Cordobazo, aniversario de la lucha del Pueblo contra la
opresión
Mi homenaje al Negro
En cercanías de Capilla del Señor -provincia de Buenos Aires- el
16 de septiembre de 1974, 130 balazos, calibre 9 mm., fueron descargados sobre
los cuerpos de Atilio López y el de su acompañante Juan José Varas, por
sicarios de la Triple A. El “Negro”, un digno representante de los trabajadores,
que no traicionó su condición de clase, aún espera una reivindicación
histórica.
Quienes participaron de las luchas obreras de los años sesenta y
setenta, recuerdan a dos referentes fundamentales: "el Negro y el Gringo”.
Atilio López es el negro y Agustín Tosco, el gringo.
López, Fue el tercero de cuatro hermanos varones. Nació el 9 de
agosto de 1929. Su padre era empleado en la sastrería de la cárcel de
encausados y su madre ama de casa.
Le pusieron Hipólito como primer nombre en honor al presidente
Irigoyen y porque compartían el ideario de la Unión Cívica Radical.
Asistió a la escuela Olmos - hoy shopping, propiedad de George
Soros.
Abandonó la escuela primaria para dedicarse al trabajo y al
deporte. A los 15 años ingresó como cadete en una fábrica de galletitas. Su
único biógrafo hasta la fecha, Mario Lavroff, destaca que por aquel entonces ya
manifestaba una clara vocación por la defensa de los trabajadores. En forma
simultánea continúa compitiendo en 100 y 200 metros llanos. Llegó incluso a ser
campeón argentino.
A los 21 años ingresa como chofer a la empresa de transporte automotor
CATA. Se casa y tiene dos hijos.
Carismático, inteligente, autodidacta y de salidas humorísticas
a pedir de boca, no tardó en ganar la confianza de sus compañeros que lo eligen
delegado. Desde entonces le pone el cuerpo a la lucha y transita el camino de
la militancia sindical en la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Al igual que la
mayoría de los trabajadores cordobeses, se identificó con el peronismo y
durante la resistencia, dirigió la primera huelga levantando los programas
obreros aprobados en Huerta Grande y La Falda.
A los 27, ya era secretario general de UTA y ocupó igual cargo
en la Confederación General del Trabajo (CGT-Combativa) de Córdoba, pluralista
y antiverticalista. En 1969, junto a Elpidio Torres y Agustín Tosco fueron los
referentes claves del Cordobazo antesala de la caída del dictador Juan Carlos
Onganía.
Comprometido con los ideales del peronismo revolucionario, como
cuadro político sindical, en 1973, el voto popular lo consagra vicegobernador
junto a Ricardo Obregón Cano a la sazón gobernador.
En febrero de 1974, un golpe institucional promovido y
consentido desde el gobierno nacional ejercido por el General Perón, los echa
por vía de una sublevación policial luego conocida como el
"Navarrazo".
Y para que no hubiera dudas de que el ala izquierda del
peronismo sindical sería aniquilada le arrebatan el sindicato. En cercanías de
Capilla del Señor, en la provincia de Buenos Aires, el 16 de septiembre de
1974, en coincidencia con el decimonoveno aniversario de la Revolución Fusiladora,
130 balazos, calibre 9 mm., fueron descargados sobre su cuerpo y el de su
acompañante Juan José Varas, por sicarios de la Triple A. Una multitud acompañó
el cortejo fúnebre desde Barrio Empalme hasta el cementerio San Jerónimo.
Este crimen político, ocurrido durante el gobierno de la derecha
peronista, preludia una política de Estado basada en el exterminio de
militantes políticos, sindicales y sociales que luchaban por el socialismo
nacional. "La derecha quería sacarse de encima a quienes en la memoria
colectiva podrían ser referentes en el futuro", supo decir Elvio
Alverioni, dirigente de la Tendencia Revolucionaria a quien le tocó la dura
tarea de acompañar con el megáfono el cortejo.
El “Negro”, un digno representante de los trabajadores, que no
traicionó su condición de clase, aún espera por una reivindicación histórica.
Fuente: Katy García. Periodista. www.prensared.com.ar -2008