martes, enero 10, 2012

Historias de la Patria Grande: Artigas vence en Guayabos

REVISIONANDO LA HISTORIA, HOY

Un 10 de enero (1815), las fuerzas federales de Artigas se imponen en la batalla de Guayabos al gobierno de Carlos de Alvear
  
A fines de 1813 Artigas había ordenado a todos los Comandantes militares que no publicaran bando alguno que no les fuera remitido por su conducto de mando. Rondeau, entonces, le manifestó sus quejas; y así se inició un intercambio epistolar, que no tendría consecuencia en la situación de crisis planteada, al rechazar el jefe porteño la propuesta final de Artigas, de convocar a los Pueblos a un nuevo tercer Congreso que habría de decidir definitivamente, e imponer, a los Pueblos que respeten lo acordado en el Congreso de la Capilla de Maciel y la autoridad "títere del Gobierno de Miguelete".
Artigas decidió entonces retirarse del sitio con la mayor parte de sus fuerzas en una "marcha secreta" (20/01/1814), dejando las divisiones de Manuel Francisco Artigas y Manuel Vicente Pagola, en observación. Esta actitud de Artigas se daba debido a que no quedaba otro camino que imponer militarmente el respeto de "la soberanía particular de los pueblos" al centralismo porteño.
A medidados de 1814, la situación de Montevideo hizo crisis. La prolongada resistencia al Sitio que se basaba en una resistencia por mar, permitió a una escuadra porteña el 16/5/ 1814 en la Batalla del Buceo obtener la victoria. Así, Vigodet inició las negociaciones ante Carlos de Alvear (sustituto de Rondeau al frente del ejército sitiador) para rendir la plaza. El 20/6 se firmó una capitulación sumamente honrosa para los fueros montevideanos y la dignidad de sus leales defensores hispánicos. El 22/& las autoridades vencidas entregaron la Fortaleza del Cerro y al día siguiente la ciudad.
Montevideo permaneció bajo la jurisdicción de Bs. As. Desde el 23/6/1814 hasta el 25/2/1815, así sufrió la subordinación de la capital porteña de acuerdo con el decreto de Posadas del 07/3/1814 que "creaba" la "Provincia Oriental", ignorando absolutamente la determinación de la soberanía oriental en las Instrucciones del Año XIII. El nuevo Gobernador de Montevideo, Rodríguez Peña, tomó posesión de su cargo y su primera medida fue destituir a los miembros del Cabildo y designar de acuerdo con una lista confeccionada por el Director Posadas, los nuevos capitulares y los empleados. También se designo como Diputado de comercio (dependiente del Consulado de Buenos Aires) a Jerónimo Pío Cianqui, de esta manera, el odiado comercio montevideano, rival de Bs. As., también estaba controlado. Los españoles fueron los que soportaron el mayor rigor de estas medidas, decomisándose los bienes de los emigrados y se estableció la obligación de denunciar los bienes pertenecientes a los mismos, a los depositarios residentes en la plaza, para asegurar la confiscación. Contribuciones ordinarias y extraordinarias, severas limitaciones a la actividad comercial y el control de la Aduana y del puerto, sujeto con una reglamentación restrictiva a la supervisión de Bs. As., completaron el cuadro.
Otro aspecto fue la nueva elección de diputados por Montevideo a la Asamblea General en donde fue electo Pedro Feliciano Sainz de Cavia (declarado enemigo de Artigas) y Pedro Fabián Soler.
La dominación porteña no pudo ejercer sin resistencia, debido a una verdadera guerra civil, gestora del pronunciamiento federal de las Provincias, promovido y sostenido por milicias populares de Artigas que contó con el apoyo del patriciado montevideano. Entretanto, Artigas había penetrado en el Entre Ríos y Corrientes, derrotando las fuerzas directoriales enviadas para enfrentarlo y organizando la resistencia en la campaña oriental. Pero derrotando Otorgués en Las Piedras (24/6/1814), Artigas acepto negociar una transacción con el Gral. Porteño, así surgió el convenio en donde el Director Posadas quedaba comprometido a publicar una declaración que restableciera "el honor y la reputación del ciudadano José Artigas, infamado por el decreto firmado el 11 de febrero del presente año"; éste quedaría de "Comandante General de la campaña y fronteras de la Provincia Oriental del Uruguay". A pesar de que Artigas confirmó y ratificó el convenio y lo favorable de sus disposiciones para el régimen centralista, el Director Posadas, retardó su ratificación y cumplimiento por lo cual Artigas se dirigió e hizo sus reclamaciones a Rodríguez Peña.
El 17/8 se dictó el decreto directorial rehabilitando a Artigas como "buen servidor de la patria", devolviéndole el grado de Coronel y designándolo Comandante General de la Campaña. En respuesta, Artigas, mediante oficio, devolvió el despacho con el nombramiento, pues para el arreglo de la campaña no lo necesitaba y reclama la publicación de los artículos convenidos. Simultáneamente movió sus fuerzas, cortando las comunicaciones con Montevideo.
Pero a pesar de todo las fuerzas porteñas se encontraban débiles "Nada podemos contra un enemigo protegido por toda la población, que mira a nuestra tropa como extranjera".
El 10/01/1815 la victoria fue lograda por los orientales, en el paso de Guayabos. Abrumado Carlos de Alvear decidió abrir negociaciones de paz con los Orientales. Artigas, en conocimiento de la gestión, escribió, al Cabildo, exigiendo como condición previa para entrar en cualquier negociación, la previa evacuación de las fuerzas porteñas de Montevideo y del Entre Río. Convencido Herrera de la inutilidad de proseguir la negociación, dispuso el retiro de los ocupantes a Bs. As., para lo cual había recibido insistente órdenes de Alvear. Finalmente el 25/02/1815 las últimas unidades militares de Bs. As. abandonaron Montevideo, a la que entrarían, al día siguiente, las milicias de la vanguardia artiguista.


