LAS
ACCIONES SECRETAS DE LA CIA
Los rebeldes sirios apoyados por Washington
están bajo el mando de un «ex»-terrorista de Al-Qaeda
Explotando el mito de la llamada
«primavera árabe» y las intervenciones de la OTAN, tanto oficiales como
secretas, Qatar trata de imponer dirigentes islamistas donde quiera que se le
presenta la oportunidad de hacerlo. Esta estrategia no sólo ha llevado a Qatar
a financiar la Hermandad Musulmana y a poner al servicio de esta las cámaras y
micrófonos de la TV Al Jazzera sino incluso a apoyar a los mercenarios de
Al-Qaeda. Estos últimos dirigen ahora el Ejército Sirio Libre, lo cual
despierta gran inquietud en Israel y entre los partidarios del «choque de
civilizaciones».
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU no se
ponen de acuerdo en cuanto a la interpretación de los sucesos que están
enlutando Siria.
Según Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, Siria está
viviendo una revolución, continuación de la «primavera árabe», que está siendo
víctima de una sangrienta represión. Rusia y China estiman, por el contrario,
que Siria está enfrentado la agresión de bandas armadas provenientes del
exterior, a las que combate de una manera poco hábil que está dejando víctimas
colaterales entre la misma población civil a la que quiere proteger.
La investigación que la Red Voltaire ha realizado en el
terreno confirma esta última interpretación [1]. Hemos recogido testimonios
directos de los ataques de esos grupos armados. Los testigos señalan que el
acento de algunos agresores al hablar la lengua árabe los delata como iraquíes,
jordanos o libios, e incluso pashtunes.
En los últimos meses, diferentes diarios árabes
favorables a la administración al-Assad han mencionado la infiltración en Siria
de entre 600 y 1,500 hombres del Grupo islámico Combatiente en Libia (GICL),
rebautizado desde noviembre de 2007 con la apelación Al-Qaeda en Libia. A fines
de noviembre, la prensa libia relató el intento de la milicia de Zintan de
arrestar a Abdelhakim Belhaj, compañero de armas de Osama ben Laden [2] y jefe
histórico de Al-Qaeda en Libia, convertido en gobernador militar de Trípoli por
obra y gracia de la OTAN [3]. El intento de arresto tuvo lugar en el aeropuerto
de Trípoli, en momentos en que Belhaj salía para Turquía. Posteriormente, varios
diarios turcos han mencionado la presencia de Abdelhakim Belhaj en la frontera
turco-siria.
Estas denuncias encuentran la incredulidad de quienes
siguen creyendo que Al-Qaeda y la OTAN son enemigos irreconciliables e
incapaces de cooperar entre sí. Lo cierto es que esas denuncias confirman la
tesis que vengo defendiendo desde los atentados del 11 de septiembre de 2011,
de que los individuos catalogados como Al-Qaeda son mercenarios utilizados por
la CIA [4].
¿Quién está diciendo la verdad?
Desde hace una semana, el diario español ABC, monárquico,
ha venido publicando por entregas un reportaje del fotógrafo Daniel Iriarte.
Este periodista se relaciona con el Ejército Sirio Libre (ASL, en inglés Syrian
Free Army, ejército sirio libre, conducidos y bajo supervisión por los
servicios de inteligencia británicos, es decir el MI6) que opera en el norte de
Siria, precisamente en la frontera con Turquía. Daniel Iriarte es un defensor
de la «revolución» y no hay para él términos demasiado duros cuando se trata de
referirse al «régimen de al-Assad».
Según el coronel Riyad Al-Assad, jefe del Ejército Sirio
Libre, este se compone de más de 20,000 hombres. Las autoridades sirias estiman
que son en realidad algunos cientos [5].
Mientras tanto, en la edición del sábado 17 de diciembre
de 2011, el español Daniel Iriarte refiere un encuentro que le pareció
chocante. Mientras sus amigos del ASL lo llevaban a un nuevo escondite, Iriarte
se encontró con unos extraños sublevados: 3 libios [6].
