La matemática en la antigüedad
Las
primeras referencias a matemática avanzada y organizada datan del tercer
milenio a.C.,en Babilonia y Egipto. Esta matemática estaba dominada por la
aritmética, con cierto interés en medidas y cálculos geométricos y sin mención
de conceptos matemáticos como los axiomas o las demostraciones.
Los
primeros libros egipcios, escritos hacia el año 1800 a.C., muestran un sistema
de numeración decimal con distintos símbolos para las sucesivas potencias de 10
(1, 10, 100…),similar al sistema utilizado por los romanos. Los números se
representaban escribiendo el símbolo del 1 tantas veces como unidades tenía el
número dado, el símbolo del 10 tantas veces como decenas había en el número, y
así sucesivamente. Para sumar números, se sumaban por separado las unidades,
las decenas, las centenas… de cada número. La multiplicación estaba basada en
duplicaciones sucesivas y la división era el proceso inverso.
Los
egipcios utilizaban sumas de fracciones unidad (1/n), junto con la fracción 2/3,
para expresar todas las fracciones. Por ejemplo 2/7, ‑ era la suma de las
fracciones
1/4 y 1/28 . Utilizando este sistema,los egipcios fueron capaces de resolver problemas aritméticos con fracciones, así como problemas algebraicos elementales. En geometría encontraron las reglas correctas para calcular el área de triángulos, rectángulos y trapecios, y el volumen de figuras como ortoedros,cilindros
1/4 y 1/28 . Utilizando este sistema,los egipcios fueron capaces de resolver problemas aritméticos con fracciones, así como problemas algebraicos elementales. En geometría encontraron las reglas correctas para calcular el área de triángulos, rectángulos y trapecios, y el volumen de figuras como ortoedros,cilindros
y,
por supuesto, pirámides. Para calcular el área de un círculo, los egipcios
utilizaban un cuadrado de lado 8/9 . del diámetro del círculo, valor muy
cercano al que se obtiene utilizando la constante pi (3,14).
El
sistema babilónico de numeración era bastante diferente del egipcio. En el
babilónico se utilizaban tablillas con varias muescas o marcas en forma de cuña
(cuneiforme); una cuña sencilla representaba al 1 y una marca en forma de
flecha representaba al 10. Los números menores que 59 estaban formados por
estos símbolos utilizando un proceso aditivo, como en las matemáticas egipcias.
El
número 60, sin embargo, se representaba con el mismo símbolo que el 1, y a
partir de ahí, el valor de un símbolo venía dado por su posición en el número
completo. Por ejemplo, un número compuesto por el símbolo del 2,seguido por el
del 27 y terminado con el del 10, representaba 2 × 602 + 27 × 60 + 10. Este
mismo principio fue ampliado a la representación de fracciones, de manera que
el ejemplo anterior podía también representar 2 × 60 + 27 + 10 × (1\60), o 2 +
27 × (1\60) + 10 × (1\60)-2. Este sistema, denominado sexagesimal (base 60),
resultaba tan útil como el sistema decimal (base 10).
Con
el tiempo, los babilonios desarrollaron unas matemáticas más sofisticadas que
les permitieron encontrar las raíces positivas de cualquier ecuación de segundo
grado. Fueron incluso capaces de encontrar las raíces de algunas ecuaciones de
tercer grado, y resolvieron problemas más complicados utilizando el teorema de
Pitágoras. Los babilonios compilaron una gran cantidad de tablas, incluyendo
tablas de multiplicar y de dividir, tablas de cuadrados y tablas de interés
compuesto. Además, calcularon no sólo la suma de progresiones aritméticas y de
algunas geométricas, sino también de sucesiones de cuadrados. También
obtuvieron una buena aproximación de v2.
Las matemáticas en el mundo islámico
Después
de un siglo de expansión en la que la religión musulmana se difundió desde sus
orígenes en la península Arábiga hasta dominar un territorio que se extendía
desde la península Ibérica hasta los límites de la actual China, los árabes
empezaron a incorporar a su propia ciencia los resultados de “ciencias
extranjeras”. Los traductores de instituciones como la Casa de la Sabiduría de
Bagdad, mantenida por los califas gobernantes y por donaciones de
particulares,escribieron versiones árabes de los trabajos de matemáticos
griegos e indios.
Hacia
el año 900, el periodo de incorporación se había completado y los estudiosos
musulmanes comenzaron a construir sobre los conocimientos adquiridos. Entre
otros avances, los matemáticos árabes ampliaron el sistema indio de posiciones
decimales en aritmética de números enteros, extendiéndolo a las fracciones
decimales. En el siglo XII, el matemático persa Omar Jayyam generalizó los
métodos indios de extracción de raíces cuadradas y cúbicas para calcular raíces
cuartas, quintas y de grado superior.
