Informe FEPALC 2011 que la SIP, FOPEA y todas entidades patronales ocultan
29 periodistas asesinados y extrema precarización laboral
en
Latinoamérica
Durante el 2011 han sido asesinados 29 periodistas en América
Latina y el Caribe, según reporte presentado por la Federación de Periodistas
de América Latina y el Caribe (FEPALC). México, con 10 crímenes y Honduras, con
seis, son los países de mayor riesgo para el ejercicio del periodismo en la
región.
Los otros países con víctimas son Brasil (3), Perú (3) Colombia
(1), El Salvador (1), Guatemala (1), Haití (1), Panamá (1) Paraguay (1) y
República Dominicana (1).
Esta cifra representa casi un tercio del total de periodistas
fallecidos en razón de su profesión en el mundo.
México se ha convertido en el territorio más peligroso para el
ejercicio periodístico, en el que los esfuerzos de la propia comunidad
internacional para implementar mecanismos no han tenido resultados efectivos.
Esto porque las autoridades mexicanas no expresan voluntad de esclarecer los
crímenes y suelen atribuirlos gratuitamente a la inseguridad ciudadana
descartando cualquier vinculación de los hechos con la denuncia periodística.
Para la FEPALC, también, genera especial alarma el clima de violencia que se
vive en Honduras, donde además de los crímenes se han registrado múltiples
atentados contra la integridad física de los comunicadores sociales y la
infraestructura de diversos medios de comunicación. Uno de los hechos que
generó mayor consternación en el gremio fue el ataque contra la sede del diario
La Tribuna que dejó gravemente herido a un vigilante. Preocupa de manera
particular a la FEPALC el alto índice de impunidad en la región que ensombrece
aún más la desaparición física de los periodistas. El 98 por ciento de crímenes
aún no han sido resueltos. Las investigaciones de dichas muertes, en el mejor
de los casos, sólo llegan a determinar al actor directo, al sicario que cumple
la orden de matar, pero no se llega a un nivel superior de responsabilidad, ni
a relacionar las denuncias periodísticas con las secuelas de muertes. Para la
FEPALC la impunidad en la que se mantienen los crímenes está
institucionalizando una cultura de la autocensura y el silencio, propia de
aquellas sociedades en las que no hay garantías a la vida, integridad física ni
condiciones de trabajo dignas para las y los trabajadores del sector. Sobre
este último particular la FEPALC denuncia la precarización laboral en los que
se ejerce la profesión periodística. En el 2011 se han registrado despidos
masivos en Brasil y Chile -donde ha continuado la hostilidad contra los
trabajadores tras el cierre de la edición impresa del diario La Nación-.
También en Argentina, Honduras, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay
y Venezuela, se han cancelado empleos y se ha acosado y perseguido a quienes se
organizan sindicalmente. En el caso particular de Perú, el acoso laboral más
crítico se produjo durante el proceso electoral presidencial, los primeros seis
meses del año. Un numeroso grupo de periodistas fueron despedidos -de manera
frontal o mediante la figura de "no renovación de contratos"-, en
Lima y al interior del país una serie de programas fueron retirados del aire
por presiones político-publicitarias. Al presentar este balance anual la FEPALC
les recuerda a los presidentes latinoamericanos en pleno que es deber de los
Estados prevenir e investigar los asesinatos, secuestros, intimidación y
amenaza a los comunicadores sociales, sancionar a sus autores y asegurar a las
víctimas una reparación adecuada. Asimismo cautelar el derecho a un trabajo
digno y decente.
La FEPALC, al cierre de este 2011 e inicio de un nuevo año,
reafirma su compromiso de mantener movilizados a sus sindicatos afiliados en
América Latina con el fin de estar vigilantes y denunciar ante la comunidad
internacional las atrocidades físicas y laborales de las que son víctimas
nuestros colegas y cautelar el derecho a la libertad de expresión, como derecho
natural de las personas y los pueblos.