Una rubia va conduciendo su auto por
una ruta, cuando una mujer policía, rubia como ella, la detiene. La agente le
pide el registro a la conductora, y ésta responde, después de revolver su
cartera:
-Lo siento, pero debo habérmelo
olvidado en casa...
La blonda policía dice:
-Bueno, supongo que tendrás otro
documento de identidad...
La rubia conductora vuelve a rebuscar
en el contenido de su cartera, y saca un espejo de mano; se mira en él, se lo
entrega a la agente y dice:
-Lo único que tengo es esta foto mía.
La rubia policía mira el espejo y
responde:
-Ah, sos policía vos también... Si
sabía no te paraba...