jueves, mayo 31, 2012

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Insurrección popular y lucha armada. 
La generación de los sesenta

Cuando la dictadura argentina agrava el conflicto social y se producen las insurrecciones de masa lideradas por la clase obrera, es cuando surge la lucha armada

Cuando la dictadura militar de Onganía, además de proscribir a todos los partidos políticos y suprimir la autonomía universitaria, empezó a desarrollar una escalada de intervenciones sobre los sindicatos, desactivando progresivamente la negociación colectiva, el conflicto social se tensó a tal punto que sólo dejó margen para una resolución violenta del mismo.

En la primera etapa de oposición a la dictadura militar, cuando las formas de negociación corporativas (entre sindicalistas y empresarios, con arbitraje del gobierno fueron clausuradas por el gobierno, los trabajadores asalariados empezaron a movilizarse, para resistir los embates autoritarios contra sus derechos sociales, civiles y políticos. 
En un segundo momento, cuando se agrava el conflicto social y se producen las insurrecciones de masa lideradas por la clase obrera, es cuando surgen organizaciones de militantes que abrieron en la historia reciente de nuestro país, la experiencia colectiva de la lucha armada, como forma complementaria o superior –según las interpretaciones- de la lucha de masas.

Las adversidades sociales y políticas que tuvo que soportar la mayoría del pueblo, generó un sentimiento colectivo de solidaridad que favoreció el surgimiento de un frente opositor a la dictadura militar. En ese contexto, la generación de los sesenta dio sus primeros pasos políticos a través de prácticas semiclandestinas y clandestinas. En los diferentes terrenos de lucha donde se desarrolló la resistencia a la dictadura militar, esa nueva generación se encontró con la militancia combativa proveniente de generaciones anteriores, de la que recuperó valiosos aprendizajes políticos, que la condujo a romper con antiguos paradigmas liberales y con prácticas partidocráticas.

Carlos A. Dasso
www.cedema.org

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