Hizbullah no va a
permitir nuevas violaciones a la soberanía de Líbano
La visita del Secretario General,
Ban Ki-moon esta semana, sirvió también para que se conocieran de primera mano
las decisiones políticas del gobierno libanés respecto del Tribunal Especial
para Líbano (TEL), ya que dicho tribunal este año se apresta a iniciar los
juicios orales hacia mediados de año según lo había consignado la oficina de
prensa del TEL. De acuerdo con Líbano y según el acuerdo de con Naciones
Unidas, el mandato del TEL debe extenderse -si no se ha hecho el 29 de febrero-
de forma automática; consultado Ban sobre cuánto tiempo debe extenderse, el Secretario
señaló que ello sería decidido por él en consulta con el Consejo de Seguridad y
las autoridades libanesas.
Ban remarcó la efectividad del
TEL, ya que desde su creación no ha habido asesinatos políticos en Líbano, por
lo que el Secretario de ONU estima que el mensaje sobre la utilización de estas
herramientas como mecanismos para ponerle fin a la impunidad ha sido
transmitido claramente. También Ban remarcó la necesidad que la Resolución 1559
del Consejo de Seguridad se respete y aplique plenamente ya que las armas fuera
de la autoridad del Estado son muy peligrosas; en particular ya que ha habido
denuncias de transferencias ilegales de armas que repercuten negativamente a la
paz y estabilidad de Líbano así como en la región.
Sayyed Hassan Nasrallah, líder de
Hezbollah, lanzó un duro ataque a Naciones Unidas, al término de la visita
oficial a Líbano del Secretario General Ban Ki-moon; Nasrallah habló el sábado
con motivo del Arbaeen - 40 días después de la conmemoración de la Ashura- e
instó a las potencias regionales a ayudar a poner fin a la crisis en Siria y
pidió a la oposición siria que comenzar el diálogo.
Nasrallah le respondió al
Secretario Ban -quien dijo que estaba preocupado por el poder especial
Hezbollah- agradeciéndole sus preocupaciones pero que los que realmente
deberían estar preocupados son EE.UU. e Israel, ya que Hezbollah no iba a
permitir una nueva ocupación o violación de Líbano.
Nasrallah expresó su
sorpresa después de todos los logros históricos de la resistencia en el Líbano,
Palestina e Irak alguien venga a cuestionar la utilidad misma de la resistencia
y le pidió a Ban que le indicase cuál es la alternativa.
Nasrallah también elogió la
política neutral adoptada por el malestar del gobierno, en relación con el
Primer Ministro Najib Mikati para Siria, y señaló que Líbano trata de
disociarse de la situación política de su vecino pero Líbano es el más afectado
por los sucesos en Siria. Nasrallah instó a la oposición, tanto dentro como
fuera del país, a iniciar el diálogo con el gobierno del presidente Al- Assad,
y a cooperar con él para llevar a cabo las reformas anunciadas.
Walid Jumblatt, líder del Partido
Socialista Progresista, también hizo un llamado a Irán y Rusia a presionar al
régimen sirio para que cumpla con el plan de paz de la Liga Árabe y le ponga
fin a la crisis ya que de extenderse la actual situación conduciría a una
guerra civil. Jumblatt señaló que la descripción del movimiento popular como
parte de una conspiración no niega las demandas legítimas de libertad por parte
de la sociedad siria y, que de hecho, la calificación de los manifestantes
contra el régimen como terroristas y parte de una conspiración también
socavaría la causa de todos los movimientos de liberación legítimos, tal como sucede
en Bahrein, Túnez y Egipto, no son "terroristas" al igual que los de
Siria.
El canciller turco Ahmet
Davutoglu, dijo que su país no quiere que Líbano se convierta en otra víctima
de los disturbios en Siria e Irak y que los cristianos en el Oriente Medio
sufran o sean considerados como ciudadanos de segunda clase; las declaraciones
de Davutoglu se produjeron luego de la vista del funcionario turca al líder del
Partido Kataeb Amin Gemayel, quien ofreció una cena en su honor en su
residencia de Bikfaya Metn.
La visita de tres días a Líbano
del Secretario General, Ban Ki-moon, concluyó el domingo con fuertes mensajes
políticos sobre los tres temas más importantes que ocupan la agenda libanesa:
el TEL, la cuestión de las armas de Hezbollah y la situación de inestabilidad
en Siria. Ban ha ratificado el compromiso del gobierno libanés para la
renovación de Protocolo del TEL al mismo tiempo que reiteró las conclusiones
expuestas en su informe sobre la Resolución 1559 y la necesidad del desarme de
Hezbollah. Pero la declaración más trascendental fue la visión del Secretario
General sobre la situación del presidente sirio, Bashar al Assad, a quien le
pidió que deje de matar a su pueblo ya que el "viejo orden de un solo
hombre” se está terminando en Medio Oriente.
Esto parece indicar que Naciones
Unidas no va a quedarse de brazo cruzados y que se buscará el apoyo para una
solución alternativa de países con intereses en la región y que deseen cooperar
en la búsqueda de una salida al tema sirio. Pero también es un fuerte mensaje
para los gobiernos autocráticos que subsisten en la región, sobre la necesidad
de una apertura enfocada a los derechos cívico-políticos hacia la sociedad, en
vez de realizar sucesiones dinásticas o familiares y utilizar la fuerza como
elemento de intimidación social.
Fuente: Fernando Bazán.