SOCIEDADES
SECRETAS
Lo que Usted ignora sobre el Grupo de Bilderberg
por Thierry Meyssan
Red Voltaire
La idea de que el Grupo de
Bilderberg es un embrión de gobierno mundial ha venido extendiéndose desde hace
años. Por haber tenido acceso a los archivos de ese club tan secreto, Thierry
Meyssan señala que esa imagen es una pista falsa destinada a enmascarar la
verdadera identidad y la real función del Grupo: el Bilderberg es una creación
de la OTAN.
Su objetivo es convencer a los líderes y manipular a través de
ellos a la opinión pública para llevarla a aceptar los conceptos y acciones de
la alianza atlántica.
PRIMERA REUNIÓN DEL GRUPO EN
EL HOTEL BILDERBERG (1954)
Desde
1954, un centenar de eminentes personalidades de Europa Occidental y de
Norteamérica se reúnen anualmente –a puertas cerradas y bajo condiciones de estrecha
protección– en el seno del Grupo de Bilderberg. La reunión dura 3 días y nada
se publica sobre los temas tratados.
Después
de la desaparición de la Unión Soviética, algunos periodistas comenzaron a
interesarse por el Grupo de Bilderberg. Varios autores han visto en él el
embrión de un gobierno mundial y de las principales decisiones políticas,
culturales, económicas y militares de la segunda mitad del siglo XX, una
interpretación que Fidel Castro ha retomado. Nada permite, sin embargo,
confirmarla o desmentirla (ver artículo al respecto sobre el Nuevo Orden
Mundial para tener una idea de lo que esto implica).
En
aras de saber lo que realmente es y lo que no puede ser el Grupo de Bilderberg,
me di a la tarea de buscar documentos y testigos. Tuve acceso a todos sus
archivos correspondientes al periodo que va desde 1954 hasta 1966 y a muchos
documentos posteriores y he podido conversar con uno de sus antiguos invitados,
a quien conozco desde hace mucho tiempo. Ningún periodista, ni ciertamente los
exitosos autores que han popularizado los actuales clichés, ha tenido acceso a
tantos documentos internos del Grupo de Bilberberg.
He
aquí lo que he logrado descubrir y comprender.
LA PRIMERA REUNIÓN
Setenta
personalidades provenientes de 12 países participan en 1954 en la primera
reunión del Grupo, un seminario de 3 días, del 29 al 31 de mayo, que se
desarrolla cerca de Arnhem, en los Países Bajos. Los invitados se reparten
entre dos hoteles cercanos pero los debates se desarrollan en el
establecimiento principal con cuyo nombre se conocerá el Grupo.
Las
invitaciones, que llevan el membrete del Palacio de Soestdijk [Una de las
cuatro residencias oficiales de familia real de los Paises Bajos. Nota del
Traductor.], resultan bastante oscuras: «Apreciaría muchísimo su presencia en
el congreso internacional, sin carácter oficial, que tendrá lugar en los Países
Bajos a finales del mes de mayo. Este congreso desea estudiar cierto número de
cuestiones de gran importancia para la civilización occidental y tiene como objetivo
estimular el goodwill [en español, “buena voluntad”] y el entendimiento
recíproco gracias al libre intercambio de puntos de vista». Las invitaciones
llevan la firma del príncipe consorte de los Países Bajos, Bernhard zur
Lippe-Biesterfeld, y van acompañadas de varias páginas informativas de índole
administrativa sobre el transporte y el alojamiento. Lo más que permiten saber
es que habrá delegados de Estados Unidos y de 11 Estados de Europa Occidental y
que se realizarán 6 sesiones de trabajo de 3 horas cada una.
Dado
el pasado nazi del príncipe Bernhard, quien fue miembro de la caballería SS
hasta su matrimonio, en 1937, con la princesa Juliana, y el contexto del
mccarthysmo de aquella época, resulta evidente que las «cuestiones de gran
importancia para la civilización occidental» tienen que ver con la lucha contra
el comunismo.
