domingo, enero 15, 2012

Standard & Poor´s agravó Europa ¿negocios? - L'Europe s'est aggravée Standard & Poor ¿business?


La rebaja de la calificación de Francia agrava la crisis europea

Angel Jozami
Télam.

La pérdida de la máxima calificación crediticia de la deuda de Francia, y la simultánea degradación de las de España, Italia, Portugal, Chipre, Austria, Malta, Eslovaquia y Eslovenia, sumada al fracaso de la negociación entre Grecia y sus bancos acreedores por la quita en sus títulos soberanos, supone un agravamiento de la crisis en Europa.
  
Ayer, la agencia calificadora Standard & Poor´s anunció después del cierre de los mercados que decidió bajar el rating de estos países, lo que no impidió que la noticia se filtrara antes del cierre de las Bolsas y provocara su caída.

La baja de la consideración de las deudas de los principales países de la Eurozona, a excepción de Alemania y Holanda, es una pésima noticia para la Unión Europea (UE), ya que la posibilidad de incrementar el fondo de rescate regional por encima de los 500.000 millones de euros actuales, reposa en la calidad de la deuda de esas naciones.
 La degradación de la deuda producida ayer pone una enorme piedra en el camino de la ampliación del fondo de rescate que la última Cumbre de la UE retrasó discutir hasta marzo próximo.
 El problema radica en que los bonos que componen el fondo de rescate también tienen la calificación más alta, la denominada Triple A (AAA), porque quienes aportan a aquel son todas naciones cuyos títulos soberanos también gozan de la misma categoría crediticia.

En diciembre, S&P ya había avisado que estaba estudiando revisar a la baja la calificación de las naciones que hoy fueron degradadas por la agencia y, además, del propio fondo de rescate.

Más grave, quizá, que la cuestión planteada desde ayer con esta rebaja de la calificación es adónde está yendo Grecia, con su crisis de la deuda y una recesión que adquiere cada vez más los visos de una depresión prolongada de su economía.

De un lado, la corrida contra los bancos prosigue su marcha en medio de la falta de acuerdos para un rescate definitivo del país que vive la mayor crisis en toda la Eurozona y en la UE.

Desde 2009, los bancos griegos, que están siendo sostenidos por el banco central, han perdido más del 25% de sus depósitos, con una caída del PBI de alrededor del 6% el año pasado, una tendencia que se repetirá este año y que se cifra en un retroceso del 3%, según el FMI.
 En este contexto, ayer se conoció que se han estancado las negociaciones por la quita del 50% de la deuda griega que mantiene el Gobierno heleno con los bancos acreedores.

Concretamente, la reunión entre el primer ministro de Grecia, Lukás Papadimos, y el director del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Charles Dallara, que agrupa a la gran banca internacional, terminó ayer sin ningún acuerdo sobre las condiciones de condonación de la deuda.
 La clave de las dos primeras jornadas de negociaciones, y que proseguirán la semana próxima, gira alrededor de la tasa de interés de los nuevos bonos que reemplazarán a los que se encuentran en las carteras de bancos y compañías de seguros.

Los representantes de la banca presionan, además, para que la ley a la que se sometan los diferendos sobre los nuevos títulos sea la británica, en tanto que los gobernantes de Atenas pretenden, lógicamente, que se aplique la jurisdicción de su país.

Hay que recordar que el perdón del 50% de la deuda de Grecia es un elemento fundamental del plan de rescate anunciado en octubre pasado por el FMI, la UE y el Banco Central Europeo (BCE), y que implica un aporte de esta "troika" de 130.000 millones de euros.
 El frente financiero se agiganta, como lo viene haciendo desde hace dos años, como el talón de Aquiles de la economía europea, ya que al comenzar 2012 los datos macroeconómicos, aunque débiles, no parecen anticipar condiciones peores que las del año pasado.

Dejando de lado la situación griega, así como la de España e Italia, en los grandes países como Alemania y Francia y en la Eurozona tomada como un todo, el PBI de 2011 habría caído alrededor de un 0,4%.

Sin embargo, las políticas de ajuste fiscal a rajatabla en todos los países, sumadas a las de aumentos impositivos para reducir los déficits presupuestarios y dar satisfacción a las exigencias de la banca, están profundizando las tendencias recesivas en todo el continente.

Incluso en las naciones de Europa del Este, o casos como los de Suecia, las economías se perjudican por la caída de la demanda en la Eurozona que se traduce en una disminución de las exportaciones de aquellos países hacia los que pertenecen al euro.

Con la defensa de los intereses de los bancos que tienen sus carteras pobladas con la deuda soberana europea, los gobiernos y la UE están empujando la economía continental a un enfriamiento colosal.
 La combinación de las políticas oficiales, exigidas por Alemania a los mercados periféricos de la Eurozona, con la crisis paulatinamente ascendente del sector financiero, podría tener un efecto letal sobre la unidad económica y política europea en el mediano plazo.

Entradas Relacionadas