martes, enero 10, 2012

Calor, televisión y Eduardo Galeano


Televisión
E d u a r d o  G a l e a n o
 Fragmento del libro De los Abrazos

En los veranos, la televisión uruguaya dedica largos programas a Punta del Este.
Más interesadas en las cosas que en la gente, las cámaras llegan al éxtasis cuando exhiben las casas de los ricos en vacaciones.
Estas mansiones ostentosas se parecen a los mausoleos de mármol y bronce en el cementerio de La Recoleta, que es la Punta del Este de después. Por la pantalla desfilan los elegidos y sus símbolos de poder.
El sistema, que edifica la pirámide social eligiendo al revés, recompensa a poca gente.
He aquí a los premiados: son los usureros de buenas unas y los mercaderes de buenos dientes, los políticos de creciente nariz y los doctores de espaldas de goma.
La televisión se propone adular a los que mandan en el río de la Plata, pero sin quererlo cumple una ejemplar función educativa: nos muestra las altas cumbres y en ellas delata la tilinguería y el mal gusto de los triunfantes cazadores de dinero.
Debajo de la aparente estupidez, hay verdadera estupidez.

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