REVISIONANDO LA HISTORIA, HOY
Un 10 de enero (1815), las fuerzas federales
de Artigas se imponen en la batalla de Guayabos al gobierno de Carlos de Alvear
A fines de 1813 Artigas había ordenado a todos los
Comandantes militares que no publicaran bando alguno que no les fuera remitido
por su conducto de mando. Rondeau, entonces, le manifestó sus quejas; y así se
inició un intercambio epistolar, que no tendría consecuencia en la situación de
crisis planteada, al rechazar el jefe porteño la propuesta final de Artigas, de
convocar a los Pueblos a un nuevo tercer Congreso que habría de decidir
definitivamente, e imponer, a los Pueblos que respeten lo acordado en el
Congreso de la Capilla de Maciel y la autoridad "títere del Gobierno de Miguelete".
Artigas decidió entonces retirarse del sitio con la
mayor parte de sus fuerzas en una "marcha secreta" (20/01/1814),
dejando las divisiones de Manuel Francisco Artigas y Manuel Vicente Pagola, en
observación. Esta actitud de Artigas se daba debido a que no quedaba otro
camino que imponer militarmente el respeto de "la soberanía particular de
los pueblos" al centralismo porteño.
A medidados de 1814, la situación de Montevideo hizo
crisis. La prolongada resistencia al Sitio que se basaba en una resistencia por
mar, permitió a una escuadra porteña el 16/5/ 1814 en la Batalla del Buceo
obtener la victoria. Así, Vigodet inició las negociaciones ante Carlos de
Alvear (sustituto de Rondeau al frente del ejército sitiador) para rendir la
plaza. El 20/6 se firmó una capitulación sumamente honrosa para los fueros
montevideanos y la dignidad de sus leales defensores hispánicos. El 22/&
las autoridades vencidas entregaron la Fortaleza del Cerro y al día siguiente
la ciudad.
Montevideo permaneció bajo la jurisdicción de Bs.
As. Desde el 23/6/1814 hasta el 25/2/1815, así sufrió la subordinación de la
capital porteña de acuerdo con el decreto de Posadas del 07/3/1814 que
"creaba" la "Provincia Oriental", ignorando absolutamente
la determinación de la soberanía oriental en las Instrucciones del Año XIII. El
nuevo Gobernador de Montevideo, Rodríguez Peña, tomó posesión de su cargo y su
primera medida fue destituir a los miembros del Cabildo y designar de acuerdo
con una lista confeccionada por el Director Posadas, los nuevos capitulares y
los empleados. También se designo como Diputado de comercio (dependiente del
Consulado de Buenos Aires) a Jerónimo Pío Cianqui, de esta manera, el odiado
comercio montevideano, rival de Bs. As., también estaba controlado. Los
españoles fueron los que soportaron el mayor rigor de estas medidas,
decomisándose los bienes de los emigrados y se estableció la obligación de
denunciar los bienes pertenecientes a los mismos, a los depositarios residentes
en la plaza, para asegurar la confiscación. Contribuciones ordinarias y
extraordinarias, severas limitaciones a la actividad comercial y el control de
la Aduana y del puerto, sujeto con una reglamentación restrictiva a la
supervisión de Bs. As., completaron el cuadro.
Otro aspecto fue la nueva elección de diputados por
Montevideo a la Asamblea General en donde fue electo Pedro Feliciano Sainz de
Cavia (declarado enemigo de Artigas) y Pedro Fabián Soler.
La dominación porteña no pudo ejercer sin
resistencia, debido a una verdadera guerra civil, gestora del pronunciamiento
federal de las Provincias, promovido y sostenido por milicias populares de
Artigas que contó con el apoyo del patriciado montevideano. Entretanto, Artigas
había penetrado en el Entre Ríos y Corrientes, derrotando las fuerzas directoriales
enviadas para enfrentarlo y organizando la resistencia en la campaña oriental.
Pero derrotando Otorgués en Las Piedras (24/6/1814), Artigas acepto negociar
una transacción con el Gral. Porteño, así surgió el convenio en donde el
Director Posadas quedaba comprometido a publicar una declaración que
restableciera "el honor y la reputación del ciudadano José Artigas,
infamado por el decreto firmado el 11 de febrero del presente año"; éste
quedaría de "Comandante General de la campaña y fronteras de la Provincia
Oriental del Uruguay". A pesar de que Artigas confirmó y ratificó el
convenio y lo favorable de sus disposiciones para el régimen centralista, el
Director Posadas, retardó su ratificación y cumplimiento por lo cual Artigas se
dirigió e hizo sus reclamaciones a Rodríguez Peña.
