Flórez, politólogo colombiano, dijo: "Santos no quiere la constituyente porque supone que esta viene a favorecer las aspiraciones del ex presidente Uribe y a perjudicar las aspiraciones de él mismo”.
Álvaro Uribe quiere ser de nuevo presidente de Colombia. En su defecto, aspira a impulsar a la Casa de Nariño a alguien fiel, leal y sumiso. Para ello el uribismo está negociando con los sectores del gobierno leal al presidente Santos para lograr que ello sea posible, en un contexto donde la popularidad de Santos está de capa caída. Para ello Uribe y su séquito tiene dos frentes principales: constituyente y nuevo partido.
Uno de los mecanismos para la negociación es la incorporación, por parte del uribismo más acérrimo, de una supuesta necesidad de dirigir la nación a una asamblea constituyente. Ya se han manifestado varios congresistas para impulsar esta iniciativa que se cocina en el Congreso de la República por parte del Partido de la U, la fuerza política de Uribe. Lo más probable es que esa propuesta quede sólo allí, en propuesta; pero la idea es sembrar las bases para instalar en la agenda nacional la posibilidad de que Uribe pueda ser de nuevo presidente, ya que hasta ahora, según las disposiciones de la actual Constitución está imposibilitado para ser reelecto por tercera vez. Por ello, una reforma al sistema de justicia en ese país ha sido la excusa para una eventual instalación de una asamblea constituyente.
En su columna habitual en la revista colombiana Semana, José Fernando Flórez, politólogo y abogado colombiano, manifestó que "Santos no quiere la constituyente porque supone que esta viene a favorecer las aspiraciones del ex presidente Uribe y a perjudicar las aspiraciones de él mismo”, y agregó además que "la constituyente es un sofisma de distracción… lo es porque en este momento no se necesita ninguna constituyente, y menos para tratar un tema como el de la reforma a la justicia, que no es un problema de diseño constitucional, es problema de gestión y operatividad", concluyó el analista.
Esta propuesta de la constituyente está soportada e impulsada desde el congreso, entre otros, por uno de los hombres duros de Uribe, el senador Juan Carlos Vélez, “Reconocemos y respetamos la Constitución y no estamos proponiendo sustituirla ni reemplazarla… proponemos una constituyente para tratar el tema de la justicia porque después de lo que pasó con la reforma, hay que pensar en tomar otro camino diferente al del Congreso para que el sistema judicial funcione” declaró al respecto el integrante del Partido de la U, en entrevista concedida al diario colombiano El Espectador, donde a su vez reiteró el divorcio entre Uribe y Santos, cuando recalcó “por ahora está descartada una nueva reelección del ex presidente (Uribe) porque ya no hay tiempo de aprobar una reforma constitucional que lo permita…es claro que Uribe apoyará a un candidato presidencial…y que ese candidato no va a ser el presidente Santos”.
En esta entrevista el senador también expuso el segundo frente del uribismo, la constitución de Puro Centro Democrático: “El ex presidente no lo planteó como un partido nuevo sino como una coalición de varias colectividades políticas o movimientos, similar a la Unidad Nacional de Santos, para apoyar a un candidato a la Presidencia. Es posible que la U y el partido Conservador, que han sido los más cercanos a Álvaro Uribe, sean los primeros que integren esa coalición.
La conformación de esta coalición podría tener suficiente fuerza centrífuga para lograr el acceso al poder con miras a reasumir el control absoluto de espacios políticos e institucionales, hegemonía sólo posible cuando Uribe era jefe de Estado.
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