OPTAR EN LA
POLITICA, EL ENORME EJEMPLO DE SCALABRINI ORTIZ
Escribió:
"Hay muchos actos y no de los menos trascendentales de la política interna
y externa del Gral. Perón que no serían aprobados por el tribunal de ideas
matrices que animaron a mi generación…..En el dinamómetro de la política esas
transigencias miden los grados de coacción de todo orden con que actúan las
fuerzas extranjeras en el amparo de sus intereses y de sus conveniencias".
Y
agrega: "No debemos olvidar en ningún momento -cualesquiera sean las
diferencias de apreciación- que las opciones que nos ofrece la vida política
argentina son limitadas. No se trata de optar entre el Gral. Perón y el
Arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el Gral. Perón y Federico Pinedo.
Todo lo que socava a Perón fortifica a Pinedo, en cuanto él simboliza un
régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al
pensamiento vivo del país".
Por
eso, cuando le proponen participar en un golpe contra el gobierno, rechaza la
invitación. Por eso, también, es uno de los primeros en alistarse en la
"Resistencia", en setiembre de 1955, a la caída de Perón.
El
golpe militar del 16 de setiembre propicia el retorno oligárquico. Ahora han
vuelto los hombres de paja del imperialismo, los mismos del los años treinta.
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NOTA
DE Hugo Presman:
Por
momentos me asombro, porque parece que hay que enseñarles peronismo a los
peronistas.
Ningún
gobierno, decía Perón, cumple el 100 por ciento de los objetivos nacionales y
populares, porque está el enemigo que también es fuerte. Cuando cumple el 50
por ciento o más ya el balance es favorable.
Jauretche
le decía a Jorge Del Río cuando se deslizaba a la oposición porque Perón no
expropiaba la CADE: “Es importante, sí, pero usted no puede ver la historia por
el agujerito de la cerradura de la CADE”.
El
balance general es el que interesa. Escuchen esto mis viejos y queridos amigos:
“Hay muchos actos, y no de los menos trascendentales por cierto, de la política
interna y externa del general Perón que no serían aprobados por el tribunal de
las ideas matrices que animaron a mi generación.
Pero
de allí no tenemos derecho a deducir que la intención fuese menos pura y
generosa. En el dinamómetro de la política, esas transigencias miden los grados
de coacción de todo orden con que actúan las fuerzas extranjeras en el amparo
de sus intereses y de su conveniencia.
No
debemos olvidar en ningún momento –cualesquiera sean las diferencias de
apreciación– que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son
limitadas.
No
se trata de optar entre el general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de
optar entre el general Perón y Federico Pinedo.
Todo
lo que socava a Perón, fortalece a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen
político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al
pensamiento del país” (1947).