Con el monumento a otro lado
Un proyecto de ley busca emplazar en el cruce de Diagonal Sur y Perú un homenaje a la mujer originaria. Para impulsarlo, el escritor y periodista integró un panel que debatió sobre la iniciativa. La propuesta es llevar la estatua de Roca a Daireaux.
La mujer originaria podría reemplazar el monumento a Julio Argentino Roca, responsable del exterminio de comunidades indígenas completas en la llamada Campaña al Desierto. La Legislatura porteña tiene un nuevo proyecto para que la estatua del ex presidente sea removida de su sitial ubicado a metros de la Casa Rosada y de la Plaza de Mayo, en Diagonal Sur y Perú. “Roca es el responsable no sólo del genocidio, sino de la vuelta a la esclavitud, que había sido abolida en 1813”, apuntó el historiador y periodista Osvaldo Bayer, mentor e impulsor de la iniciativa en un encuentro organizado ayer en el Salón Montevideo del edificio legislativo.
La sala colmada sonrió expectante mientras los tres oradores de la jornada, que fue organizada para poner sobre el tapete el debate del proyecto, elegía sus asientos. “Los tres nos queremos sentar a la izquierda”, bromeó Fabio Basteiro, diputado porteño por Buenos Aires para Todos, autor del proyecto que obtuvo dictamen en la Comisión de Cultura, pero que quedó cajoneado en el Instituto Histórico de la Ciudad, que depende del secretario de Cultura, Hernán Lombardi. De izquierda a derecha se sentaron: Bayer –a quien la locutora presentó como “el último anarco”–, el jurista reconocido por su labor en Derechos Humanos Beinusz Szmukler y el legislador porteño.
Hace años que Bayer, coordinador del libro Historia de la Crueldad Argentina, comenzó a dar clases en el monumento a Roca. “¿Qué hace allí el general montado al caballo? A San Martín lo mandan al Retiro en un caballito flaco, casi tapado por las Torres de los Ingleses, mientras al responsable de uno de los mayores genocidios lo homenajean a metros del Cabildo, ¿cómo puede ser?”, se preguntó entonces, y citó ayer.
“Cuando uno ve la historia, debe preguntarse qué pasó después de ese maravilloso mayo de 1810 que terminó con la mita y el yanaconazgo –afirmó Bayer–. Mariano Moreno se deslumbra de la defensa que hacen los Pueblos Originarios de la naturaleza y de su modo de entender la propiedad de la tierra. En 1813 se da libertad de vientres, se abolía la esclavitud.”
Roca, explicó el historiador, no sólo eliminó a comunidades ranqueles, mapuches, pehuenches, tehuelches y pampas, sino que las sometió a diferentes estados de esclavitud y, a cambio de su accionar en la conquista, recibió territorios en los que, luego, construiría la estancia La Larga, situados en Daireaux, Buenos Aires. A ese campo es donde el proyecto de ley de Basteiro propone que se traslade el actual monumento a Roca.
“Trasladar el monumento a Roca no es un tema meramente administrativo, es fundamentalmente un plano de disputa cultural y en la Ciudad de Buenos Aires hay que rever en forma profunda toda la estructura de monumentos, calles y de plazas”, señaló Basteiro. En ese sentido, destacó, el proyecto “es saludable y es una expresión de muchos sectores que queremos que en la Ciudad de Buenos Aires puedan tener lugar quienes muchas veces son silenciados por la violencia o de genocidio como el caso de Roca, el caso de Ramón Falcón, o la necesidad de estructurarle un monumento a Juana Azurduy, de poder discutir en cada una de las esquinas que se produjeron luchas del movimiento”.
La idea de convertir el monumento en un homenaje a la mujer originaria, explica Bayer, es darle lugar a “una persona a la que la historia nunca dio mucha importancia, pero en cuyo cuerpo nació el criollo, el mestizo, que fue el soldado de nuestra independencia. Nos referimos a la mujer de los pueblos originarios, a su sufrimiento, denominadas siempre chinas por Roca. Mujeres que fueron separadas de sus hijos y vinieron a la ciudad como sirvientas, en los trabajos más sufridos sin que nunca se le pagara nada. Ella realmente se lo merece. Y más aún después de los últimos estudios antropológicos que hizo la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, que señalan que alrededor del 55 por ciento de los argentinos tiene algo de la sangre de los pueblos originarios”.
Basteiro afirmó que la idea es impulsar el proyecto del artista plástico Andrés Cerneri –presente entre la audiencia–, de crear el monumento del mismo modo que el del Che Guevara en la ciudad de Rosario a través de la colecta de llaves y otros elementos de bronce.
Las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas y Elia Espen aplaudieron en primera fila.
Informe: Rocío Magnani.
19/05/12 Página|12