jueves, julio 26, 2012

Especial Evita: palabras de CFK sobre la amada compañera


Textual de una parte del discurso pronunciado ayer y en referencia a Evita:

Vamos a recordar, como creo que hay que recordarla a Eva, vamos a ir a José C. Paz a inaugurar un plan de 900 viviendas para sectores populares, ella quería eso y quería recordarla en este mundo, porque la verdad que uno lee las cosas que decía ella y también él, Perón, acerca del mundo, de lo que podía pasar en el mundo, no era premonición, porque nadie puede hablar de premonición, simplemente análisis político.
En Eva era intuición pura, intuición de la que vino de abajo, intuición de su sensibilidad; en Perón era formulación teórica, un militar como todos los militares de aquella época, por lo menos, con una gran formación teórica y con un mundo y que había participado en un mundo tan complejo como fueron los escenarios del siglo XX. Pero en Eva era lo que yo denomino inteligencia emocional, inteligencia intuitiva, inteligencia del corazón, la que muy pocas veces falla, yo te diría casi ninguna. Por eso tenía esa forma de contacto, por eso también sufrió tanto y por eso también dio tanto, nada más ni nada menos que su vida.
Por eso creo sinceramente que la propuesta de trasformar paulatinamente en el marco de las posibilidades legales y operativas a este billete como el billete de 100 pesos de los argentinos, me parece que es un homenaje que no solamente se lo debemos a ella, nos lo debemos a nosotros. Porque, en definitiva, ¿cuánto…?
Yo me acuerdo, veo ahí pañuelos blancos, me acuerdo un día cuando hicimos un homenaje en la Casa de Gobierno, aquí en el Salón Blanco, estaba Néstor, y le entregamos, creo que era un homenaje al bombardeo del ’55 y habló Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, y ella contó que había estado en la Plaza, Tati también, no sé si estará por ahí Tati, Tati, vos también me decías “yo era antiperonista”, porque bueno, tanta gente, Rodolfo Ortega Peña también contaba y relataba cuando estuvo en la Plaza, era joven él y su novia, tanta gente, porque en realidad tampoco vamos a creer la Plaza estaba llena en ese golpe de estado, muy pero muy llena y agitaban todos con pañuelos blancos…
Y la verdad entonces que creo que este billete es un homenaje que nos debemos los argentinos, es también reparador de nuestros propios errores, de nuestras equivocaciones. Y no es que Eva haya sido perfecta, no es que haya sido una santa, al contrario, lo que la convierte en algo más grande, en algo más inolvidable e inmortal, es que fue una humilde mujer de pueblo que tuvo la inmensa suerte de encontrarse con un hombre y con un pueblo, porque se encontró con un hombre y con un pueblo.
Si no lo hubiera conocido a Perón, seguramente hubiera pasado a la historia como otra artista. Es que la historia es así, es la historia de la gente que se encuentra y de la gente que cuando se encuentra con la historia y con el pueblo tienen la decisión de transformarlo, de ir adelante, aún a costa de todo, de su propia vida.
Ese fue el caso de Eva y por eso creo que darle el billete a ella es también reparar las injusticias que hemos cometido los argentinos contra nosotros mismos y contra nuestros compatriotas, con sus errores y con sus aciertos. Pero cuando uno mira esa balanza de la justicia social, a la cual nadie puede negarse, a la cual nadie puede decir que no está de acuerdo con la justicia social, Eva en esa balanza pesa cuatro toneladas por lo menos y, entonces, por esas cuatro toneladas de ese cuerpo frágil, que apenas 38 o 39 kilos cuando murió, es que los argentinos estamos haciendo hoy este homenaje entre todos.
Muchas gracias y muy buenas tardes. (APLAUSOS)     

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