Ya
en el lugar del encuentro, los dos presidentes de la reunión –el empresario
estadounidense John S. Coleman y el ministro saliente de Relaciones Exteriores
de Bélgica Paul van Zeeland– mitigan la impresión de los invitados. Coleman es
un militante del libre mercado mientras que el ministro Van Zeeland es un
partidario de la Comunidad Europea de Defensa (CED) [1]. Finalmente, los
participantes verán, en un extremo de la tribuna, a Joseph Retinger, la
eminencia gris de los británicos. Todo ello parece indicar que las monarquías
holandesa y británica apadrinaron la realización de la reunión en apoyo a la
Comunidad Europea de Defensa y al modelo económico del capitalismo de libre
mercado en oposición al antiamericanismo que promueven comunistas y gaullistas.
Las
apariencias, sin embargo, son engañosas. No se trata de hacer campaña a favor
de la CED, sino de movilizar a las élites a favor de la guerra fría.
La
personalidad escogida para convocar a los invitados fue Su Alteza Real el
príncipe Bernhard porque su condición de príncipe consorte le confiere un
carácter estatal, sin ser por ello oficial.
Tras
él se esconde el verdadero promotor del encuentro: una organización intergubernamental
interesada en manipular a los gobiernos de algunos de los Estados que la
conforman.
Por
aquel entonces, John S. Coleman no se ha convertido aún en presidente de la
Cámara de Comercio de los Estados Unidos, pero acaba de crear el Comité de Ciudadanos
por una Política Nacional de Comercio (Citizen’s Committee for a National Trade
Policy, CCNTP). Afirma que la libertad de comercio absoluta, o sea la renuncia
a todos los derechos de aduana, permitirá a los aliados de Estados Unidos
acrecentar sus propias riquezas y financiar la Comunidad Europea de Defensa,
léase emprender el rearme de Alemania e integrar su potencial militar a la
OTAN.
Los
documentos que obran en nuestro poder demuestran, sin embargo, que el CCNTP lo
único que tiene de “ciudadano” es el nombre. Se trata en realidad de una
iniciativa de Charles D. Jackson, el consejero de la Casa Blanca a cargo de la
guerra sicológica. A la cabeza de la operación se encuentra William J. Donovan,
el ex jefe de la OSS (el servicio de inteligencia estadounidense creado durante
la Segunda Guerra Mundial), ahora encargado de crear la rama estadounidense del
nuevo servicio secreto de la OTAN, el Gladio [2].
Paul
van Zeeland no sólo es el promotor de la Comunidad Europea de Defensa. Es
además un político de mucha experiencia. Al término de la ocupación nazi
presidió la Liga Independiente de Cooperación Europea (LICE) que tenía como
objetivo la creación de una unión aduanera y monetaria, organización que fue
instaurada por el ya mencionado Joseph Retinger.
El
propio Retinger, quien funge como secretario en el encuentro de Bilderberg,
sirvió durante la guerra en los servicios secretos ingleses (SOE) del general
Colin Gubbins. En el Reino Unido, Retinger, un aventurero polaco, fue consejero
del gobierno de Sikorski en el exilio. En Londres, protagonizó el microcosmo de
los gobiernos creados en el exilio, lo cual le proporcionó múltiples contactos
en la Europa liberada del fascismo.
Su
amigo Sir Gubbins abandonó oficialmente los servicios secretos británicos y el
SOE fue disuelto. Dirige entonces una pequeña empresa de tapices y productos
textiles que le sirve de «pantalla». En realidad, Gubbins está a cargo de la
creación de la rama inglesa del Gladio. Después de haber participado en todas
las reuniones preparatorias del congreso de Bilderberg, se encuentra entre los
invitados, sentado al lado de Charles D. Jackson.
Los
participantes ignoran que son en definitiva los servicios secretos de la OTAN
quienes realmente dan origen al encuentro de Bilderberg. El príncipe Bernhard,
Coleman y Van Zeeland sirven de fachada.
Aunque
periodistas imaginativos hayan creído encontrar en el grupo de Bilderberg la
voluntad de crear un gobierno mundial oculto, este club de personalidades
influyentes no es más que una herramienta de cabildeo que la OTAN utiliza para
promocionar sus propios intereses. Esto es mucho más serio y mucho más
peligroso ya que es la OTAN la que ambiciona convertirse en un gobierno mundial
oculto capaz de perpetuar el statu quo internacional y la influencia de Estados
Unidos.
Además,
en las siguientes reuniones la seguridad del Grupo de Bilderberg no estará en
manos de la policía del país donde se organiza el encuentro sino que será
cuestión de los soldados de la OTAN.