El
matemático árabe Al-JwDrizm; (de su nombre procede la palabra algoritmo, y el
título de uno de sus libros es el origen de la palabra álgebra) desarrolló el
álgebra de los polinomios; al-Karayi la completó para polinomios incluso con
infinito número de términos. Los geómetras, como Ibrahim ibn Sinan, continuaron
las investigaciones de Arquímedes sobre áreas y volúmenes. Kamal al-Din y otros
aplicaron la teoría de las cónicas a la resolución de problemas de óptica. Los
matemáticos Habas al-Hasib y Nasir ad-Din at-Tusi crearon trigonometrías plana
y esférica utilizando la función seno de los indios y el teorema de Menelao.
Estas trigonometrías no se convirtieron en disciplinas matemáticas en Occidente
hasta la publicación del De triangulis omnimodis (1533) del astrónomo alemán
Regiomontano.
Finalmente,
algunos matemáticos árabes lograron importantes avances en la teoría de
números,mientras otros crearon una gran variedad de métodos numéricos para la
resolución de ecuaciones. Los países europeos con lenguas latinas adquirieron
la mayor parte de estos conocimientos durante el siglo XII, el gran siglo de
las traducciones. Los trabajos de los árabes,junto con las traducciones de los
griegos clásicos fueron los principales responsables del crecimiento de las
matemáticas durante la edad media. Los matemáticos italianos, como Leonardo
Fibonacci y Luca Pacioli (uno de los grandes tratadistas del siglo XV en
álgebra y aritmética, que desarrollaba para aplicar en el comercio), se basaron
principalmente en fuentes árabes para sus estudios.
Historia del álgebra.
La
historia del álgebra comenzó en el antiguo Egipto y Babilonia, donde fueron
capaces de resolver ecuaciones lineales ( ax = b) y cuadráticas ( ax2 + bx =
c), así como ecuaciones indeterminadas como x2 + y2 = z2, con varias
incógnitas. Los antiguos babilonios resolvían cualquier ecuación cuadrática
empleando esencialmente los mismos métodos que hoy se enseñan. También fueron
capaces de resolver algunas ecuaciones indeterminadas.
Los
matemáticos alejandrinos Herón y Diofante continuaron con la tradición de
Egipto y Babilonia, aunque el libro Las aritméticas de Diofante es de bastante
más nivel y presenta muchas soluciones sorprendentes para ecuaciones
indeterminadas difíciles. Esta antigua sabiduría sobre resolución de ecuaciones
encontró, a su vez, acogida en el mundo islámico, en donde se le llamó “ciencia
de reducción y equilibrio”. (La palabra árabe al-jabru que significa
‘reducción’, es el origen de la palabra álgebra). En el siglo IX, el matemático
al-JwDrizm; escribió uno de los primeros libros árabes de álgebra, una
presentación sistemática de la teoría fundamental de ecuaciones, con ejemplos y
demostraciones incluidas.
A
finales del siglo IX, el matemático egipcio Abu Kamil enunció y demostró las
leyes fundamentales e identidades del álgebra, y resolvió problemas tan
complicados como encontrar las x, y, z que cumplen x + y + z = 10, x2 + y2 =
z2, y xz = y2.
En
las civilizaciones antiguas se escribían las expresiones algebraicas utilizando
abreviaturas sólo ocasionalmente; sin embargo, en la edad media, los
matemáticos árabes fueron capaces de describir cualquier potencia de la
incógnita x, y desarrollaron el álgebra fundamental de los polinomios, aunque
sin usar los símbolos modernos. Este álgebra incluía multiplicar, dividir y
extraer raíces cuadradas de polinomios, así como el conocimiento del teorema
del binomio.
El
matemático, poeta y astrónomo persa Omar Khayyam mostró cómo expresar las
raíces de ecuaciones cúbicas utilizando los segmentos obtenidos por
intersección de secciones cónicas,aunque no fue capaz de encontrar una fórmula
para las raíces. La traducción al latín del Álgebra de al-JwDrizm fue
publicada en el siglo XII. A principios del siglo XIII, el matemático italiano
Leonardo Fibonacci consiguió encontrar una aproximación cercana a la solución
de la ecuación cúbica x3 + 2 x2 + cx = d. Fibonacci había viajado a países
árabes, por lo que con seguridad utilizó el método arábigo de aproximaciones
sucesivas.
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Los árabes y la matemática. por Al Muru Andalucí se encuentra
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