Parte VII y Final
EUFEMISMOS
El diccionario define el eufemismo
con otro eufemismo: "manifestación suave o decorosa de ideas cuya expresión
directa sería dura y malsonante". Un perro mordiéndose la cola.
"Eufemismo" proviene de eu:
bien, buen; y femí: decir.
Vías de escape de la conciencia a
través del lenguaje; diríase también de la condición del avestruz semántico,
convencido de que lo que no se nombra, no existe, o existe con menor
intensidad.
Nuestra existencia cotidiana
transcurre acolchada por eufemismos de todo tipo, aunque no en todos los casos
somos víctimas temerosas, otras veces somos cínicos victimarios y elegimos disfrazar
los resultados de prácticas atroces.
Llamamos "excluidos del
sistema" a nuestro prójimo con hambre, miseria o desocupación;
"daños colaterales" a la
matanza de población civil;
"amante de lo ajeno" al
ladrón;
el "servicio" o el
"toilette" al baño;
"interrupción del embarazo"
al aborto;
"gatillo fácil" al
asesinato cometido por las fuerzas del orden;
"declaración espontánea" a
la obtenida bajo tortura en una comisaría;
"publicidad no tradicional,
PNT" al chivo, generalmente
encubierto en el argumento de un programa televisivo;
"no vidente" al ciego;
"flexibilización" a las facilidades para despedir sin compromisos con
el empleado;
"ajusticiamiento" al
asesinato de cualquier tipo;
"limpieza étnica" al
genocidio;
"intangibilidad de los depósitos"
(ley 25.466) a "mejor saquen la plata cuanto antes";
"rea-juste" a nuevos
aumentos;
"corralito" a expropiación
indebida de fondos privados por parte del Estado;
"reconciliación" a
impunidad;
"autoahorro" a financiar la
fabricación de nuestra compra futura;
"en estudio" al proyecto
archivado;
etc., etc., etcétera.
El ex dictador Jorge Rafael Videla
explicó así uno de nuestros mayores eufemismos:79 "Pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina no
se hubiera bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en
Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil. No había otra manera.
Todos estuvimos de acuerdo en esto. Y el que no estuvo de
acuerdo se fue.
¿Dar a conocer dónde están los restos? Pero... ¿qué es lo que
podemos señalar?
¿El mar, el Río de la
Plata , el Riachuelo? Se pensó, en su momento, en dar a
conocer las listas.
Pero luego se planteó: si se dan por muertos, en seguida vienen
las preguntas que no se pueden responder: quién mató, dónde, cómo".
"Los desaparecidos —dijo— no tienen entidad. No están ni
vivos ni muertos, son desaparecidos."
79
Véase El dictador. La historia secreta y pública de Jorge Rafael Videla, de
María Seoane y Vicente Muleiro.
El idioma podrá servir para aclarar
nuestra identidad o para oscurecerla del todo.
Tenemos que ver con las palabras que
usamos y con cómo las usamos: nombramos al mundo de acuerdo a lo que pensamos
de él; la forma de cada palabra, su inserción en la frase, su capacidad de
sintetizar una idea, están estrechamente vinculadas con el fondo de cada
concepto, con lo que queremos decir y lo que no.
Escribió alguna vez Ortega que la identidad de
un país puede encontrarse en sus silencios, en lo que no hace falta decir para
entenderse, en el sobreentendido, esa especie de complicidad tácita que nos
argentina y que no necesita aclaraciones: por eso cada país se ríe distinto y de
distintas cosas, por eso "patria" significa una cosa en el Líbano,
otra en la Argentina
y otra más en Suiza, aunque fuesen patrias las tres.
Lo que no decimos (lo que no nos hace
falta decirnos, en verdad), nos une, y también nos unen las palabras que
necesitamos acorazar para pronunciar, alivianar para soportar.
Argentina es, también, la patria de
los eufemismos, este sitio en el que a veces las palabras no palabran del todo.
Porque si realmente palabraran,
deberíamos mirarnos directamente a los ojos.
A veces, para defendernos de lo que
sucede, de lo que fuimos y básicamente de lo que no queremos ver, las palabras
no palabran, sino que blablan. Barro en estado puro, vida corriente, las
palabras son eso.
Palabras cautivas. Ellas se ríen de
las definiciones y continúan viviendo su promiscuidad: los idiomas se acuestan,
se multiplican, se mezclan, se componen.