Entre
los 10 oradores inscritos se destacan dos ex primeros ministros –el francés Guy
Mollet y el italiano Alcide de Gasperi–, tres responsables del Plan Marshall,
el halcón de la guerra fría Paul H. Nitze y, sobre todo, un poderosísimo
financiero, David Rockefeller.
Según
los documentos preparatorios, una veintena de participantes están al tanto del
secreto. Conocen más o menos en detalle quiénes son los que realmente manejan
el show y han redactado de antemano sus intervenciones. Hasta los menores
detalles están previstos y no se deja ni el más mínimo espacio a la
improvisación. Por su parte, los demás participantes, unos cincuenta, ignoran
por completo lo que se está tramando. Han sido escogidos para que ejerzan su
influencia sobre sus respectivos gobiernos y sobre la opinión pública de sus
países respectivos. Así que el seminario ha sido organizado para convencerlos y
para llevarlos a que se impliquen en la propagación de los mensajes que se
quiere divulgar.
En
vez de abordar los grandes problemas internacionales, las intervenciones analizan
la supuesta estrategia ideológica de los soviéticos y explican el método a
seguir para contrarrestarla en el «mundo libre».
Las
primeras intervenciones evalúan el peligro comunista. Los «comunistas
conscientes» son individuos que pretenden poner su patria al servicio de la
Unión Soviética para imponerle al mundo un sistema colectivista. Y hay que
combatirlos. Pero se trata de una lucha difícil ya que estos «comunistas
conscientes» están diseminados por toda Europa dentro de una masa de electores
comunistas que nada saben de sus siniestros propósitos y que los siguen con la
esperanza de obtener mejores condiciones sociales.
La
retórica se endurece poco a poco. El «mundo libre» debe enfrentar el «complot
comunista mundial», no sólo de forma general sino dando también respuesta a
problemas concretos vinculados a las inversiones estadounidenses en Europa y la
descolonización.
Finalmente,
los oradores abordan el problema principal que, según afirman ellos, los
soviéticos están explotando en su propio beneficio: por razones culturales e
históricas, los responsables políticos del «mundo libre» emplean argumentos
diferentes en Estados Unidos y en Europa, argumentos que a veces se
contradicen. El caso más emblemático es el de las purgas que organiza el
senador McCarthy en Estados Unidos. Estas resultan indispensables para salvar
la democracia, pero el método utilizado es visto en Europa como una forma de
totalitarismo.
El
mensaje final es que no hay negociación diplomática ni compromiso posible con
los «Rojos». Hay impedir, cuesto lo que cueste, que los comunistas logren
desempeñar un papel en Europa Occidental. Pero habrá que actuar con astucia.
Como no podemos arrestarlos y fusilarlos, habrá que neutralizarlos con
discreción, sin que los electores se den cuenta. O sea, la ideología que se
desarrolla en el encuentro es la de la OTAN y el Gladio. Nunca se dijo allí que
se recurriría al fraude electoral ni que los indecisos serían asesinados, pero
todos los participantes admitieron que, para salvar el «mundo libre», había que
poner las libertades entre paréntesis.
Aunque
el proyecto de la Comunidad Europea de Defensa (CED) fracasó 3 meses más tarde
debido a los golpes que le asestaron tanto diputados comunistas como
«nacionalistas extremistas», o sea los gaullistas, su objetivo no era en
realidad apoyar la creación de la CED ni ninguna otra medida política en
particular sino divulgar una ideología en el seno de la clase dirigente y
transmitirla después, a través de dicha clase, al resto de la sociedad.
Objetivamente, los ciudadanos de Europa Occidental disponían cada vez más de
información sobre las libertades que no tenían los habitantes de Europa
Oriental, pero tenían cada vez menos conciencia de las libertades que ellos
mismos iban perdiendo en Europa Occidental.
EL GRUPO DE BILDERBERG SE
CONVIERTE EN UNA ORGANIZACIÓN
Un
segundo congreso se organiza entonces en Francia, del 18 al 20 de marzo de
1955, en la localidad de Barbizon.
