La guerra
del apartheid de Arizona contra
los Estudios México-Americanos
Roberto Rodriguez
Common Dreams
Cuando llegó el día séptimo, Dios escribió HB
[proyecto de ley, N. del T.] 2281; y descansó.
Así ven los arizonianos conservadores esa medida
claramente inconstitucional e inmoral contra el departamento de Estudios
Étnicos.
Los oponentes al departamento de Estudios
México-Americanos (MAS por sus siglas en inglés) de Tucson –que actúan como si
esa medida estatal también hubiera sido inscrita en las tablas originales que
Dios entregó a Moisés– utilizan esa lógica circular. Un juez del contencioso
administrativo, Lewis D. Koval, también intervino la semana pasada respecto al
asediado departamento de MAS, con un fallo de 37 páginas con la misma lógica
torcida. Opinó que MAS-TUSD [Distrito Escolar Unificado de Tucson, N. del T.]
no cumple con las normas y que HB 2281 es legal porque no ha sido declarado
anticonstitucional. Confirmó que el fallo puede costar a TUSD un 10% de su
presupuesto mensual estatal, totalizando hasta 15 millones de dólares por año.
Es verdad que HB 2281 no ha sido declarado anticonstitucional… solo porque la
medida aún no ha sido realmente implementada, y el litigio federal Acosta 2010
todavía no ha llegado a la etapa procesal. No solo eso, el proceso legal, como
ha sido establecido por la medida estatal, todavía no ha sido totalmente
agotado. Dentro de unos pocos días, se espera que el superintendente de las
escuelas estatales, John Huppenthal, quien hizo campaña con la promesa de
“detener la Raza”, confirme el dictamen no vinculante de Koval. TUSD puede
ahora peticionar a la Corte Superior para que rechace el dictamen de Koval,
aunque el superintendente del TUSD, John Pedicone, ya ha indicado que quiere
que el distrito cumpla con el dictamen.
En el papel, los detractores de MAS-TUSD se oponen
al departamento porque viola HB 2281, sin conocer al parecer que el único
motivo por el cual existe esta medida del Estado es porque el antiguo
superintendente de las escuelas del Estado, Tom Horne, la amañó para asegurarse
de que se considerara que el departamento no cumple con las normas, y el único
remedio fuera su eliminación. Horne, a propósito, ha afirmado desde hace tiempo
que su esfuerzo por eliminar MAS-TUSD fue inspirado por el discurso “Tengo un
Sueño” de Martin Luther King en 1963.
Bernard Lafayette Jr., un colega de Martin Luther
King Jr. [MLK], y viajero por la libertad, junto con virtualmente toda la
comunidad de derechos civiles de toda la nación, se permite discrepar de Horne.
Irónicamente, junto con la ley de Arizona SB 1070 de uso de perfil racial, su
animosidad contra MAS es lo que ha desencadenado una cantidad de odio sin
precedente contra mexicanos y mexicano-estadounidenses en este Estado, una
pista que indica que Horne no tiene derecho a invocar el nombre de MLK por
ningún motivo.
Hay solo cuatro cosas que han bloqueado el camino de
Horne: la verdad, los hechos, el Informe Cambiun independiente, solicitado por
su sucesor, John Huppenthal, y la Constitución de EE.UU.
Desde luego, tampoco nada de esto ha detenido a
Huppenthal; a pesar del informe independiente Cadmium por 100.000 dólares que
estableció que los MAS-TUSD están conforme al HB 2281, y que recomienda que
sean expandidos, se las ha arreglado para decidir que el departamento no cumple
con las normas. La decisión de Huppenthal provocó una [débil] apelación del
TUSD ante el juez Koval. Dentro de días, claro está, se espera que Huppenthal
confirme su propia decisión.
Incluso si Huppenthal confirma su propia decisión,
los tribunales todavía tienen que intervenir en el asunto. Calificar de ley HB
2281 es prematuro. El motivo por el cual Horne, quien es ahora fiscal general
del Estado, inició esa medida es que siempre ha afirmado que el fundamento
filosófico para MAS-TUSD está fuera de la Civilización Occidental. En efecto,
Horne tiene razón; MAS no se basa en la cultura greco-romana, sino en una
filosofía basada en el maíz, que tiene muchos miles de años y es indígena en
este continente. Pero Horne, junto con otros oponentes, también afirma que los
MAS no son estadounidenses. La medida estatal implica que los MAS-TUSD:
promueven el derrocamiento del gobierno de EE.UU.; que promueven el resentimiento
racial, que han sido diseñados primordialmente para un grupo
(mexicanos-estadounidenses), y que propugnan la solidaridad étnica, en lugar de
tratar a la gente como individuos (Esta última provisión es un intento aparente
de codificar el individualismo, mientras intenta destruir la cultura, que
siempre ha sido colectiva.)
