jueves, agosto 09, 2012

“Artigas, un líder extraordinario” - "Artigas, un leader extraordinaire "


Entrevistado por el director de Tiempo Argentino, Roberto Caballero, el historiador Pacho O’Donnell presentó Artigas. 
La versión popular de la Revolución de Mayo, el perfil de un héroe largamente silenciado por la historia oficial.        

El escritor Mario Pacho O’Donnell presentó su nuevo libro Artigas. La versión popular de la Revolución de Mayo, junto al director de Tiempo Argentino, Roberto Caballero, en el marco de la 38ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Varios minutos luego de las 20:30 del lunes, se inició la presentación en la sala Jorge Luis Borges. 
El auditorio alcanzó su capacidad máxima, y contó con la presencia del gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el ministro de Cultura de la provincia de Buenos Aires, Juan Carlos D’Amico; y el embajador de Uruguay en Argentina, Guillermo José Pomi Barriola.

–El libro de Pacho O’Donnell es una reparación histórica porque es una manera de devolver a Artigas a la argentinidad. Este libro va a generar polémicas porque ayuda a comprender por qué Artigas, hasta ahora, no había sido una persona tan reconocida para los historiadores argentinos.
–Los dos historiadores fundacionales han sido Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López, que si bien los dos disentían en cuanto a cómo había que fundamentar la historia, Mitre en una carta a Vicente Fidel López, en tono conciliatorio, le manifestó: “Usted y yo hemos tenido la misma predilección por las grandes figuras y las mismas repulsiones contra los bárbaros desorganizadores como Artigas. A quienes hemos enterrado históricamente.” Hoy, con pala en mano –y levanta una pala que apoyaba en la mesa– vamos a desenterrarlo. Artigas es un hombre de una integridad y una dignidad extraordinarias. La visión de la historiografía nacional y federalista que nosotros proponemos es lo que podríamos llamar la visión desde los sectores populares. Es la visión desde otro punto de vista de la historiografía liberal, que es la que viene escrita por los vencedores de las guerras civiles y, con disimulos, llega hasta la actualidad. El gobierno actual es un gobierno que resuena en la esencia nacional y popular de la historia. Por eso, hemos desenterrado, a lo largo de esta gestión, la Vuelta de Obligado, a Juana Azurduy, a Dorrego. Incluso retratos como el de Artigas que fue un jefe popular, y eso hace que nuestra historia consagrada lo haya tratado tan mal, como a tantos otros. Incluso, no sólo era representante de los intereses populares sino, además, de los intereses provinciales. Para Artigas, las decisiones más importantes se tomaban en asambleas, aun cuando en el mundo eso no se practicaba.
–¿Artigas tenía en la cabeza la independencia de la Banda Oriental o es una consecuencia de las malas políticas de Buenos Aires?
–Estoy convencido de que Artigas no tenía el propósito de independizar la Banda Oriental. Hay dos momentos en donde directores supremos como Alvear y Álvarez Thomas, con tal de que Artigas dejara de estorbar, le ofrecieron independizar la Banda Oriental y que él fuera su jefe, pero, las dos veces, las rechazó. En realidad, lo que Artigas quería era la integridad del territorio de la Provincias Unidas con la Banda Oriental. Hay una frase que es la más importante de toda la historia de Artigas y dice: “Mi autoridad emana de vosotros, y ella cesa ante vuestra presencia soberana. Vosotros estáis en el pleno goce de vuestros derechos: ved ahí el fruto de mis ansias y desvelos y ved ahí también todo el premio de mi afán. Ahora en vosotros está él conservarlo.”
–Estamos hablando de alguien que fue un derrotado en su tiempo, pero que, hoy, al reivindicarlo, es una manera de darle vida nuevamente. Recomiendo que lean el libro sobre todo en la etapa de la Revolución de Mayo, siendo esta una revolución elitista con ideas transformadoras, con ideas de cambio, sobre todo las ideas de librecambio pero, también, con una participación popular que ha sido omitida.