Mahdi al-Harati, comandante de la Brigada de Trípoli,
dimitió de sus funciones como segundo al mando del Consejo Militar de Trípoli
para irse a dirigir el Ejército Sirio Libre.
El primero de ellos era Mahdi al-Hatari, un libio que
vivió en Irlanda antes de enrolarse en Al-Qaeda. Al final de la guerra contra
Libia, Mahdi al-Hatari se convirtió en comandante de la Brigada de Trípoli y
posteriormente fue segundo al mando del Consejo Militar de Trípoli, bajo la
dirección de Abdelhakim Belhaj. Mahdi al-Hatari renunció a ese puesto, unos dicen
que lo hizo porque había entrado en conflicto con el Consejo Nacional de
Transición y otros que quería regresar a Irlanda, donde reside su esposa [7].
En realidad, Mahdi al-Hatari se fue a Siria.
Más extraño aún, en junio de 2010, este miembro de Al-Qaeda
estaba entre los militantes favorables a los palestinos que viajaban a bordo
del barco turco Mavi Marmara. Agentes de numerosos servicios secretos,
esencialmente del espionaje estadounidense, se habían infiltrado en la
«Flotilla de la Libertad» [8]. Fue herido y retenido como prisionero en Israel
durante 9 días.
Durante la batalla de Trípoli, Mahdi al-Hatari dirigió el
grupo de Al-Qaeda que sitió y atacó el hotel Rixos, donde yo mismo me
encontraba con mis compañeros de la Red Voltaire y la prensa internacional, y
cuyos sótanos servían de refugio a varios dirigentes de la Yamahiria protegidos
por la guardia de Khamis el-Kadhafi [9]. Según este último, junto a Mahdi
al-Hatari se hallaban varios oficiales franceses, presentes en el terreno como
consejeros de este miembro de Al-Qaeda.
El segundo libio que el fotógrafo Daniel Iriarte se
encontró en el Ejército Libre Sirio es nada más y nada menos que Adem Kikli,
otro lugarteniente de Abdelhakim Belhaj. Iriarte no logró identificar al tercer
libio, al que los demás llamaban Fuad.
Este testimonio de Iriarte concuerda con lo que los
diarios árabes antisirios han venido proclamando desde hace semanas: el
Ejército Sirio Libre cuenta al menos con 600 «voluntarios» de la organización
Al-Qaeda en Libia [10].
Y toda la operación se desarrolla bajo la dirección del
propio Abdelhakim Belhaj, quien cuenta con la ayuda del gobierno de Erdogan.
¿Cómo se explica que un periódico tan hostil al gobierno
de al-Assad como ABC haya decidido publicar el testimonio de su enviado
especial, cuando este revela los sucios métodos de la OTAN y confirma la tesis
gubernamental sirio sobre la desestabilización armada? Lo que sucede es que,
desde hace una semana, ideólogos del choque de civilizaciones se han
pronunciado contra ese dispositivo, que incorpora extremistas islamistas a la
estrategia del «mundo libre».
Como invitado del blog de CNBC [11], el ex primer
ministro español José María Aznar reveló, el 9 de diciembre de 2011, que
Abdelhakim Belhaj se encontraba entre los sospechosos de estar implicados en
los atentados perpetrados en Madrid el 11 de marzo de 2004 [12], atentados que
pusieron fin a la carrera política de Aznar en España.
El jeque Ali Salabi, guía espiritual de Al-Qaeda en
Libia, mentor de Abdelhakim Belhaj y hombre fuerte de la actual Libia
post-Gadaffi.
Esas declaraciones de Aznar coinciden con varias
intervenciones de sus amigos del Jerusalem Center for Public Affairs, el
think-tank (centro o instituto de propaganda política) que dirige el ex
embajador israelí ante la ONU, Dore Gold [13]. Estos amigos de Aznar expresan
públicamente sus dudas ante la actual estrategia de la CIA, que consiste en
instalar islamistas en el poder en todo el norte de África. Dicha crítica
apunta en primer lugar contra la muy secreta cofradía de la Hermandad Musulmana
y sobre todo contra 2 personalidades libias: el ya mencionado Abelhakim Belhaj
y su amigo el jeque Ali Al-Salibi. Este último está considerado como el nuevo
hombre fuerte en Libia [14]. Tanto Belhaj como Al-Salibi tienen la reputación
de ser los peones de Qatar en la actual Libia post-Kadhafi [15]. Es además
precisamente el jeque Al-Salabi quien distribuyó los 2 000 millones de dólares
de ayuda qatarí a Al-Qaeda en Libia [16].
