martes, enero 10, 2012

Paréntesis: Cuento de la moza y las rosquitas...

Un empresario ex oligarca, caído en desgracia por la crispación de ciertos gobiernos populares, entra a un restorán de barrio y pide el menú. 
La moza le informa:

-El plato del día es hamburguesas caseras con puré mixto, y de postre, café con rosquitas dulces.

El hombre acepta la sugerencia, y la chica parte con el pedido. Al rato regresa con el plato; dos hamburguesas y una bocha de puré mezcla de papa y zapallo. Empieza a comer, y al primer bocado siente algo raro en su boca. Se mete los dedos y entre los pedazos de carne molida saca un pelo, y otro más. 
Llama a la moza y le dice, de mala manera:

-¿Se puede saber por qué me recomendaste este plato? ¡La hamburguesa está llena de pelos! 
¡Ya mismo me llevás a la cocina, porque quiero ver en qué condiciones se hace la comida!

La chica obedece, entran a la cocina y -para horror del comensal- ve que el cocinero (un gordo sudoroso, ataviado sólo con un delantal roñoso) toma un puñado de carne picada y la aplasta en su axila para formar la hamburguesa. 
El  empresario ex oligarca  no puede reprimir la náusea y grita:

-¡Pero esto es repugnante!

Y la moza le responde:

-¿Le parece? Espere a ver cómo hace las rosquitas... 

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