Resulta que un veterano consigue
que una espectacular vedette rubia, llena de curvas sinuosas y siliconas por
todos lados acepte pasar una noche con él.
Cuando van en el ascensor hacia el
nido de amor la vedette le dice que debajo de su tapado de piel no tiene puesto
absolutamente nada y le hace juegos de apertura y cierre del tapado que dejan
con la boca abierta a su acompañante.
Bajan del ascensor, se encaminan
por el pasillo del hotel, abren una habitación y entran. La vedette se saca
totalmente el tapado, queda desnuda y se tira sobre la cama en pose
alucinantemente tentadora.
El veterano se queda parado quieto en medio de la
habitación mientras mira aquel espectacular cuerpo.
Lentamente lleva la mano
izquierda a sus genitales y la mano derecha al medio de su pecho. La vedette
desde la cama le dice: «¿Qué le pasa abuelo?».
El veterano, siempre con las manos
en genitales y pecho, le contesta: «Estoy tanteando qué se me para primero...».