«Es
el momento ideal para el feminismo islámico»
En plena revolución árabe,
Asma Lamrabet ha visitado España y Euskal Herria de manos de Ipes, Askapena y Bilgune
Feminista, para hablar sobre feminismo islámico, una corriente cada vez más
extendida entre las mujeres musulmanas. En la entrevista concedida a GARA,
desmonta el discurso de Occidente sobre las mujeres y el islam.
¿En qué fundamentos se basa el feminismo islámico?
El
feminismo islámico es el feminismo como lo conocemos en el resto del mundo, con
principios universales, que reivindican libertad, emancipación y dignidad para
la mujer. Es islámico porque se refiere a unos principios que están en nuestra
cultura en lo referente al mensaje espiritual que encierra el islam. A este
respecto, quisiera aclarar dos cosas. La gente cuando oye los términos
feminismo e islam juntos, se queda como cortada y se pregunta el porqué de
feminismo e islam, ya que el islam está visto como una religión discriminatoria
hacia la mujer. Lo que quisiera aclarar es que cuando hablamos de religión,
hablamos de sistema, de una ideología religiosa y de una institución religiosa,
pero dentro de todas las religiones hay un mensaje espiritual.
Lo
que ha traído la discriminación de la mujer son las instituciones religiosas y
el sistema religioso, no el mensaje. Nosotras queremos reivindicar los derechos
a partir de este mensaje espiritual y luchar contra las instituciones
religiosas, que son las que han hecho una lectura patriarcal del mensaje
espiritual.
A
la pregunta de por qué feminismo islámico y no simplemente feminismo, debo
contestar que hay distintas corrientes feministas. No me van a decir que el
feminismo occidental es un feminismo monolítico, que sólo hay uno y que ese uno
es único, porque no es verdad. Dentro del feminismo hay modelos diferentes y
también principios universales que todas compartimos. Hay que saber diferenciar
entre modelos y principios. Los principios universales son la lucha por la
emancipación de la mujer, por la dignidad y por la igualdad. Es por eso que, al
igual que hay feminismo radical, feminismo de Estados Unidos o black feminism,
existe el feminismo islámico. El islam y la mujer musulmana están tan
estereotipados, que es difícil entender cómo una mujer musulmana reivindica sus
derechos a partir de su, entre comillas, religión.
¿Cómo surge el feminismo islámico?
Como
movimiento, es relativamente nuevo y plural, no hay un único feminismo
islámico, ya que existen distintas corrientes. Así, por ejemplo, hay corrientes
feministas islámicas que no quieren el título de «feminismo» porque tiene una
connotación negativa occidental. Cuando estoy en Europa, digo que reivindico mi
feminismo, porque sé que la gente lo entiende, pero cuando estoy en el mundo
árabe lo digo de otra manera para que no choque ni traumatice. Es una cuestión
de conceptos, no de principios y esto hay que respetarlo.
Este
movimiento surgió en los años 90, pero no es un movimiento que nace en una sola
parte del mundo. Nació en Egipto, pero también en Irán, en Marruecos, en Túnez,
sin olvidarnos de los países más grandes del mundo musulmán; Indonesia y
Malasia, donde hay un movimiento muy importante de feminismo islámico. También
tomó cuerpo en comunidades islámicas de otros países, como, por ejemplo, dentro
de Estados Unidos, donde las mujeres tienen estudios superiores.
Si
bien comenzó en los 90, no lo hizo de la nada, es la continuación del feminismo
nacionalista árabe, que cobró importancia entre los años 40 y 50 y en el que
las mujeres lucharon codo con codo con los hombres por la descolonización. Pero
después de la independencia, fueron marginadas y el feminismo nacionalista
quedó muy ausente. En los 50, nació el feminismo laico que no quería tener nada
que ver con la religión, porque era la época del marxismo y de la izquierda
radical. El feminismo laico no dio sus frutos porque el pueblo árabe es un
pueblo que está arraigado en el islam, que constituye una memoria, una
historia, una experiencia milenaria que el pueblo no puede dejar. La generación
joven, la que ha seguido y tenido acceso al estudio del islam, ha visto que
todo lo que decían las feministas laicas no era del todo cierto, que la lectura
que las instituciones han hecho de los textos sagrados, todas controladas por hombres,
son las responsables de la marginación de la mujer.
