Histórico.
Somos absolutamente creyentes de la
democracia y propugnamos el sistema económico de libre mercado, con
instituciones públicas serias que exijan el apego a la ley, que ataquen los
monopolios, que terminen con los subsidios y franquicias tributarias a ciertos
sectores económicos porque así se distorsionan las correctas asignaciones de
recursos y que impidan el abuso de la información privilegiada, lacras que
lamentablemente existen en Chile. La desigualdad en el ingreso, tan conocida
por todos, es justamente consecuencia directa de lo anterior. Nuestros modelos
a seguir son los muy civilizados países nórdicos y nos declaramos indignados,
pero muy activos en nuestra función.