La siguiente editorial no tiene desperdicio y
es de una alta exactitud de base periodística que sirve para derribar la operación
mediática y política montada en contra de la Ley de Lavado de Dinero, que
obviamente afecta a enormes intereses corporativos. Su autor es Agustín Romero,
Profesor de Ciencia Política (UBA) y acaba de ser publicada por el diario
Tiempo Argentino.
La lucha contra
el terrorismo internacional
Si bien es cierto que la
ley busca adecuar la legislación argentina a los estándares internacionales es
demasiado sostener que nuestro país fue extorsionado para que ella se aprobara.
La reciente ley aprobada
por el Congreso argentino contra el lavado de dinero y el financiamiento del
terrorismo es un ejemplo más del fuerte compromiso y el liderazgo de nuestro
país en la lucha contra este flagelo internacional. Si bien es cierto que la
ley busca adecuar la legislación argentina a los estándares internacionales es
demasiado sostener que nuestro país fue extorsionado para que ella se aprobara.
La actual presidenta ha
dado muchos ejemplos de la defensa de los intereses y soberanía argentinos como
para entender que dicha ley es la respuesta al chantaje internacional.
Otros ejemplos de esa
responsabilidad en la lucha contra el terrorismo fueron los últimos discursos
del presidente Néstor Kirchner y de la presidenta Cristina Fernández en el
ámbito de las Naciones Unidas. A esto hay que sumarle la aprobación de una Ley
Antiterrorista, la reorganización de la unidad de inteligencia financiera, el
congelamiento de bienes en el sistema financiero argentino de grupos
terroristas identificados y declarados por las Naciones Unidas como
terroristas, la declaración del atentado contra la AMIA como un delito de lesa
humanidad y, en consecuencia, imprescriptible, y ser el único país de América
Latina en convertirse en miembro pleno del Grupo de Acción Financiera
Internacional (GAFI) y GAFISUD, siendo reconocido por su acción como coordinador del GAFISUD
conjuntamente con Canadá.
A pesar de estos
importantes avances falta designar a Hezbollah como organización terrorista
como ya lo han hecho los Estados Unidos, el Reino Unido y otros países de la
Unión Europea y llevar esta propuesta al seno del Mercosur y de la Organización
de Estados Americanos.
También debemos destacar
que nuestro país ratificó la convención interamericana contra el terrorismo;
aprobó la Ley 26.024 que aprueba el convenio contra la financiación del
terrorismo; la Ley 25.762 de 2008 que aprueba el convenio contra la represión
de los atentados terroristas y la Ley 26.268 que contempla la asociación
ilícita y la financiación del terrorismo.
Finalmente es importante
señalar que si bien es cierto que las Naciones Unidas no han podido definir qué
es terrorismo, la presente ley buscó despejar las dudas expresadas por
organizaciones sociales y de Derechos Humanos en la categorización de ese
fenómeno.