En vez de hablar del “20N”, los editores prefieren marcar que se trata de la “primera huelga nacional” que sufre el kirchnerismo. Creen los “piquetes” marcarán el “éxito” o no de la protesta.
Los editores porteños se unen para señalar que a partir de las 00 de hoy comenzó la “primera huelga general” no sólo contra el Gobierno de Cristina Fernández sino también contra el kirchnerismo. Aclaran que la CGT de Hugo Moyano y la de Luis Barrionuevo, más la CTA de Pablo Micheli fueron los que convocaron la medida de fuerza. También reconocen que se plegaron la Federación Agraria de Eduardo Buzzi y la Sociedad Rural Argentina.
En profundidad, informan que por la huelga no habrá recolección de residuos, no funcionará el transporte de carga ni el de combustible ni tampoco el de caudales. Agregan que la Asociación Bancaria convocó al paro y que se estima que tampoco haya vuelos de cabotaje porque los gremios del transporte aéreo se sumaron a la medida. Con respecto al transporte público, señalan que funcionará con normalidad, aunque deslizan que los “piquetes” podrían entorpecer el servicio. En toda su plana 5, Clarín despliega un mapa con los lugares donde habrá “piquetes”.
Al comienzo de la sección “Tema del día”, en la página 3 de Clarín, Carlos Galván prevé que “el éxito de la huelga estará subordinado en gran parte a los más de 160 bloqueos que activistas sindicales y de diferentes organizaciones sociales realizarán en puentes, rutas, autopistas y avenidas de todo el país”. Registra que el oficialismo opositor, con Hugo Moyano a la cabeza, “se propone conseguir hoy algo inédito en los casi 10 años de gestión K: paralizar Argentina durante todo un día”. Por último, el periodista tilda de “improbable” que Moyano, Micheli y Barrionuevo se muestren juntos.
En la nota central de La Nación, Nicolás Balinotti coincide con su colega de Clarín porque define que “la clave del éxito de la medida de fuerza descansa esencialmente en el efecto de los piquetes”. Por otro lado, añade que Barrionuevo “presionó” al Ejecutivo nacional al presionar con la posibilidad de lanzar un “paro de 36 horas” en caso de que no se atiendan los reclamos.
La periodista Paula López le pone su sello a la nota central de El Cronista y se alinea a sus colegas de los dos matutinos más vendidos al reconocer que “para garantizar el éxito de la protesta, los organizadores buscarán inmovilizar la Ciudad de Buenos Aires y las principales ciudades del interior”. El director general del diario salmón, Fernando González, manifiesta que se agregará “una cuota más al caos argentino” porque “las consecuencias de un paro general siempre terminan siendo más graves para la ciudadanía que los errores de gestión que se denuncian”.
Luis Bruschtein opina en Página/12 que “la única razón en común” que tienen los “sectores tan disímiles” de la CTA y las dos CGT “es que en política son opositores al gobierno nacional”. Legitima la protesta, pero no entiende cómo se convoca a un paro nacional, “en un año de crisis económica”, contra un Ejecutivo “que viene desarrollando políticas que han favorecido a los trabajadores”.
Mariano Martín sostiene en Ámbito que una de “las claves de la medida de fuerza será la falta de combustible”.
La voz del Gobierno se distingue en todos los matutinos, porque los funcionarios calificaron que la huelga es un “chantaje” (el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina) o una medida “extorsiva” (el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo) que sólo busca generar “caos” (el secretario de Seguridad, Sergio Berni). La Nación se detiene en el “cruce” entre Berni –que garantizó el funcionamiento del transporte público y la seguridad– y Micheli –que retrucó: “‘Vamos a cortar rutas y puentes cada vez que sea necesario’”–.
A propósito, el diario de los Saguier y El Cronista creen que el Gobierno “descalificó” o “repudió” la medida de fuerza, y Página jerarquiza los dichos de Abal Medina. Pablo Ibáñez agrega en Ámbito que “la foto que más pánico genera en la Casa Rosada es una que reedite eventuales incidentes sobre las vías” y que, por esa razón, Berni se enfocará en la seguridad en los ramales ferroviarios.