El 17/8 se dictó el decreto directorial
rehabilitando a Artigas como "buen servidor de la patria",
devolviéndole el grado de Coronel y designándolo Comandante General de la
Campaña. En respuesta, Artigas, mediante oficio, devolvió el despacho con el
nombramiento, pues para el arreglo de la campaña no lo necesitaba y reclama la
publicación de los artículos convenidos. Simultáneamente movió sus fuerzas,
cortando las comunicaciones con Montevideo.
Pero a pesar de todo las fuerzas porteñas se
encontraban débiles "Nada podemos contra un enemigo protegido por toda la
población, que mira a nuestra tropa como extranjera".
El 10/01/1815 la victoria fue lograda por los
orientales, en el paso de Guayabos. Abrumado Carlos de Alvear decidió abrir
negociaciones de paz con los Orientales. Artigas, en conocimiento de la
gestión, escribió, al Cabildo, exigiendo como condición previa para entrar en
cualquier negociación, la previa evacuación de las fuerzas porteñas de
Montevideo y del Entre Río. Convencido Herrera de la inutilidad de proseguir la
negociación, dispuso el retiro de los ocupantes a Bs. As., para lo cual había
recibido insistente órdenes de Alvear. Finalmente el 25/02/1815 las últimas
unidades militares de Bs. As. abandonaron Montevideo, a la que entrarían, al
día siguiente, las milicias de la vanguardia artiguista.
CUANDO EL “LOCO”
DORREGO SUPO DE QUE LADO ESTABA EL PUEBLO
La misión del Directorio al recién castigado Coronel
Manuel Dorrego tenía trampa: Combatir contra Artigas era prácticamente suicida.
Los documentos existentes comprueban poca
disposición de Dorrego para batallar contra las fuerzas revolucionarias
orientales comandadas por el Gral. Fructuoso Rivera, lo cual le generó los
primeros fuertes enemigos entre los unitarios de Buenos Aires. La batalla tuvo
lugar en las márgenes del pequeño arroyo del mismo nombre, afluente del río
Arerunguá. en el sur-este del departamento de Salto. Esta victoria de Rivera
determinó el final del período denominado "la dominación porteña" de
Montevideo y la Banda Oriental, haciendo que el Gobierno de Buenos Aires
entregara a Rivera el mando de la ciudad el 23 de febrero de 1815, en lo que
constituyó el primer período de gobierno autónomo de la Banda Oriental, que se
prolongó hasta 1817.
Hasta allí lo
fue a buscar Dorrego, que unió a sus fuerzas las de Valdenegro; pero aun así,
apenas contaba con 800 hombres, frente a los casi 2.000 de los federales. Pidió
ayuda a Viamonte, pero éste estaba prácticamente cercado por los federales —
entre los que figuraba Francisco Ramírez — y no pudo aportarle nada.
Resignado y sin voluntad, Dorrego cumplió las “formalidades”
en el campo de batalla y se retiró.
JOSE ARTIGAS, UN
CAUDILLO REVOLUCIONARIO
José Gervasio Artigas había nacido en Montevideo en
1764.
Al comenzar el año 1811, se desempeñaba en la
Guardia española de Colonia de Sacramento, como capitán de Blandengues (policía
de frontera).
Para entonces, el general español Francisco Javier
de Elío, designado Virrey del Río de la Plata por el Consejo de Regencia de
Cádiz, ya había tomado posesión del cargo con sede en Montevideo.
En tales circunstancias, Artigas abandonó Colonia y
se trasladó a Buenos Aires para ofrecer sus servicios militares a la Junta
Grande.
Su actitud encendió el levantamiento de los
orientales (uruguayos) contra las autoridades españolas, que se materializó en
el Grito de Asencio.
Artigas, cuando retornó a la Banda Oriental, fue
aclamado por sus paisanos como "Primer Jefe de los Orientales",
instalando su cuartel general en Mercedes.
Derrotó a los españoles en Las Piedras el 18 de mayo
de 1811 e inició el sitio de Montevideo el día 21 de Mayo.