–Sin la participación de los sectores populares, no entendemos qué fue Mayo. Cuando escuchamos una historia más verdadera de la que nos han contado, es más fácil hacer la traducción a los tiempos actuales, porque no es cierto que la historia hable del pasado sino que, más bien, habla de la comprensión del presente. Si no incorporamos la participación de los sectores populares es muy incompleta nuestra visión de la historia. En 1815, Artigas convoca el Congreso de Oriente, en donde participaron varias provincias que estaban cansadas de la prepotencia porteña y que consideraban a Artigas como “el protector de los pueblos libres”. Luego, estas provincias artiguistas no asistirán a Tucumán. Es notable la importancia que Artigas tuvo en la historia argentina, y es indignante todo lo que nos han retaceado. En este Congreso, pasaron cosas extraordinarias, por ejemplo, el 29 de junio, Artigas declaró la independencia de las Provincias Unidas de España y de toda dominación extranjera. Además, en ese Congreso, Artigas decidió la primera reforma agraria de Latinoamérica, en donde repartió las tierras que incautaba de los españoles. El texto de la reforma agraria dice: “Se decidió que los más infelices eran los más privilegiados.” Y en ese reparto, incluyó a los negros libres, los indios y los criollos pobres.
–Quería preguntarte sobre Andresito, esa suerte de hijo adoptado de Artigas que da una batalla indomable y que defendía una buena parte del ideario.
–Él era guaraní y era el jefe natural de los guaraníes a las órdenes de Artigas.
–¿Por qué Artigas elige a un guaraní? No recuerdo que muchos otros les hayan dado ese lugar a otros pueblos que habitaban el suelo desde mucho antes. ¿Qué tuvo Artigas que el resto no tuvo?
–Artigas conocía el espíritu indígena. Cuando él abandona el colegio y se va al campo, vive del contrabando. Artigas fue un bandido social, como diría Hobsbawm, es decir, un líder natural que se sustrae a la ley para ejercer, a través del delito, una pragmática justicia popular que favorece a los pobres. Él sabía que esos pueblos debían ser dirigidos por uno de ellos.
–¿Por qué se lo mencionaba tanto como anarquista?
–Para las oligarquías, eran anarquistas los que no respetaban las leyes de los “decentes”. Además, había que llamarlos de alguna manera. El dominio de las palabras es importante. Ya lo decía Humpty Dumpty, en Alicia en el País de las Maravillas: “Las palabras significan lo que sus dueños quieren que signifiquen.” Hay algunas palabras que están deterioradas como, por ejemplo, la palabra caudillo.
–¿No te parece un poco peligroso reivindicar la figura de Artigas? Peligroso en el sentido de que estás desenterrando algo que fue omitido de modo voluntario.
–Haber reivindicado a Juan Manuel de Rosas fue una posición de riesgo y, sin embargo, ese libro tuvo gran relevancia. A partir de ese momento, se hizo más difícil reducir a Rosas a un tirano sangriento. Siento que valió la pena, como va a valer la pena este libro. Nos engañaron cuando nos dijeron que Artigas había sido alguien que había luchado por la independencia uruguaya. Él fue un hombre que construyó la identidad.
–¿Existe esa identidad ya no rioplatense sino latinoamericana, y si esa identidad se viene reconstruyendo en estos últimos años o siempre va a ser materia pendiente?
–Considero que el tema de la Patria Grande es un tema pendiente, no resuelto. Últimamente, ha sido clara la proximidad de unos cuantos de los países latinoamericanos. Creo que la creación de la Unasur y el progreso del Mercosur han sido una prueba clara. Inclusive, la solidaridad en el tema Malvinas, que no sólo fue retórica sino que, también, se acompañó de algunas acciones concretas. Es la posición de fuerza que tiene la Argentina frente a Inglaterra. Pero vimos, por ejemplo, en Colombia, que no se pudo sacar de la reunión (VI Cumbre de las Américas) una solidaridad por el tema Malvinas porque Estados Unidos y Canadá se opusieron. Sabemos que aún hay un trecho importante que recorrer, pero creo que el tema de la Patria Grande está muy presente. 

Fuente: Infonews

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