jueves, julio 26, 2012

Especial: Evita, la llamarada que aún perdura y crece - Evita, la flamme qui dure encore et se développe


Una llamarada llamada Eva Perón

 Eva Perón fue una llamarada. No se me ocurre otra imagen más apropiada para definir el fulgurante y vertiginoso paso por la vida de una mujer a quien siete años le bastaron para convertirse en leyenda, en uno de los mitos perdurables del siglo XX. 
Aunque su historia es bien conocida, interesa revisar algunos hitos fundamentales. Nacida en Los Toldos en 1919, hasta 1944 fue Eva Duarte, una actriz de cierto éxito en la radio, el cine y el teatro. Pero el terremoto que en enero de ese año destruyó la ciudad de San Juan sacudió su conciencia social y la impulsó a consagrarse con alma y vida a ayudar a los damnificados. 
No podía sospechar que esa generosa entrega a las víctimas de la catástrofe haría nacer en ella a otra persona que la historia conocería como Eva Perón y los pobres del mundo como Evita. Como si anticipara ese destino, ella escribió una vez: “Confieso que tengo una ambición, una sola y gran ambición personal: quisiera que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi patria. Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota terminase de esta manera: de aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita.” No sólo figura en la historia de su patria, sino que su figura alcanzó proyección internacional. Y sesenta años después de su partida, el pueblo sigue llamándola, cariñosamente, Evita.
Por eso, el pasado 7 de mayo en que Evita habría cumplido 92 años inauguramos un monumento en su homenaje en su ciudad natal. No por azar la escultura se ubica en la entrada de la ciudad de Los Toldos, frente a la estación de ferrocarril, sino porque ese lugar emblemático vio partir a la joven Eva Duarte cuando decidió viajar a Buenos Aires a probar suerte como artista. Esta obra es resultado de una iniciativa del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires por instrucciones expresas del Gobernador Daniel Scioli. Para llevarla adelante, organizamos un Concurso Nacional de escultura, en el cual participaron como jurado, entre otros, la totalidad de las intendentes mujeres de la Provincia pertenecientes a distintos partidos políticos. Finalmente, el encargado de realizar el monumento fue el escultor Carlos Benavídez. 
Recordar a Eva Perón fue uno de los motivos que impulsar la decisión de construir un monumento en su memoria, pero también nos alentó la creencia de que tenemos la obligación de afianzar los valores de solidaridad que ella transmitía, y que permanentemente pretende mantener vivos el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Y no creemos que exista mejor lugar para instalarlo que la ciudad que la vio nacer.



No sólo lo consideramos congruente con la realidad histórica haber impulsado la concreción de un monumento en esta ciudad, sino que es, además, una expresión de justicia para con una comunidad que, indudablemente, fue creciendo con el afecto hacia una mujer que es referencia mundial de ofrenda hacia los más vulnerables. Una mujer que se convirtió en bandera de los humildes, acaso porque también ella, como muchos grandes de la historia, sufrió la incomprensión de su tiempo.

Por  Lic. Juan Carlos D´Amico, presidente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires
Artículo publicado en mayo del 2011 -Fuente: miradasalsur.com

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