Poco
a poco va imponiéndose la idea de que estos congresos van a realizarse cada año
y de que es necesario conformar una secretaría permanente. El príncipe Bernhard
se aparta luego evidenciarse su participación en un caso de tráfico de
influencia –el escándalo Lockheed-Martin). Cede entonces la presidencia al ex
primer ministro británico Alec Douglas Home (de 1977 a 1980). La presidencia
del Grupo de Bilderberg será ocupada posteriormente por el ex canciller y
presidente de la RFA Walter Scheel (de 1981 a 1985), el ex gobernador del Banco
de Inglaterra Eric Roll (de 1986 a 1989), el ex secretario general de la OTAN
Peter Carrington (de 1990 a 1998) y finalmente por el ex vicepresidente de la
Comisión Europea Etienne Davignon (desde 1999).
El
presidente del Grupo de Bilderberg contó durante mucho con la ayuda de dos
secretarios generales, uno para Europa y Canadá –los Estados vasallos– y otro
para Estados Unidos –el monarca. Pero actualmente existe un solo secretario,
desde 1999.
De
un año a otro, los debates son muy repetitivos. Es por eso que no son los
mismos invitados. Hay siempre un núcleo central que se encarga de preparar el
seminario de antemano y otros personajes que vienen por primera vez, a los que
se les inculca la retórica atlantista del momento.
Los
encuentros anuales reúnen actualmente más de 120 participantes, un tercio de los
cuales son miembros del núcleo. La alianza atlántica los selecciona según la
importancia de sus contactos y su capacidad de influencia, independientemente
de las funciones que ejerzan en la sociedad, y siguen siendo miembros del
núcleo central cuando cambian de ocupación.
Veamos
la lista exacta de dicho núcleo, incluyendo a los miembros del Consejo de
administración, que sirven de vitrina para los invitados, y algunos de los
miembros que se mantienen menos visibles para no asustar a los nuevos.
Consejo de administración
Josef Ackermann Banquero
suizo, director del Deutsche Bank, vicepresidente del Foro de Davos.
Roger C. Altman Banquero
estadounidense, ex consejero de las campañas electorales de John Kerry y de
Hillary Clinton, director del banco de negocios Evercore Partners Inc.
Francisco Pinto Balsemao Ex
primer ministro socialista de Portugal (de 1981 a 1983), presidente fundador
del principal grupo portugués de televisión SIC. (T)
Fran Bernabe Banquero
italiano, actual propietario de Telecom Italia (T)
Henri de Castries Presidente-director
general de la compañía francesa de seguros AXA
Juan Luis Cebrián Director
del grupo español de prensa escrita y audiovisual Prisa.
W. Edmund Clark Banquero
canadiense, Presidente del Toronto-Dominion Bank Financial Group
Kenneth Clarke Ex
vicepresidente de British American Tobacco (de 1998 a 2007), canciller y
ministro británico de la Justicia, vicepresidente de Movimiento Europeo UK.
George A. David Presidente-director
general de Coca-Cola.
Etienne Davignon Hombre de
negocios belga, ex vicepresidente de la Comisión Europea (de 1981 a 1985),
actual vicepresidente de Suez-Tractebel.
Anders Eldrup Presidente-director
generak de la compañía danesa de gas y petróleo DONG Energy.
Thomas Enders Director
de Airbus.
Victor Halberstadt Profesor
de economía en la universidad holandese de Leiden, funge como consejero de
diversas empresas como Goldman Sachs y Daimler-Chrysler.
James A. Johnson Financiero
estadounidense, fue uno de los principales responsables del Partido Demócrata y
estuvo entre los artífices de la investidura de Barack Obama. Es vicepresidente
del banco de negocios Perseus.
John Kerr of Kinlochard Ex
embajador del Reino Unido en Washington, vicepresidente del grupo petrolero
Royal Dutch Shell (T)
Klaus Kleinfeld Presidente-director
general alemán del gigante estadounidense del aluminio Alcoa.
Mustafa V. Koç Presidente-director
general del holding Koç, la empresa más importante de Turquía.
Marie-Josée Drouin-Kravis Editorialista
sobre temas económicos en la prensa escrita y audiovisual de Canadá.
Investigadora del extremadamente militarista Hudson Institute. Es la tercera
esposa de Henry Kravis.
Jessica T. Mathews Ex
directora de asuntos globales en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados
Unidos. Actual directora de la Fundación Carnegie.