El departamento fue absuelto de todas estas
acusaciones por Cambium. Insatisfecho con el informe, Huppenthal procedió a
desecharlo, afirmando, sobre la base de su propia “investigación”, que MAS-TUSD
violan tres de las cuatro provisiones, excluyendo la acusación de que promueve
el derrocamiento del gobierno de EE.UU. Al confirmar la decisión de junio de
Huppenthal, Koval, experto en la ley de alcoholes, se basó en la testigo principal
Dr. Sandra Stotzky. Esta perita, quien reconocidamente no es experta ni en
Estudios Étnicos ni Mexicanos-Americanos, en realidad no presenció nada; nunca
se presentó en una sala de clases, nunca habló con algún maestro o estudiante
de MAS. Es lo contrario de Cambium. Sin embargo en el dictamen de Koval, los
resultados de la auditoría de Cambium son minimizados, mientras se prefiere la
evaluación de Stotzky. Esto apunta a lo que ha sido provocado posteriormente:
un torrente de personas que parecen confundir la idea de que la oposición a MAS
les confiere de alguna manera un estatus de experto.
Las audiencias a las que asistí se parecieron en
mucho a una Inquisición sobre lo que es enseñanza, aprendizaje y pensamiento
aceptable y permisible. Fue el epítome de intentos de control del pensamiento
dentro de un contexto cultural. La suposición es que porque Estudios
Mexicanos-Americanos es crítico, contestatario y oposicional – en su busca de
enseñar la verdad (Panche Be) – por ello es no-estadounidense. Palabras como
Raza o Chicano, refundidos con militancia por Horne, Huppenthal y Koval, con
consideradas como evidencia de esa suposición. Incluso el favorable informe
Cambium recomendó que el término Raza sea borrado del currículo. En el mejor de
los casos, el dictamen supone que el cuestionamiento de la opresión y de la
supremacía racial y la defensa de la indigeneidad, hace que los MAS sean
“racistas”, anti-estadounidenses y que crean resentimiento. Casi
indiscutiblemente, lo que generan los MAS es realmente un deseo de paz,
dignidad, igualdad y justicia.
Es posible que TUSD haya presentado en su apelación
una defensa menos que brillante, como representantes de un distrito que es de
más de un 60% mexicano-estadounidense (que se acerca a un 80% en la enseñanza
elemental). Sus abogados no cuestionaron agresivamente a los dos miembros del
consejo escolar del TUSD, Mark Stegeman y Michael Hicks, quienes nunca han
ocultado su desdén por el departamento. No cuestionaron agresivamente a nadie.
Peor todavía, podrían haber convertido el informe Cambium en el centro de su
apelación, pero no lo hicieron. Ni uno solo de las docenas de académicos
universitarios de Arizona que enseñan Estudios Étnicos, o que han estado dentro
de clases de MAS-TUSD, fue llamado a testificar. Nadie de la Asociación
Nacional de Académicos Chicana/Chicano o de la Asociación Nacional de
Académicos Étnicos fue llamado a testificar, a pesar de que ambas
organizaciones han confirmado su apoyo a MAS-TUSD. Es el mismo distrito,
dirigido por el superintendente Pedicone, el que ha tratado con desdén a
partidarios de los MAS, militarizando efectivamente sus reuniones del consejo
escolar, haciendo que mayores y estudiantes sean arrestados e incluso golpeados
(26 de abril y 3 de mayo de 2011), mientras proclamaba su apoyo para el
programa de los MAS.
En efecto, Koval, Huppenthal, el Estado e incluso el
TUSD contemplan permitir la enseñanza de unos MAS castrados, mediante lentes
microscópicos antisépticos, como un fenómeno del pasado, y no sacar jamás a la luz
leyes injustas y tratamiento desigual en la actualidad. Si el Estado emerge
victorioso, es concebible que la enseñanza del HB 2281 y del papel de los
estudiantes de los MAS en la defensa de su propio programa también sean
prohibidos.
El juez Koval eligió cuidadosamente pasajes de
libros, artículos (incluyendo los míos) e incluso letras de canciones e
ilustraciones y afiches, para “probar” que los MAS no cumplen con las normas.