CUANDO EL “LOCO” DORREGO SUPO DE QUE LADO ESTABA EL PUEBLO

La misión del Directorio al recién castigado Coronel Manuel Dorrego tenía trampa: Combatir contra Artigas era prácticamente suicida.
Los documentos existentes comprueban poca disposición de Dorrego para batallar contra las fuerzas revolucionarias orientales comandadas por el Gral. Fructuoso Rivera, lo cual le generó los primeros fuertes enemigos entre los unitarios de Buenos Aires. La batalla tuvo lugar en las márgenes del pequeño arroyo del mismo nombre, afluente del río Arerunguá. en el sur-este del departamento de Salto. Esta victoria de Rivera determinó el final del período denominado "la dominación porteña" de Montevideo y la Banda Oriental, haciendo que el Gobierno de Buenos Aires entregara a Rivera el mando de la ciudad el 23 de febrero de 1815, en lo que constituyó el primer período de gobierno autónomo de la Banda Oriental, que se prolongó hasta 1817.
 Hasta allí lo fue a buscar Dorrego, que unió a sus fuerzas las de Valdenegro; pero aun así, apenas contaba con 800 hombres, frente a los casi 2.000 de los federales. Pidió ayuda a Viamonte, pero éste estaba prácticamente cercado por los federales — entre los que figuraba Francisco Ramírez — y no pudo aportarle nada.
Resignado y sin voluntad, Dorrego cumplió las “formalidades” en el campo de batalla y se retiró.


JOSE ARTIGAS, UN CAUDILLO REVOLUCIONARIO

José Gervasio Artigas había nacido en Montevideo en 1764.
Al comenzar el año 1811, se desempeñaba en la Guardia española de Colonia de Sacramento, como capitán de Blandengues (policía de frontera).
Para entonces, el general español Francisco Javier de Elío, designado Virrey del Río de la Plata por el Consejo de Regencia de Cádiz, ya había tomado posesión del cargo con sede en Montevideo.
En tales circunstancias, Artigas abandonó Colonia y se trasladó a Buenos Aires para ofrecer sus servicios militares a la Junta Grande.
Su actitud encendió el levantamiento de los orientales (uruguayos) contra las autoridades españolas, que se materializó en el Grito de Asencio.