Al detallar sobre los reclamos puntuales, todos aclaran que el sindicalismo opositor pide por la universalización de las asignaciones familiares, la suba del mínimo no imponible para el impuesto a las Ganancias y el pago de la deuda que mantiene el Estado con las obras sociales.
La relación entre YPF y Repsol, en la lupa
La actualidad de la firma estatal vuelve a formar parte de la cartelera porteña. Esta vez, se concentran en la posición de Repsol –la empresa española que estaba al frente de la petrolera antes de la renacionalización–, que demandó a Chevron por negociar con YPF.
Todos los matutinos, en espacios escuetos, coinciden al marcar que un tribunal de Justicia de Madrid “admitió” el trámite de una demanda iniciada por Repsol contra la norteamericana Chevron por “competencia desleal”.
Desde el matutino de los Saguier, Diego Cabot revela: “Dos fuentes oficiales confirmaron a LA NACION que poco se podrá hacer por YPF si antes no se cierra el capítulo Repsol. Ambas coincidieron en que… la negociación no tardará en abrirse”. Además, reproduce las supuestas palabras que el CEO de YPF, Miguel Galuccio, le habría dicho a “unos pocos”: “‘No es un tema que está dentro de mis funciones porque excede a YPF, pero me interesa mucho que se termine con eso. Es muy complicada la gestión en el exterior con semejante tema abierto’”.
Al igual que ayer, las noticias especulativas que se concentran en las legislativas de 2013 y en las presidenciales de 2015 vuelven a ganar protagonismo entre las páginas políticas. De todos modos, sólo tres matutinos sostienen esta mirada, con el foco puesto en el gobernador bonaerense Daniel Scioli.
En un artículo sin firma, Clarín señala que “El kirchnerismo busca frenar la disputa por la candidatura del 2015” y, al mismo tiempo, detecta que “se debilita” el plan de la “re-re” para Cristina Fernández. En particular, especifica que el diputado Carlos Kunkel (FpV), “vocero oficioso de los pensamientos de la Casa Rosada”, anticipó: “‘los peronistas elegiremos quién será nuestro candidato en 2014’”.
Para el matutino fundado por Noble se trató de una forma de enviarle un mensaje al gobernador Daniel Scioli luego de las versiones que surgieron estos días sobre su posible lanzamiento presidencial para 2015. Por otro lado, Clarín edita: “Moyano le mete presión a Scioli para que marque diferencias y se lance ya”.
El editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum, se anima a plantear: “la sucesión se plantea prematuramente, quizá porque se notan los signos del agotamiento político, además de razones personales de Cristina”. Igualmente, cree que otros exponentes del kirchnerismo, en cambio, opinan que el “enfriamiento” de la “re-re” se trata de un “intento angustioso de sacar de cartelera una cuestión que, de instalarse, horadará el poder de Cristina, mucho tiempo antes de que su período entre en la agonía”. El domingo, en cambio, estaba convencido de que la Casa Rosada se encaminaba hacia la idea de la “autosucesión” de la Presidenta.
Desde un escueto espacio, La Nación cree que la foto que el mandatario bonaerense se sacó ayer con el diputado Francisco De Narváez, en el marco de los festejos por el 130º aniversario de la ciudad de La Plata, “no fue casual”.
Ruben Rabanal detalla en Ámbito que el tema Scioli “sobrevuela en el Congreso”. “Otro dato de esa realidad es que en un bloque esterilizado de todo sciolismo, el nombre de Daniel Scioli volvió a aparecer en los debates. ‘De condicionarlo pasamos a pensar cómo hacemos para que Scioli no sea un candidato de la oposición’, se confesaba ayer un kirchnerista que reconoce el cambio de expectativa que comenzó a aparecer en ese bloque bonaerense que hasta ahora no representó el poder del territorio, sino la voluntad del kirchnerismo más puro”, escribe el periodista del medio financiero.
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