Lo único que el juez logró probar es que los mexicanos-estadounidenses no han
aceptado sentados el robo de tierras, linchamientos, brutalidad, segregación,
leyes discriminatorias, desiguales, educación inferior, deportaciones masivas y
la deshumanización. También logró inferir que valores basados en el maíz, como
In Lack Ech (Eres mi otro ser) y Panche Be (Buscar la raíz de la verdad) son
no-estadounidenses.
A decir verdad, el departamento no debiera estar de
acuerdo con las normas de una ley claramente inmoral e inconstitucional, cuyo
objetivo primordial parece ser un retorno a las políticas de asimilación
forzosa de los años cincuenta. Durante la era colonial, hubiera sido
considerado una reducción – un intento de obliterar la historia, el
conocimiento, la cultura y la memoria de los pueblos indígenas. Quinientos años
después y el HB 2281 parece ser un intento de implementar la reducción final.
Sin embargo, 500 años después, el derecho
internacional está realmente de parte de los MAS: virtualmente cada tratado,
carta y convención de derechos humanos protege la cultura, la historia,
identidad, lenguaje y educación de todos los pueblos. Esas cartas de los
derechos humanos existen para impedir el genocidio cultural. Este ataque contra
los MAS es en realidad un ataque contra toda educación, no solo los Estudios
Étnicos. La noción de censura y de prohibición de la enseñanza de ciertos
materiales –convirtiendo lo que puede ser enseñado en un queso suizo– es
antitética al precepto mismo de educación.
Irónicamente, el movimiento contra los MAS tiene un
efecto opuesto no intencional; está “re-indigeneizando” a las comunidades
mexicano-estadounidenses y latinas en todo el país. La gente que antes
menospreciaba todo lo que era indio, o que lo veía como parte del pasado, ahora
comienza a comprender que el motivo por el cual se oponen ferozmente a los MAS
es precisamente por las raíces indígenas de los pueblos y sus culturas.
En Arizona, se podría considerar que este esfuerzo
por eliminar los MAS, junto con la ley anti-inmigrantes SB 1070, constituyen
una forma de Remoción de los Indios – un esfuerzo por exterminar o capturar o
poseer la mente, el cuerpo y el espíritu [de los mexicanos]. La remoción en
2012 se traduce en encarcelación masiva y deportaciones masivas a través de
medidas de perfil racial y prácticas discriminatorias. Y para los que no pueden
ser deportados o encarcelados, esto se traduce en des-indigenización,
des-mexicanización y asimilación forzosa. El Sueño Estadounidense.
Aunque el TUSD tiene la opción de apelar contra la
decisión Koval/Huppenthal ante el tribunal estatal, no existe seguridad de que
lo haga (es posible que otras partes puedan apelar en el tribunal estatal). Tal
como Horne diseñó la medida, el TUSD, con otro giro a la derecha con la adición
de otro miembro conservador del consejo escolar, puede no estar dispuesto a
arriesgar 15 millones de dólares para salvar un departamento que apenas apoya.
Su diseño tiene solo un objetivo: eliminar los MAS.
Después que los recursos legales han sido agotados
al nivel estatal, todavía queda el asunto del litigio federal Acosta: se
planifica que el 9º juez de segunda instancia de EE.UU., A. Wallace Tashima,
estatuya primero sobre un interdicto temporal y otros asuntos de procedimiento,
y luego examine la constitucionalidad de la medida.
Lo que actualmente es un obstáculo para la implementación
de HB 2281 y MAS-TUSD es el grupo estudiantil UNIDOS, Justicia Social, y
estudiantes de MECha [Movimiento Estudiantil Chican@ de Aztlán, N. del T.],
junto con los miles de partidarios, jóvenes y mayores, que han enfrentado
arrestos, el uso innecesario de fuerza y amenazas de muerte, afirmando que
nunca aceptarán HB 2281 como ley. Tienen plena consciencia de que el esfuerzo
por desmantelar el departamento, por lo que parecen ser fuerzas del apartheid,
incluido el consejo escolar TUSD, se debe, no a que esté fracasando, porque
todo lo contrario: elimina el problema de la deserción escolar. Es muy exitoso,
gradúa virtualmente 100% de sus estudiantes y envía a más de un 70% a las
universidades.
Aparentemente, eso constituye un problema y una
amenaza.
* El dictamen de Koval de 37 páginas se encuentra
en:
http://www.scribd.com/doc/76617576/ALJ-ruling-against-Ethnic-Studies-in-TUSD#fuente:facebook
Roberto Rodriguez, es profesor de la Universidad de
Arizona y miembro del Consejo Asesor Comunitario de Estudios México-Americanos.
Para contactos, escriba a:
Fuente:
http://www.commondreams.org/view/2012/01/03-5