EL PENTÁGONO CONCENTRA SUS FUERZAS EN
LA REGIÓN ASIA PÁCIFICO
China es el nuevo objetivo
de los EE UU
La crisis y el alto costo de las
guerras que mantiene no son las únicas causas para un cambio de la estrategia
militar de la Casa Blanca. Washington busca equilibrar las fuerzas con el gigante
asiático que cada día se arma más.
A simple vista todo parece ser
consecuencia del escaso dinero y de los altos costos de la guerra. Pero con su
cambio de estrategia militar, los Estados Unidos quieren mayor presencia en la
zona del Pacífico para contrarrestar la creciente fuerza militar de China.
Con su cambio de táctica, los Estados
Unidos se concentran en la nueva gran amenaza. Pero desde Washington se evita
pronunciar el nombre de China. Es un hecho que la potencia asiática está
ampliando su Marina en los últimos años para contener el dominio estadounidense
en el Pacífico.
El ministro de Defensa de los Estados
Unidos, Leon Panetta, dijo que su país quiere ampliar la presencia en la región
Asia Pacífico porque tiene “una importancia cada vez mayor” para su economía y
seguridad. Pero los observadores asiáticos tienen claro que el cambio de rumbo
del gobierno de Barack Obama en el Pacífico es, ante todo, para frenar el
avance del dragón chino.
Desde Pekín se percibe la nueva
situación como un desafío. “No es un paso normal”, dijo a dpa el profesor de
relaciones internacionales Shi Yinhong, de la Universidad de Pekín. Detrás del
“histórico” cambio de estrategia no está sólo el escaso dinero y los altos
costos de la guerra, sino también “el ascenso de China y de la fortaleza de su
aparato militar”.
Los nuevos planes de los Estados
Unidos se mueven hacia el este. “Creo que el gobierno chino tendrá que pensar
ahora si se enfrenta a una complicada estrategia en Asia y en la región del
Pacífico”, dijo el prestigioso profesor.
La competencia entre los Estados
Unidos y China “no tiene precedentes en la historia”, aseguró también el diario
Global Times, publicado por el órgano del partido comunista y conocido por su
fuerte tono nacionalista.
China se convirtió en un “sólido
objetivo estratégico de los Estados Unidos. A pesar de sus esfuerzos por
mejorar las relaciones entre ambos estados, Pekín no fue capaz de disipar las
preocupaciones de los Estados Unidos por su ascenso”, prosiguió el diario, y
agregó que China debe confiar en sus fuerzas y oponerse a la política de
contención de los Estados Unidos.
Durante décadas la principal
preocupación fue una posible guerra con Taiwán. Pekín considera a la república
democrática como una provincia disidente y amenazó con reconquistarla. Sin
embargo, ése no es el único punto conflictivo.
Con Japón tiene disputas por materias
primas en el mar del este de China. También tiene conflictos territoriales con
Vietnam, las islas Filipinas y otros vecinos por las islas Spratly en el mar
del sur de China, donde existen importantes reservas de gas y petróleo.
Hace unos años, cuando los Estados
Unidos enviaban grupos de aviones para señalar a China sus fronteras, parecía
suficiente. Así fue en la crisis de Taiwán en 1996 como respuesta a los test de
misiles chinos que se lanzaron para intimidar a los votantes de Taiwán para
impedir la elección de un presidente.
Hoy la Marina china está provista de
una moderna flota de submarinos. También desarrolló nuevos misiles como el
Ostwind DF-21D, que debería ser capaz de alcanzar a un buque de la marina a
1700 kilómetros de distancia.
China también está construyendo sus
propios portaaviones y bombarderos, que son difíciles de detectar por los radares
y que tienen la capacidad de irrumpir en redes de computadoras de todo el mundo
y de derribar satélites, como ya demostró en 2007.
Expertos militares están convencidos
de que el Ejército chino tiene más facilidades para desplazar a la flota
estadounidense del marco del Pacífico y reducir así su radio de acción.
Con su nueva estrategia, los Estados
Unidos también dirigen la mirada hacia esa mejora de capacidades chinas, que
prohíben el acceso de fuerzas americanas a diferentes regiones, según el diario
Global Times. Por ello, China responderá con nuevas mejoras en su sistema
militar y continuará intimidando. “Estados Unidos debe comprender que no puede
parar el ascenso chino y que le interesa enormemente tener una buena relación
con China”, escribió el diario.
A pesar del fuerte tono, el editorial
del Global Times sugiere prudencia. China debe “evitar una nueva Guerra Fría y
asentarse en su potencia económica”. De cualquier forma, según el diario, los
Estados Unidos apenas podrían provocar a la segunda potencia económica mundial.
Cuanto más se concentren ambos en la competencia económica, más favorable será
la situación para China, aseguró el diario.
Pekín/dpa