lunes, agosto 27, 2012

Prensa del Doble estándar: Dos Tiroteos, dos maneras de informar: Tres Marías y Manhattan - Standard Press double: Deux tirs, deux modes de déclaration: Tres Marias et Manhattan


Por supuesto, no es lo mismo la Quinta Avenida, frente al emblemático Empire State de Manhattan, que un paraje en el histórico Huitzilac, cerca de Tres Marías, en la carretera de la Ciudad de México a Cuernavaca. En ambos sitios, este viernes ocurrieron dos tiroteos, y en ambos casos, los medios masivos mexicanos se volcaron a informar, aunque con acentos distintos.
En la Quinta Avenida, un disparador de 58 años, Jeffrey Johnson, disparó contra más decenas de personas, hiriendo a más de 11 y matando a dos personas. Es el segundo incidente de un norteamericano desesperado en menos de un mes.

Volvieron las teorías y reflexiones sobre la importancia de la portación de armas en Estados Unidos, los “locos solitarios” –como si no fueran resultado de un contexto social cada vez más hostil- y la incapacidad de frenar a los “rápidos y furiosos” que deciden llamar así la atención, sin necesidad de sentirse el Guasón.

En el otro caso, lo que tenemos es un sospechoso episodio. Dos funcionarios de la embajada de Estados Unidos –Jess Hoods Garner y Stan Dove Boss- que se dirigían en una camioneta diplomática hacia las instalaciones de la Secretaría de Marina en el cerro de El Capulín, fueron atacados por agentes de la Policía Federal, ese engendro creado por Genaro García Luna como ejemplo de “policía científica”. 
El episodio generó al principio todo tipo de rumores: que se trataban de agentes de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (la DEA), que murieron a pesar de que el vehículo estaba blindado, que encabezaban una operación secreta, que el incidente puede constituir un pretexto para incrementar la presencia de agentes norteamericanos.

Los rumores apenas disminuyeron en la tarde, cuando la Secretaría de Marina y la Secretaría de Seguridad Pública emitieron un comunicado conjunto para explicar que los dos funcionarios de Estados Unidos resultaron heridos y se dirigían a las instalaciones de la Armada de México en el cerro de El Capulín, en Xalatlaco. 
Viajaban en un carro blindado de la embajada de Estados Unidos. Los agentes de la PF, según la versión oficial, admitieron que hubo una “confusión”.

La centralidad de Nueva York ha opacado, hasta ahora, el episodio de Tres Marías, pero las consecuencias para la soberanía del país serán mucho mayores en este segundo caso.

Fuente: La Jornada

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