Thierry de Montbrial Economista,
director fundador del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI) y
de la World Policy Conference.
Mario Monti Economista
italiano, ex comisario europeo para la competencia (de 1999 a 2005), cofundador
del Spinelli Group por el Federalismo europeo.
Egil Myklebust Ex
presidente del patronato noruego, director de Scandinavian Airlines System
(SAS).
Matthias Nass Director
adjunto del diario alemán Die Zeit
Jorma Ollila Hombre de
negocios finlandés, ex presidente-director general de Nokia, actual presidente
del grupo petrolero Royal Dutch Shell.
Richard N. Perle Ex
presidente del Consejo de Consulta de Defensa del Pentágono, es uno de los
principales líderes de los llamados straussianos (los discípulos de Leo
Strauss) y, por lo tanto, importante figura de los neoconservadores.
Heather Reisman Mujer de
negocios canadiense, Presidenta-directora general del grupo de edición
Indigo-Chapters.
Rudolf Scholten Ex
ministro de Finanzas de Austria, gobernador del Banco Central.
Peter D. Sutherland Ex
comisario europeo irlandés para la competencia. Fue posteriormente director
general de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Actual presidente de
Goldman Sachs International. Ex presidente de la sección europea de la Comisión
Trilateral y vicepresidente de la European Round Table of Industrialists,
actual presidente de honor del Movimiento Europeo en Irlanda.
J. Martin Taylor Ex
diputado británico, Presidente-director general del gigante de la química y de
la actividad agroalimentaria Syngenta.
Peter A. Thiel Jefe
de empresa estadounidense, Presidente-director general de PayPal, presidente de
Clarium Capital Management y, debido a esa posición, accionista de Facebook.
Daniel L. Vasella Presidente-director
general del grupo farmacéutico suizo Novartis.
Jacob Wallenberg Banquero
sueco, es administrador de numerosas compañías transnacionales.
Henry Kissinger, principal responsable de las personas a invitar
en el seno del Groupo Bilderberg
Miembros disimulados del núcleo
Carl Bildt Ex primer
ministro liberal de Suecia (de 1991 a 1994), ex enviado especial de la Unión
Europea y posteriormente de la ONU en los Balcanes (de 1995 a 1997 y de 1999 a
2001), actual ministro sueco de Relaciones Exteriores. (T)
Oscar Bronner Presidente-director
general del diario austriaco Der Standard.
Timothy C. Collins Financiero
estadounidense, director del fondo de inversiones Ripplewood. (T)
John Elkann Presidente-director
general del grupo automovilístico italiano Fiat (su abuelo Gianni Agnelli fue
durante 40 años uno de los promotores del Grupo de Bilderberg. Heredó la
fortuna familiar luego del deceso, por causas naturales, de su abuelo Giovanni
y de la prematura muerte de su tío Edoardo, quien se había convertido al Islam
chiíta. Existe la convicción, en fuentes policiales, de que Edoardo fue
asesinado para que la fortuna volviera a la rama judía de la familia).
Martin S. Feldstein Ex
consejero económico de Ronald Reagan (de 1982 a 1984) y actual consejero
económico de Barack Obama. Fue también consejero de George W. Bush para la
inteligencia exterior. Imparte clases en Harvard. (T)
Henry A. Kissinger Ex
consejero de seguridad nacional de Estados Unidos y ex secretario de Estado,
personalidad central del complejo militaro-industrial estadounidense, actual
presidente de la firma de consejería Kissinger Associates.
Henry R. Kravis Financiero
estadounidense a cargo del manejo del fondo de inversiones KKR. Es uno de los
principales recolectores de fondos del Partido Republicano.
Neelie Kroes Ex
ministra holandesa de Transporte, comisaria europea para la competencia y
actual comisaria para la sociedad numérica.
Bernardino Léon Gross Diplomática
española, secretaria general de la presidencia del gobierno socialista de José
Luis Rodríguez Zapatero.
Frank McKenna Ex miembro
de la Comisión de Vigilancia de los servicios de inteligencia canadienses,
embajador de Canadá en Washington (de 2005 a 2006), vicepresidente del Banco
Toronto-Dominion.
Beatriz de los Países Bajos Reina
de Holanda. Es la hija del príncipe Bernhard.
