PIÑERA Y SUS AMIGOS…
Un
ex juez de la dictadura es el nuevo titular de la Corte de Chile
Rubén Ballesteros justificó haber
presidido consejos de guerra durante el régimen “por obligación”, y dijo no
estar arrepentido. Estuvo a favor de la amnistía y de la prescripción de los
delitos por violaciones a los Derechos Humanos.
El juez Rubén Ballesteros, que asumió
ayer la presidencia de la Corte Suprema de Justicia de Chile, justificó el
hecho de haber presidido muchos de los consejos de guerra conformados por la
dictadura que comandó el general Augusto Pinochet tras el golpe militar de
1973, apoyándose en una particular extensión a la órbita civil del cuestionado
concepto militar de la Obediencia Debida.
Dijo que no está arrepentido y
explicó que ejerció dichas funciones “por obligación”. Ballesteros insistió
ante un grupo de periodistas en que “no me arrepiento y si ustedes tuvieran la
oportunidad de ver los fallos podrían ver que hay sentencias en las que el
presidente del consejo (o sea él) incluye un voto en contra y pide la
absolución del condenado”.
“Eso no era una cosa menor, en varios
procesos ocurrió eso y en otros pedí la rebaja de las penas que ya se habían
decidido, lo que benefició a gente que podía haber tenido condenas mucho más
graves”, agregó el magistrado, quien remplaza en el cargo al juez Milton Juica
y presidirá el máximo tribunal de Justicia durante los próximos dos años.
Ballesteros había ingresado a la
Corte Suprema chilena en 1993, con el gobierno del democristiano Patricio
Aylwin, el primer presidente de la post dictadura (1990-1994). El nuevo jefe de
los supremos fue elegido por sus pares en diciembre pasado, con 12 votos a
favor y seis en contra. Su elección abrió una polémica que se reavivó ayer,
cuando esgrimió la Obediencia Debida para justificar su actuación en los
consejos de guerra.
La elección de Ballesteros –que integraba
la Sala Penal de la Corte– había sido cuestionada por las organizaciones y
abogados defensores de los Derechos Humanos, que recordaron que siempre votó a
favor de Pinochet cuando alguna causa contra el ex dictador llegó a la órbita
del alto tribunal. También votó a favor de la amnistía y la prescripción de los
delitos en los casos de agentes de la dictadura procesados o condenados por
violaciones de los Derechos Humanos. De todas maneras, ayer, y en presencia del
ministro de Justicia, Teodoro Ribera, aseguró que “en mis 40 años de carrera
siempre actué en favor de la ley y siempre fallé ajustado a derecho.”
El caso de Ballesteros es el segundo
en 24 horas en el que quedó al descubierto cómo los hombres de la dictadura
ocupan puestos clave en la estructura institucional chilena. El miércoles se
supo que el general Alfredo Ewing Pinochet integra el órgano rector de la
educación en representación de las Fuerzas Armadas y que fue uno de los
impulsores de la idea de eliminar la palabra “dictadura” de los textos con los
que se les enseñan a los niños de entre seis y once años los pormenores de la
historia reciente de Chile (ver aparte).
Al condenar esa medida, la diputada
oficialista Karla Rubilar dijo, sin paños fríos, que “la decisión del Consejo
Nacional de Educación es repudiable, pero bien sabemos que el 50% de quienes
integran el gobierno fueron pinochetistas”.
Efe y AP