Reaparece así a la luz pública la contradicción que tanto
se esfuerzan algunos por esconder desde hace 11 años: los mercenarios,
antiguamente pagados por Osama ben Laden, nunca han dejado de estar al servicio
de la estrategia de Estados Unidos, desde la primera guerra de Afganistán e
incluso en la época de los atentados del 11 de septiembre. Sin embargo, los
dirigentes occidentales siguen presentándolos como enemigos.
Es probable que las objeciones del señor Aznar y las del
Jerusalem Center for Public Affairs sean descartadas por la OTAN, como antes lo
fueron las del general Carter Ham, comandante en jefe del AfriCom, cuando –al
principio de la guerra contra Libia– se le dio como misión garantizar en Libia
la protección de los mismos yihadistas que hasta entonces habían estado matando
soldados estadounidenses en Irak.
Lejos de la realidad, el Comité Antiterrorista de la ONU
(el llamado «Comité de Aplicación de la Resolución 1267») y el Departamento de
Estados de Estados Unidos siguen manteniendo en su lista negra a la
organización de Abdelhakim Belhaj y del jeque Al-Salabi bajo su antigua
denominación de Grupo Islámico Combatiente en Libia. Todos los Estados tienen
la obligación, según parece, de arrestar a estos individuos si penetran en sus
territorios.
Thierry Meyssan. RED VOLTAIRE.
[1] «Mentiras y verdades sobre Siria», por Thierry Meyssan, Red
Voltaire, 27 de noviembre de 2011.
[2] «Libya’s Powerful Islamist Leader»,
por Babak Dehghanpisheh, The Daily Beast, 2 de septiembre de 2011.
[3] «Cómo los hombres de Al-Qaeda llegaron al poder en Libia»,
por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de septiembre de 2011.
[4] «Enemigos de la OTAN en Irak y en Afganistán, aliados en
Libia», por Webster G. Tarpley, Red Voltaire, 21 de mayo de 2011.
[5] «Syria’s opposition, rebels hold talks in Turkey», por Safak
Timur, agencia francesa de noticias AFP, 1º de diciembre de 2011.
[6] «Islamistas libios se desplazan a Siria para “ayudar” a la
«revolución» en Siria», por Daniel Iriarte, ABC (España), 17 de diciembre de
2011.
[7] «Libyan-Irish commander resigns as
deputy head of Tripoli military council», por Mary Fitzgerald, The Irish Times,
11 de octubre de 2011.
[8] «Flotilla de la Libertad: el detalle que Netanyahu no
conocía», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de junio de 2010.
[9] «Thierry Meyssan y Mahdi Darius Nazemroaya amenazados de
muerte en Trípoli», Réseau Voltaire, 22 de agosto de 2011.
[10] «Libyan fighters join “free Syrian
army” forces», Al Bawaba, 29 de noviembre de 2011.
[11] «Spain’s Former Prime Minister Jose
Maria Aznar on the Arab Awakening and How the West Should React», CNBC.com., 9
de diciembre de 2011.
[12] «Atentados de Madrid: la pista atlantista», por Mathieu
Miquel, Réseau Voltaire, 6 de noviembre de 2009.
[13] «Diplomacy after the Arab
uprisings», por Dore Gold, The Jerusalem Post, 15 de diciembre de 2011.
[14] «Meet the likely architect of the
new Libya», par Marc Fisher, The Washington Post, 9 de diciembre de 2011.
[15] «Libyans wary over support from
Qatar», por John Thorne, The National (Emiratos Árabes Unidos), 13 de diciembre
de 2011.
[16] John Thorne, op. cit.