Tres prisioneros, uno de ellos nativo
de Galicia, escapan de la cárcel. En su huida, perseguidos por la Policía, se
meten en un granero para refugiarse.
Entran, y a los pocos instantes
escuchan la sirena de un patrullero. Uno de los presos dice:
- ¡Rápido: ahí hay tres bolsas de
arpillera! ¡Metámonos adentro!
Y así lo hacen. Uno de los policías,
arma en mano, entra y comienza a revisar el granero. Y llega a las tres bolsas.
Sospechando algo, patea la primera, y el preso que está adentro grita:
- ¡Miau!
El agente dice: «Debe haber un gato
adentro...». Se acerca a la segunda bolsa y también la patea. El preso
responde:
- ¡Guau!
El policía dice en voz alta: «Guau; es
un perro». Finalmente se aproxima a la tercera, donde está el natural de
Galicia y la patea:
- ¡Papas!