¿Cuál es la situación actual?
Las
mujeres han comenzado a releer los textos sagrados y se han dado cuenta de que
lo que encierran es un mensaje espiritual, que, al contrario de lo que se dice,
está liberando y ha liberado a las mujeres. Es liberador y emancipador. Es por
eso que ahora las mujeres tenemos argumentos religiosos para luchar contra los
ulemas e imanes que sostienen lo contrario.
¿Qué opinión tiene el movimiento feminista islamista sobre
la sharia?
Cuando
se habla de la sharia, la gente se asusta y piensa en un código penal de cortar
manos y lapidar mujeres. Pero, la sharia no existe en el texto sagrado. El
Corán habla de la sharia como norma, como una orientación. Literalmente, la
palabra sharia significa «vía». El mensaje espiritual del Corán dice «te
ofrezco una vía». La vía es un camino, una ética para seguir y no hay nada en
todo el Corán que se llame sharia que se refiera a castigos corporales. Sólo el
3% del Corán habla exclusivamente de los castigos, pero se deben leer bien. En
el Corán sólo aparecen cortar la mano al ladrón y flagelar al hombre o mujer
adúltera, la lapidación no existe, es una tradición anterior al islam, una
tradición judía. Pero, como he dicho, hay que leer bien, pues para cortar la
mano al ladrón debemos estar en una sociedad ideal donde no hay pobres que
necesiten robar. Es decir, más bien es una metáfora que un castigo de verdad.
Además, debemos tener en cuenta que antes sólo existían los castigos
corporales, no había cárceles ni nada así, y este versículo debe ser analizado
teniendo en cuenta esa coyuntura. En definitiva, la finalidad de este versículo
es que haya justicia, que no haya pobres que necesiten robar. En lo referente a
la flagelación, lo importante es que para decir que debemos flagelar al hombre
o a la mujer necesitamos cuatro testigos que hayan asistido al acto sexual.
¿Qué quiere decir esto? Pues que es imposible demostrar el adulterio. Esto, en
el Corán, era una pedagogía para educar al pueblo árabe -que era un pueblo
tribal y primario- a respetar la intimidad de los demás. Pero, se suele hacer
una lectura patriarcal y las instituciones han decidido que todo el Corán sea
ese 3%. Esto viene de la cultura wahhabi, que es una ideología de Arabia Saudí.
Toda la ideología radical extremista religiosa viene de este país. Los imanes y
los ulemas hablan del islam y el pueblo árabe musulmán, que, por lo general, es
muy analfabeto, se cree lo que éstos dicen porque tienen los medios y el dinero
para divulgar su mensaje, son como el Papa. Este es el gran problema. Por
supuesto, ellos no reconocen el feminismo islámico y nos acusan de traidoras y
de occidentalistas.
¿Cómo están afectando las revueltas árabes al movimiento?
Pienso
que es el momento ideal para el feminismo islámico. Yo estoy muy contenta,
porque hemos podido ver a mujeres que eran desconocidas, que llevaban años
trabajando por la revolución, pues no ha sido cosa de un día a otro, que
estaban en la sombra. El hecho de que el premio Nobel haya sido para una
revolucionaria yemení, periodista, desconocida, pobre, madre de tres hijos...
que ha salido a la calle hablando por un microfóno, llamando a hombres y
mujeres a luchar.
