Un semanario
inglés habla de otra victoria diplomática de Cristina
Gerardo
Aranguren.Diario Tiempo Argentino.
Bajo
el título “Argentina y las Falklands: agitando las aguas”, The Economist
enumera las acciones del gobierno nacional para lograr el apoyo regional en la
disputa por las islas, pero minimiza el efecto económico de la medida.
En
una nota en la que se resumen los últimos años de la disputa por Malvinas entre
la Argentina y el Reino Unido, el semanario británico The Economist destacó como
“otra victoria diplomática” de la presidenta Cristina Fernández la decisión del
Mercosur de prohibir el acceso de barcos con bandera de las “Falklands”,
denominación inglesa de las islas.
Bajo
el título “Argentina y las Falklands: agitando las aguas”(Argentina and the
Falklands: Rocking the boat, en inglés), el semanario hizo un raconto de las
decisiones diplomáticas tomadas durante las gestiones de Néstor Kirchner y de
Cristina en relación a las Malvinas.
La
nota, publicada el sábado y sin firma en la versión online, resalta que ya es
habitual que, al acercarse algún aniversario de la Guerra de Malvinas (el
próximo 2 de abril se cumplirán 30 años del comienzo del conflicto bélico), el
gobierno argentino “empieza a batir los sables”. En ese sentido, la nota
resalta que “en 2007 Kirchner canceló un acuerdo con Gran Bretaña para explotar
petróleo y gas y prohibió que empresas energéticas con activos en las islas
pudieran operar en el país”.
“Con
el 30º Aniversario llegando en Abril, la tradición ha sido realzada por
Cristina Fernández, la viuda y sucesora de Kirchner. El 20 de diciembre obtuvo
de sus socios en el Mercosur –Brasil, Paraguay y Uruguay– la declaración de que
se prohibiría el acceso a puertos de barcos civiles que enarbolaran la bandera
de las Islas Malvinas”, agrega.
Si
bien la publicación considera que la medida tendrá un bajo costo económico, ya
que estima en U$S 300 millones por año el comercio marítimo que pasa por
Uruguay, aclara: “Sin embargo, la nueva política del Mercosur es la última de
una serie de pequeñas victorias diplomáticas para Argentina, adepta a
regionalizar lo que siempre ha sido una disputa bilateral.”
The
Economist destaca además la nueva actitud tomada por los Estados Unidos frente
al conflicto por las islas: “En 2010, Hilary Clinton, secretaria de Estado
estadounidense, convocó al diálogo en torno a la disputa, un contraste con
1982, cuando los Estados Unidos apoyaron a Gran Bretaña.”
Sobre
la extracción de petróleo de las islas, la nota lo centra como el principal
conflicto actual y a futuro entre ambos países. Señaló que la presidenta “ha
sido especialmente ejecutiva en lo que hace a la reciente exploración en aguas
de Malvinas”, en relación a la decisión del gobierno en 2010 de exigir un
permiso a los barcos que viajan entre el continente y las islas.
“Argentina
ha rechazado realizar otro intento de tomar las islas por la fuerza. Pero si el
petróleo empieza a fluir, la Argentina podría intentar conseguir apoyo regional
para un bloqueo económico. ¿Lo obtendría?”, se pregunta el medio inglés, que
señala que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos “son de
centroizquierda, fuertemente nacionalistas” y han sido “persuadidos” por la
Argentina de que la presencia inglesa en Malvinas es un anacronismo colonial.
Por
último, el periódico señala la visión del gobierno británico sobre el tema y
aclara que “los diplomáticos británicos dudan que la región pueda ofrecer más
que apoyo retórico a los reclamos de la Argentina.
Y eso parece una visión
complaciente.”