Este primer sitio de Montevideo se levantó por un
armisticio que negoció el embajador británico en Brasil, Lord Strangford, con
el propósito de evitar que un ejército portugués que había invadido la Banda
Oriental auxiliara a los españoles.
Artigas, que se había opuesto al armisticio, intentó
contener a los portugueses, que saqueaban la campaña oriental.
A fines de 1812, José Rondeau, al frente del
ejército del Segundo Triunvirato (gobierno que se acababa de instalar en Buenos
Aires) inició el Segundo Sitio de Montevideo, desplazando a Artigas y sus
fuerzas, en el mando de las operaciones.
En el campamento de Artigas fueron electos los
diputados orientales que debían concurrir a la Asamblea Nacional General
Constituyente (Asamblea del Año XIII), cuyas instrucciones dictadas el 13 de
abril de 1813 reclamaban básicamente lo siguiente.
DECLARACIÓN
DE LA INDEPENDENCIA.
Libertad civil y religiosa.
Organización política federativa.
Estados autónomos.
Que Buenos Aires no fuese la sede del gobierno
central.
Los diplomas de los diputados orientales fueron
rechazados, usando como argumento legal la nulidad de su elección porque se
realizó en un campamento militar y además porque traían instrucciones; a pesar
de que la Asamblea se había declarado soberana.
En realidad, el motivo era el contenido de las
instrucciones, que afectaban al centralismo de Buenos Aires.
El 20 de enero de 1814, Artigas abandonó el sitio de
Montevideo, cuyo mando, de todos modos, monopolizaba Rondeau.
Su propósito era apoyar los pronunciamientos de los
paisanos de Entre Ríos y Corrientes, como así también, destruir al comandante
porteño de las Misiones.
Según el historiador uruguayo Washington Reyes
Abadie: "Las Misiones, era, por lo demás, la clave de bóveda del sistema
federal. Por ellas se ganaba el Paraguay para la unidad del Plata, liberándolo
de la absorción portuaria de Buenos Aires; y se conjugaban las rutas orientales
con el Río Grande, otorgando a su economía ganadera y saladeril la salida de
sus productos por los puertos platenses de Maldonado, Montevideo y Colonia,
abriendo para el comercio legal, las históricas rutas de los changadores. Desde
las Misiones, Corrientes y el Entre Ríos, coordinaban su destino mesopotámico
con las tierras del Uruguay; y Santa Fe recobraba su función histórica de
enlace con el tráfico de la yerba mate, los cueros, las maderas, el tabaco y la
caña, mientras su condición de centro ineludible en la carrera del Tucumán,
ofrecía a los pueblos del norte - incluido el Alto Perú - y del Cuyo, pero en
particular a Córdoba, el desahogo de su artesanía, de sus productos minerales y
de su agricultura frente al impacto ruinoso de la manufactura inglesa
introducida desde Buenos Aires.
Este ámbito de la visión integradora de Artigas
abarcaba, pues, dos regiones de rasgos propios y definidos: la mediterránea, de
economía minera, agrícola y artesanal, articulada en el Paraná, por el puerto
fluvial de Santa Fe; y la del litoral, agrícola - ganadera, desde los
yerbatales y estancias paraguayas y misioneras hasta la mesopotamia y la
campaña oriental; y un puerto transatlántico: Montevideo".
Lo cierto es que de las provincias que bajo la influencia
de Artigas, que estuvieron bajo la influencia del Protectorado de los Pueblos
Libres, sólo Córdoba mandó diputados al Congreso de Tucumán. Las otras cuatro
(Provincia Oriental, - actual República Oriental del Uruguay - Entre Ríos,
Corrientes y Santa Fe), en cambio, no estuvieron representadas en el Congreso.
Para entonces, los españoles ya se habían rendido en
Montevideo.
El ejercito del Directorio se retiró. Quedó la
Provincia Oriental en manos de Artigas.
En agosto de 1816 un ejército portugués, invadió la
Provincia Oriental en conocimiento del Congreso de Tucumán.
Finalmente, al iniciarse la década de 1820,
derrotado definitivamente Artigas en Tacuarembó por los portugueses, se refugió
en Entre Ríos, en donde también lo venció el caudillo federal entrerriano
Francisco Ramírez.
Artigas se trasladó a Paraguay, en donde vivió el
resto de vida.
Allí el gran federal, murió en 1850.