George Osborne Ministro
británico de Finanzas. Este personaje neoconservador es considerado como un
euroescéptico, lo cual implica que se opone a la integración del Reino Unido a
la Unión Europea, aunque sí es partidario de la organización del continente en
el seno de la UE.
Robert S. Prichard Economista
canadiense, director del grupo de prensa escrita y audiovisual Torstar.
David Rockefeller Es el
patriarca de una larga dinastía de financieros y el más antiguo miembro del núcleo
del Grupo de Bilderberg. Es también presidente de la Comisión Trilateral,
organización similar en la que participan personajes asiáticos.
James D. Wolfensohn Financiero
australiano que adoptó la nacionalidad estadounidense para convertirse en
presidente del Banco Mundial (de 1995 a 2005). Actual director de la firma de
consejería Wolfensohn & Co.
Robert B. Zoellick Diplomático
estadounidense, ex delegado de Comercio de Estados Unidos (de 2001 a 2005),
actual presidente del Banco Mundial.
Los miembros del Grupo de Bilderberger no implican en el Grupo a
las empresas o instituciones en las que trabajan. Es, sin embargo, interesante
observar la diversidad de sectores en los que desarrollan sus actividades.
EL GRUPO DE INFLUENCIA DE LA
ORGANIZACIÓN MILITAR MÁS PODEROSA DEL MUNDO
La
cantidad de temas abordados en los encuentros anuales del Grupo de Bilderberg
ha ido en aumento en los últimos años, en función de la actualidad
internacional. Pero eso no nos dice nada nuevo, ya que esas discusiones no
tienen en sí mismas ningún objetivo. No pasan de ser pretextos para comunicar
mensajes. No hemos tenido acceso, por desgracia, a los documentos preparatorios
más recientes, por lo que sólo podemos entonces inferir las consignas que la
OTAN trata de divulgar a través de estos líderes de la opinión.
La
reputación del Grupo de Bilderberg ha llevado a algunos a atribuirle
capacidades de nominación. Se trata de una tontería, que esconde además la
identidad de quienes realmente manejan los hilos en el seno de la alianza
atlántica.
Se
dice, por ejemplo, que durante la más reciente campaña para la elección
presidencial estadounidense, Barack Obama y Hillary Clinton desaparecieron
durante todo un día, el 6 de junio de 2008, para negociar el fin de su
rivalidad. En realidad se fueron al seminario anual del Grupo de Bilderberg, en
la localidad estadounidense de Chantilly, Estado de Virginia. Al día siguiente,
la señora Clinton anunciaba su salida de la carrera presidencial. Algunos
autores concluyeron entonces que la decisión se había tomado durante la reunión
del Grupo de Bilderberg, lo cual es ilógico en la medida en que aquella
decisión ya era un hecho desde 3 días antes debido a la cantidad de votos que
el senador Obama había obtenido en el comité de investidura del Partido
Demócrata.
Según
nuestra fuente, lo que sucedió aquel día fue otra cosa. Barack Obama y Hillary
Clinton se reunieron en privado para concluir un acuerdo financiero y político.
El senador Obama reinyectó fondos en la caja de su rival y le ofreció un puesto
en su administración –la señora Clinton rechazó la vicepresidencia y escogió el
Departamento de Estado– a cambio de su activo apoyo en la campaña contra el
candidato republicano. James A. Johnson presentó después a los dos líderes en
el seminario de Bilderberg, donde ambos aseguraron a los participantes que
trabajarían juntos. Ya desde mucho antes, Barack Obama era el candidato de la
OTAN. El señor Obama y su familia siempre trabajaron para la CIA y el Pentágono
[3]. Además, los primeros fondos para su campaña electoral fueron
proporcionados por la corona de Inglaterra a través del hombre de negocios
Nadhmi Auchi. Al presentar al senador negro ante los participantes del
encuentro de Bilderberg, la alianza atlántica estaba organizando a escala
internacional las relaciones públicas del futuro presidente de los Estados
Unidos.
También
se reportó que el Grupo de Bilderberg organizó entonces una cena que no estaba
prevista, fuera del marco del seminario, y que se desarrolló el 14 de noviembre
de 2009 en el castillo de Val Duchesse, propiedad del rey de Bélgica. El ex
primer ministro belga Herman van Rompuy pronunció un discurso en aquella
ocasión. Cinco días después, Van Rompuy fue electo presidente del Consejo
Europeo. También en este caso varios autores concluyeron erróneamente que el
Grupo de Bilderberg lo había «puesto en el cargo».