Artigas, cuando retornó a la Banda Oriental, fue aclamado por sus paisanos como "Primer Jefe de los Orientales", instalando su cuartel general en Mercedes.
Derrotó a los españoles en Las Piedras el 18 de mayo de 1811 e inició el sitio de Montevideo el día 21 de Mayo.
Este primer sitio de Montevideo se levantó por un armisticio que negoció el embajador británico en Brasil, Lord Strangford, con el propósito de evitar que un ejército portugués que había invadido la Banda Oriental auxiliara a los españoles.
Artigas, que se había opuesto al armisticio, intentó contener a los portugueses, que saqueaban la campaña oriental.
A fines de 1812, José Rondeau, al frente del ejército del Segundo Triunvirato (gobierno que se acababa de instalar en Buenos Aires) inició el Segundo Sitio de Montevideo, desplazando a Artigas y sus fuerzas, en el mando de las operaciones.
En el campamento de Artigas fueron electos los diputados orientales que debían concurrir a la Asamblea Nacional General Constituyente (Asamblea del Año XIII), cuyas instrucciones dictadas el 13 de abril de 1813 reclamaban básicamente lo siguiente.

DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA.

Libertad civil y religiosa.
Organización política federativa.
Estados autónomos.
Que Buenos Aires no fuese la sede del gobierno central.

Los diplomas de los diputados orientales fueron rechazados, usando como argumento legal la nulidad de su elección porque se realizó en un campamento militar y además porque traían instrucciones; a pesar de que la Asamblea se había declarado soberana.
En realidad, el motivo era el contenido de las instrucciones, que afectaban al centralismo de Buenos Aires.
El 20 de enero de 1814, Artigas abandonó el sitio de Montevideo, cuyo mando, de todos modos, monopolizaba Rondeau.

Su propósito era apoyar los pronunciamientos de los paisanos de Entre Ríos y Corrientes, como así también, destruir al comandante porteño de las Misiones.
Según el historiador uruguayo Washington Reyes Abadie: "Las Misiones, era, por lo demás, la clave de bóveda del sistema federal. Por ellas se ganaba el Paraguay para la unidad del Plata, liberándolo de la absorción portuaria de Buenos Aires; y se conjugaban las rutas orientales con el Río Grande, otorgando a su economía ganadera y saladeril la salida de sus productos por los puertos platenses de Maldonado, Montevideo y Colonia, abriendo para el comercio legal, las históricas rutas de los changadores. Desde las Misiones, Corrientes y el Entre Ríos, coordinaban su destino mesopotámico con las tierras del Uruguay; y Santa Fe recobraba su función histórica de enlace con el tráfico de la yerba mate, los cueros, las maderas, el tabaco y la caña, mientras su condición de centro ineludible en la carrera del Tucumán, ofrecía a los pueblos del norte - incluido el Alto Perú - y del Cuyo, pero en particular a Córdoba, el desahogo de su artesanía, de sus productos minerales y de su agricultura frente al impacto ruinoso de la manufactura inglesa introducida desde Buenos Aires.

Este ámbito de la visión integradora de Artigas abarcaba, pues, dos regiones de rasgos propios y definidos: la mediterránea, de economía minera, agrícola y artesanal, articulada en el Paraná, por el puerto fluvial de Santa Fe; y la del litoral, agrícola - ganadera, desde los yerbatales y estancias paraguayas y misioneras hasta la mesopotamia y la campaña oriental; y un puerto transatlántico: Montevideo".
Lo cierto es que de las provincias que bajo la influencia de Artigas, que estuvieron bajo la influencia del Protectorado de los Pueblos Libres, sólo Córdoba mandó diputados al Congreso de Tucumán. Las otras cuatro (Provincia Oriental, - actual República Oriental del Uruguay - Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe), en cambio, no estuvieron representadas en el Congreso.
Para entonces, los españoles ya se habían rendido en Montevideo.

El ejercito del Directorio se retiró. Quedó la Provincia Oriental en manos de Artigas.
En agosto de 1816 un ejército portugués, invadió la Provincia Oriental en conocimiento del Congreso de Tucumán.
Finalmente, al iniciarse la década de 1820, derrotado definitivamente Artigas en Tacuarembó por los portugueses, se refugió en Entre Ríos, en donde también lo venció el caudillo federal entrerriano Francisco Ramírez.
Artigas se trasladó a Paraguay, en donde vivió el resto de vida.

Allí el gran federal, murió en 1850.


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