viernes, agosto 31, 2012

Especial: Ernesto Guevara, híper argentino (parte 3) - Ernesto Che Guevara, hyper argentin (partie 3)


En esta serie de apuntes , intentamos señalar que el "Che" Guevara fue no sólo argentino, sino también un verdadero resumen de los "tics" de su tiempo. Gran lector del Martín Fierro, regaló un ejemplar de este libro a su primera esposa, Hilda Gadea. Además, bautizó precisamente "Martín Fierro" al mulo que lo transportaba por las lomas de la Sierra Maestra.

Retomamos la historia en sus días de Alta Gracia:
- En el 38, comenzaron a llegar a la Argentina los refugiados de la Guerra Civil Española, que duró desde 1936 hasta el 39. Los González Aguilar, por ejemplo, recalaron en Alta Gracia y allí hicieron amistad con los Guevara. Transmitieron a todo el entorno su mística republicana. Por aquel entonces, la clase media de centro-izquierda (en rigor, la totalidad de los partidos políticos conocidos) apostaba a la República, y se apuntaría en el bando aliadófilo durante la Guerra Mundial. Guevara padre fue presidente del Comité de Ayuda a la República Española. El último presidente hispano de aquel ciclo fue el Sr. Negrín. En homenaje a su memoria, el Che bautizó "Negrina" a una perrita de la familia. Los Guevara siguieron el conflicto español con pasión: tenían en el living un mapa, con banderitas clavadas, que indicaban las posiciones de los dos ejércitos. Otro refugiado famoso de Alta Gracia fue el gran músico español Manuel de Falla, en cuyo jardín robaban naranjas Ernestito y sus amigos.

El "Che" Guevara fue no sólo argentino, sino también un verdadero resumen de los "tics" de su tiempo
-Desde 1939 a 1945, Guevara padre fue fundador de la sección Alta Gracia del Grupo Pro Aliado Acción Argentina: alquilaron una oficina junto a la pared exterior de la misión jesuítica, en el Tajamar. Por aquel entonces, se estilaba que los adolescentes salieran a "cazar espías alemanes" (seguramente imaginarios) por el Valle de Calamuchita, y sobre todo en el famoso Hotel Eden, una misteriosa construcción de La Falda. Había en la zona, y aún existe, una notoria colonia teutona.

-En realidad, Ernestito empezó el secundario en el colegio Deán Funes, de la ciudad de Córdoba, haciendo a veces 35 kilómetros diarios en tren o en colectivo.




-Otro sitio de radicación familiar (dentro del estilo errabundo y bohemio de los Guevara) fue Villa Allende. Guevara padre compró un chalet rural en las lomas. Luego, la familia se mudó a Córdoba Capital y el chalet quedó como casa de fin de semana. Un tiempo vivieron en Pantanillo, y también en Carlos Paz. Finalmente, recalaron en Chile 288, ciudad de Córdoba. En esta casa nació el hermano menor, el 18 de mayo de 1943: Juan Martín. Durante este período, los Guevara fueron socios del Córdoba Lawn Tenis Club. Los chicos iban a la pileta, jugaban tenis y ping-pong.

 El Che Guevara. Foto: Archivo
-El auto que acompañó a la familia durante todos estos años, apodado "la catramina", era un Chrysler Maxwell modelo 26.

-El Che aprendió a nadar en la pileta del Sierras Hotel, clásico reducto de Alta Gracia, en Córdoba. Sus padres fomentaban aquel deporte, indicado para ensanchar la caja torácica de un adolescente asmático. El padre entrenó al "Che" y a su amigo "Calica" Ferrer para concursar en 100 metros estilo pecho, en Alta Gracia. Luego aprendió el estilo mariposa, con el campeón argentino, Carlos Espejo. Posteriormente, en Buenos Aires, iba a nadar a la pileta de la Facultad de Derecho, a veces con su amigo Carlos Figueroa.

- Guevara jugaba al fútbol, de arquero. Había aprendido, como todos los argentinos de entonces, con una pelota de trapo. Después tuvo oportunidad de jugar con la de gajos. Hablaba mucho en la cancha: "ordenaba la defensa". Ya más grande, como jugador de campo, fichó en un club del fútbol chacarero, ubicado en Bouwer, entre Córdoba y Alta Gracia. Por su vigor y tozudez, a veces le encargaban la marca "hombre a hombre" sobre el mejor de los contrarios.

Guevara jugaba al fútbol, de arquero. Había aprendido, como todos los argentinos de entonces, con una pelota de trapo
-Guevara hizo una respetable carrera en el rugby. Se inició en el Club Estudiantes de Córdoba, que era un desprendimiento de otro más antiguo, llamado El Tala. El entrenador de aquel equipo era Alberto Granado, que luego se convertiría en su íntimo amigo y compañero de viajes. Lo llamaban "Mial". Conociendo el problema pulmonar de Ernestito, surgieron algunas prevenciones respecto del entrenamiento y las fricciones, pero al final Granado se impuso y el "Che" ingresó al plantel del club. En aquella época, todos los jugadores de rugby eran estudiantes, y se entrenaba de noche. Para reservar un turno en el campo de entrenamiento, había que gestionarlo con paciencia y luego esperar un buen rato. Casi todos los equipos practicaban en el mismo predio. El puesto favorito de Ernesto era el de inside, aunque muchas veces lo hacía como medio-scrum. Cuando los Guevara se mudaron a Buenos Aires, Ernestito llegó a jugar en la reserva del SIC (San Isidro Club), pero su padre temía que se presentara algún inconveniente mayor con el asunto del asma. Habló, pues, con su cuñado, el Sr. Martínez Castro, presidente del club, y sacaron al "Che" del equipo. Meses después, Ernestito y su hermano Roberto entraron al Yporá Rugby Club, que disputaba la Liga Católica. En 1949, este club se transformaría en el Atalaya Polo Club, hoy ubicado sobre la bajada Juan de San Martín de la Panamericana.

-Guevara tackleaba fuerte, pero mal. Lo hacía por arriba de la cintura, casi a la altura de los hombros. Usaba orejeras de protección, cosa que entonces no era habitual. Si se ahogaba por el asma, corría hasta la línea del touch, inhalaba y volvía al juego. Esto le sucedía varias veces por partido.

-Ya retirado del juego, porque el clima de Buenos Aires no le sentaba, empezó a escribir en la revista "Tackle", bajo el seudónimo de El Chancho. Este era, por otra parte, su apodo en la cancha, por la nariz alta y chata, más la contextura maciza. El director de la revista declaró que le parecía de mal gusto utilizar semejante firma, y el muchacho optó por el nombre (¿chino?) de Chang-Cho.

-Fue buen jugador de golf. De hecho, su casa familiar en Alta Gracia quedaba sobre el green. Se hizo amigo de los caddies e hizo de caddie, eventualmente. Ganó copas en el famoso Golf Club de Villa Allende.

Fuente: Rolando Hanglin en LA NACION

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