Casi la cuarta parte de las fosas en Galicia siguen
sin abrir 36 años después de la muerte de Franco
Casi una cuarta parte de las 49 fosas con víctimas de la
Guerra Civil localizadas en Galicia –un total de 12– todavía no han sido
abiertas 36 años después de la muerte del dictador Francisco Franco, aunque las
familias y las diferentes asociaciones destacan el avance en la recuperación de
los restos y la dignificación que ha supuesto el impulso de la Ley de Memoria
Histórica.
El mapa que recoge la web del Gobierno de memoria histórica
revela que las fosas no intervenidas, con víctimas de fusilamientos, están en
Valdoviño (A Coruña); en las localidades lucenses de Seoane do Caurel, Remeite,
Candedo, Guitiriz y O Incio; en Campobecerros, Pentes, Soulecín –Ourense–; y en
las localidades pontevedresas de Filgueiras, O Porriño y San Andrés de Xeve.
Con todo, los datos que recoge esta web, que ofrece también
información exhaustiva sobre el origen del enterramiento, su descripción en la
historia, así como el número de víctimas, constata que otras 19 han sido
totalmente exhumadas y la intervención ha permitido recuperar los restos
humanos de un total de cien víctimas.
En otros cuatro casos los huesos han sido exhumados
parcialmente, mientras que los cadáveres de un total de 12 fosas fueron en su
momento trasladadas al Valle de los Caídos. También se han detectado dos fosas
–en Baralla (Lugo) y en Tameiga (Ourense)– que se dan por desaparecidas pese a
que hay constancia histórica de su existencia.
Por comunidades, Galicia se sitúa en un puesto intermedio
de la tabla en relación al número de fosas localizadas. Así, encabezan el
listado autonomías como Aragón –con 595 fosas detectadas–, Andalucía (539), o
Asturias (321), mientras que en polo opuesto están las Islas Baleares y las
Canarias, con cuatro en cada uno de los casos, Murcia, con seis, o Cantabria,
con siete.
VÍCTIMAS
DE FUSILAMIENTOS
Tras cada fosa localizada hay una historia, pero en la
mayoría de los casos tienen en común que los huesos recuperados pertenecen a
víctimas de fusilamientos realizados en los primeros años de la Guerra Civil y
que los asesinados son, casi siempre, hombres. Una de las pocas excepciones se
da en una fosa ubicada en As Pontes (A Coruña), donde se entregaron a las
familias los restos de tres hombres y una mujer.
De las 19 que han sido exhumadas en su totalidad y en las
que las distintas entidades llevaron a cabo las labores de recuperación han
localizado un centenar de víctimas, el mayor número de restos identificados
responde a la situada junto al atrio de la Iglesia de Santa Mariña de Xinzo, en
Ponteareas (Pontevedra), con 17 personas identificadas; a la de O Acevo, en
Fonsagrada (Lugo) con 13; y a la del Cementerio de Tenorio, en Cotobade, con
11.
En el caso de los restos de Xinzo, entre los que podrían
encontrarse restos de personas inhumadas con anterioridad en el cementerio
parroquial, por decisión de los familiares desaparecidos, fueron depositados en
un nicho conjunto en el cementerio de Pereiro. Por su parte, las víctimas de
Fonsagrada fueron trasladadas al cementerio de esta localidad.
A los ‘homiños de Boimorto’ corresponden los restos
exhumados en Ortoño, en Ames (A Coruña).
Se trata de seis hombres que aparecieron muertos en la Curva dos Batáns, lugar
en el que se colocó en el año 2007 una placa conmemorativa optando por la
dignificación de la fosa. También se ha dignificado la fosa de Baiona (Pontevedra),
en A Volta dos Nove, con nueve víctimas identificadas.
En O Amenal (O Pino), donde se localizaron cinco víctimas,
los trabajos se realizaron en 2008 y la información de la web del Gobierno
revela que fueron los vecinos de la aldea quienes se encargaron de los
enterramientos, de forma que las fosas fueron “cuidadas y respetadas” hasta
hace 20 años. A su vez, en O Vicedo (Lugo), se pudieron recuperar los cadáveres
de dos hombres que huyeron al monte en 1937 y que fueron asesinados en el Monte
de A Penela.
Un caso significativo es el de la fosa de Vilavella, en
Triacastela (Lugo), donde fueron enterrados tres guerrilleros muertos en un
enfrentamiento con la Guardia Civil. Formaban parte de un grupo de ‘maquis’ que
quedó cercado en noviembre de 1943 y una cuarta persona logró huir. Según
recoge la información de esta fosa –exhumada en agosto de 2010–, la Guardia
Civil expuso al público los cadáveres, por lo que los vecinos recordaban dónde
estaban enterrados.
MOVER
LOS RESTOS, A DEBATE
Entre las asociaciones que acostumbran a apoyar a los
colectivos y entidades que asumen la labor de exhumación se encuentra la
Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña, si bien su
presidente, Fernando Souto, constata que no constituye un asunto “exento de
debate” puesto que hay quien defiende la recuperación de los cuerpos y otras
voces que apuestan con la “dignificación” sin un desplazamiento.
Sobre la mesa pone estas dos posturas el presidente de la
Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña, Fernando Souto,
quien ha remarcado que, en muchas ocasiones, el mero hecho de mover unos restos
supone “eliminar las pruebas de un genocidio” y que, en la línea de la
recuperación de los cadáveres, vislumbra la necesidad “católica” de las familias
de recuperar los cadáveres y poder darles sepultura.
Con todo, incluso en la exhumación, las familias tienen
“opciones” de intentar acometer acciones legales, aunque Souto constata que, en
la mayor parte de los casos, los familiares de las víctimas lo único que desean
en “acabar con el proceso” o bien los jueces optan por decir “que no son
competentes”.
“INDEFINICIÓN” DEL PP
Con un buen número de retos en la cabeza, con “el recurso
de la memoria” para buscar un modelo de sociedad “mejor”, y sin dejar de “mirar
al pasado con vistas al futuro”, el presidente de la Comisión pola Recuperación
da Memoria Histórica da Coruña tiene claros los avances que supuso la Ley de
Memoria Histórica y teme la “indefinición” del PP.
Con todo, prefiere esperar a ver la actuación del próximo
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, antes de dar por hecho “un retroceso” y
espera que la línea “más dura del PP”, la que ve “un revanchismo y un
guerracivilismo que no existen”, no se imponga.
Eso sí, Fernando Souto tiene claro que España pasa por una
situación económica difícil, lo que podría “servir de excusa” al nuevo
Ejecutivo para “privar de todo tipo de subvenciones” a los colectivos que
trabajan en la recuperación de la memoria histórica.
http://www.europapress.es/galicia/noticia-casi-cuarta-parte-fosas-hay-galicia-siguen-abrir-36-anos-despues-muerte-franco-20111231140332.html