Estoy
muy contenta de que den premios a mujeres jóvenes como ella que lo necesitan. O
como cuando vemos en Siria a una artista que está saliendo a la calle, que ha
sido raptada dos veces, violada, pero que sigue saliendo y es líder de esta
revolución. O en Egipto, cuando la primera mujer escribió en un blog llamando a
mujeres y hombres a salir a la calle y lo siguió haciendo todos los días.
Estoy
feliz de ver que estas mujeres ya están saliendo. Y hay millones de mujeres
como ellas. Yo soy optimista con esta revolución árabe porque son hombres y
mujeres jóvenes que han salido y que no tienen ninguna ideología. Son un
movimiento espontáneo cuyo único objetivo es la libertad, el honor y la
dignidad. Esos son los tres eslóganes que hemos visto en todos los países.
¿Y la tendencia islamista en las elecciones tras las
revueltas?
El
problema es que cuando los jóvenes han ganado, llegan las elecciones y la
mayoría de los partidos que se presentan son creados por el Estado déspota. Los
únicos que estaban allí, que tenían cierta virginidad política porque siempre
han estado en la oposición u oprimidos, son los islamistas y así el pueblo no
ha tenido elección, por no votar a los mismos de siempre ha votado a los
islamistas. Esta es una de las razones, pero no es la única, pues no debemos
olvidar que el islam sigue siendo un referente indispensable. La cuestión es
cuál será el proyecto de estos partidos islamistas. Yo no creo que tengan un
proyecto social concreto, creo que han hecho oposición por oposición, pero no
tienen un discurso moralizador, no tienen un proyecto para reformar, para poner
fundamentos verdaderos de la democracia. Puede ser que me equivoque, el futuro
nos lo dirá.
«EL VELO ES COSA ENTRE DIOS Y
YO»
Occidente tiende a mostrar el velo como ejemplo de opresión
de la mujer en la religión islámica ¿Qué opinión le merece esta valoración?
El
velo no es ni cultural, ni político, ni ideológico, ni significa una sumisión
al hombre. Es una convicción personal que está relacionada con la fe. El velo
aparece citado en el Corán una sola vez y de manera sutil, como una mera
recomendación dentro del comportamiento ético de la decencia y hace referencia
tanto a hombres como a mujeres. El problema es que un discurso islámico
machista y patriarcal ha hecho de este único versículo el principio básico de
lo que debe ser una musulmana. Yo como persona independiente, libre y
musulmana, tengo derecho a decidir qué quiero ponerme y todas deben tener este
derecho.
El
velo es algo entre Dios y yo. Pero Occidente vive muy mal esto y no ha sido
capaz de asumir toda esta diversidad. La prohibición del velo va en contra del
derecho de la mujer sobre su cuerpo. Yo critico de la misma manera a aquellos
que utilizan el cuerpo desnudo de la mujer para hacer publicidad, como a los
radicales musulmanes que quieren que la mujer vaya tapada de arriba abajo y
dejarla invisible.
¿Cuáles son las prioridades de su lucha?
Nuestra
lucha está enfocada hacia la obtención de la igualdad entre hombres y mujeres
en todos los ámbitos de la vida política, social y jurídica. Hay estatutos
personales casi en todo el mundo árabe musulmán donde la mujer sigue siendo
menor de edad a nivel jurídico con enormes contradicciones. Por ejemplo, en
Arabia Saudí, la mujer puede ser directora de una empresa financiera, dispone
de todos los medios que quiere, pero, sin embargo, no tiene permiso de viajar
sin su marido, y si no hay marido, no puede viajar sin su hijo, aunque éste
tenga 14 años. Tampoco tiene derecho de conducir.
Por
otro lado, las reformas llevadas a cabo en Túnez son muy positivas aunque no
son suficientes si a su vez no se reforma la educación, pues el pueblo las
interpreta como antislámicas. Hay que cambiar las mentalidades y para ello la
educación.
Fuente: http://www.webislam.com/articulos/66483-es_el_momento_ideal_para_el_feminismo_islamico.html