En
realidad, el presidente de la Unión Europea no puede ser una personalidad que
no forme parte de los círculos de la OTAN ya que –y es importante recordarlo–
la propia Unión Europea es fruto de las cláusulas secretas del Plan Marshall. Y
la persona escogida debe contar, por lo tanto, con el aval de los Estados
miembros de la OTAN. Se trata, por consiguiente, de una decisión que exige
largas negociaciones y que no se toma simplemente durante una cena entre
amigos.
También
según nuestra fuente, el presidente del Grupo de Bilderberg, Etienne Davignon,
convocó aquella cena imprevista para propiciar la presentación de Van Rompuy
ante sus vectores de influencia. Aquello se hacía más indispensable aún en la
medida en que el hombre escogido para convertirse en el primer presidente de la
Unión Europea –cargo que acababa de ser creado– era un perfecto desconocido
fuera de su propio país. Durante aquella cena, el señor Van Rompuy expuso su
programa de creación de un impuesto europeo destinado a financiar directamente
las instituciones de la Unión Europea sin tener que depender de los Estados
miembros. El papel de los participantes en el encuentro del Grupo de Bilderberg
no era otro que decir después en todas partes que ya conocían a Herman Van
Rompuy y que eran testigos de sus cualidades como presidente de la UE.
La
realidad sobre el Grupo de Bilderberg es por lo tanto menos romántica de lo que
algunos autores de éxito han imaginado. El increíble despliegue de fuerzas
militares que garantiza su seguridad no está tan destinado a protegerlo como a
impresionar a los propios participantes. No expresa el poderío de estos últimos
sino que les demuestra que el único verdadero poderío en Occidente es el de la
OTAN. Queda por parte de los participantes decidir si la apoyan para que ella
los apoye a ellos o si la combaten y se exponen así a ser aplastados.
Además,
a pesar de haber desarrollado en sus comienzos una retórica anticomunista, el
Grupo de Bilderberg no era antisoviético, como tampoco es hoy antirruso. Lo que
hace es seguir una estrategia de la alianza atlántica que no constituye un
pacto contra Moscú sino que está destinada a defender –y de ser posible a
extender– la zona de influencia de Washington. En el momento de su creación, la
OTAN concibió la esperanza de lograr que la Unión Soviética se integrara a
ella, lo cual hubiese implicado un compromiso de Moscú a mantener la
distribución del mundo que había resultado de las conferencias de Postdam y de
Yalta. La alianza atlántica acogió recientemente al presidente ruso Dimitri
Medvedev en la cumbre de Lisboa y le propuso que Rusia se uniese a ella. No se
trataría entonces de una relación de vasallaje sino del reconocimiento del
Nuevo Orden Mundial, en el que toda Europa Central y Oriental ha caído en la
órbita estadounidense. Una adhesión rusa sería en cierta forma como una especie
de tratado de paz: Moscú reconocería así su derrota en la guerra fría y la
nueva repartición del mundo.
En
ese caso, el Grupo de Bilderberg invitaría a personalidades rusas a sus
reuniones anuales. No les pediría que influyeran en la opinión pública rusa
para americanizarla, sino para convencerla de que renuncie definitivamente a
los sueños de grandeza del pasado.
[1] La CED es un proyecto que tenía como objetivo la
creación de un ejército europeo integrado a la OTAN.
Fue rechazado en 1954 por el parlamento francés, a
instancias de los seguidores del general Charles de Gaulle y del Partido
Comunista Francés. Habrá que esperar hasta 2010-2011 para que aquel proyecto
comience a concretar gracias a la connivencia franco-británica en el seno de la
OTAN que da inicio a la guerra contra Libia.
[2] «Ver Les armées secrètes de l’OTAN», por Daniele
Ganser. Este libro está publicado por capítulos en Voltairenet.org.
[3] «La biographie cachée des Obama: une famille au
service de la CIA» (2 partes), por Wayne Madsen, Réseau Voltaire, 30 de agosto
y 20 de septiembre de 2010.