Preparémonos para la recepción de Ramadán
Hablaremos el día de hoy sobre algunas de las acciones que hemos de empezar a realizar este mes de Sha’ban y continuar con ellas en grandes dosis, si me permiten la expresión, en el mes de Ramadán
!Oh, Allah haznos llegar con vida a Ramadán!
Estimados hermanos, hablamos el viernes pasado de las excelencias de Sha’ban y dijimos que este mes es el mensajero y el embajador de Ramadán y es nuestro deber el que seamos generosos con respecto a su enviado y emisario. Asimismo aludimos a un hecho que es muy importante que se tenga en cuenta y es que los actos en el mes de Sha’ban son considerados el calentamiento, o mejor dicho, los estiramientos que efectúan los jugadores de fútbol, por dar un ejemplo, antes de comenzar un partido. Es decir que Sha’ban es una oportunidad en la que el musulmán y la musulmana se preparan para el mes de Ramadán con una serie de actividades que les permite estar en forma y preparados para cumplir con las distintas prescripciones de dicho mes e incrementar las buenas acciones sin sentirse agobiados o aburridos. Por ello, hablaremos el día de hoy de algunas de estas acciones que hemos de empezar a realizar este mes de Sha’ban y continuar con ellas en grandes dosis, si me permiten la expresión, en el mes de Ramadán.
Todos sabéis, la importancia de la súplica de Allah que es considerada una de las más importantes prácticas de adoración que el musulmán y la musulmana no deben descuidar de ningún modo. El profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones), de facto, afirmó que: “Duaa’ (súplica o ruego) es un acto de adoración”. La persona puede rogar y suplicar a Allah en cualquier momento y debe, de hecho, hacerlo siempre pero no cabe duda que estos días de Sha’ban son días favorables y uno debe aprovecharlos para incrementar sus súplicas y entre los ruegos que hacía el profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones): "Oh Allah bendice a Rayab y Sha’ban y haz que lleguemos con vida a Ramadán". Asimismo solía decir: "Oh Allah, salvaguárdame en Ramadan, salvaguarda Ramadan para mí y acéptalo de mí". Nuestros piadosos antepasados solían suplicar a Allah durante seis meses para que Allah les facilitara llegar con vida a Ramadán y cuando finalizaba Ramadán, se ponían a suplicar a Allah otros seis meses para que aceptara su ayuno y sus oraciones.
Una de las cosas esenciales en las que se debe preparar uno para el bendito mes de Ramadán es en el arrepentimiento, la penitencia y en volverse a Allah, Enaltecido sea.
Todos sabéis que la persona erra y se equivoca por naturaleza y es por ello que Allah, Exaltado sea, le prescribió el arrepentimiento para que se arrepienta de sus errores y merezca, por tanto, ser elogiado tal y como viene en una narración profética, que dice: Todos los descendientes de Adam erran y se equivocan y los mejores de todos ellos son los que se arrepienten. Hemos hablado en numerosas ocasiones de los méritos del arrepentimiento y de su suma importancia, y el mes de Sha’ban es una buena oportunidad para que nos apartemos de los pecados y abramos una nueva página con Allah, Enaltecido sea, para que así nos perdone y acepte nuestros arrepentimientos. Pues Allah, el Altísimo, extiende Su mano por la noche para que se arrepienta el malhechor del día, y extiende Su mano por el día para que se arrepienta el malhechor de la noche y así hasta que el sol salga de donde se pone.
A pesar de que Allah borró las faltas de nuestro bien amado profeta (que Allah le otorgue paz y bendiciones) tanto pasadas como futuras solía arrepentirse más de setenta veces: "¡Por Allah! Todos los días, le pido a Allah perdón y me arrepiento ante Él más de setenta veces” y en otra ocasión dice: “!Oh, humanos! Arrepentiros ante Allah y pedid Su perdón, pues yo me arrepiento ante Él cien veces al día”. Si esto es prueba de algo, será prueba de la obligatoriedad del arrepentimiento y de que es una necesidad primordial en nuestras vidas de modo que volvamos hacia Allah y arrepintámonos sinceramente de nuestros errores y pecados prometiendo no volver a caer presas de los pecados, y si pecamos otra vez, volveremos a arrepentirnos nuevamente. En resumen, hemos de recibir el mes de Ramadán con nuestros pecados borrados dado que ello nos ayudará a rendir más y a cumplir con los preceptos rituales en el mes de Ramadán de la mejor manera posible.
Tal y como señalé en la última jutba, es preferible ayunar algunos días de Sha’ban y este ayuno voluntario será como un ejercicio previo al ayuno obligatorio de Ramadán. El profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones) habló en numerosas ocasiones sobre la relevancia del ayuno voluntario y en este momento me viene a la mente un hadiz en el que dijo: “Por cada día que un siervo ayune por Allah, Él alejará su rostro del Fuego una distancia de setenta años”; transmitido por Muslim.
Además, se puede recibir el mes de Ramadán con la lectura de algunos libros que tratan temas de gente piadosa que dedicaba mucho tiempo y se esforzaba en cumplir con las órdenes de Allah y esto, sin lugar a dudas, jugará un papel importante en elevar nuestra moral y será una preparación espiritual para recibir el mes con ánimo y ganas de realizar actos devocionales.
Además, se aconseja la lectura de folletos, artículos, conferencias y demás que tratan todos los asuntos relacionados con el ayuno a parte de la lectura de la exégesis de los versículos del ayuno, para que así nuestro ayuno sea lo más correcto posible.
Es más, es aconsejable que el musulmán y la musulmana oigan o vean conferencias, lecciones religiosas, sermones, etc. o bien en la tele o en radio e, incluso, en Internet. En cuanto a quienes no entienden el árabe, pues pueden escuchar o ver lecciones religiosas en castellano o rifeño en Internet. No se puede de ningún modo desaprovechar el tiempo y uno debe aprender su religión y poner lo que aprendió en práctica, dado que el objetivo de aprender es traducir ese aprendizaje en hechos.
Además, se aconseja la lectura de folletos, artículos, conferencias y demás que tratan todos los asuntos relacionados con el ayuno a parte de la lectura de la exégesis de los versículos del ayuno, para que así nuestro ayuno sea lo más correcto posible.
Es más, es aconsejable que el musulmán y la musulmana oigan o vean conferencias, lecciones religiosas, sermones, etc. o bien en la tele o en radio e, incluso, en Internet. En cuanto a quienes no entienden el árabe, pues pueden escuchar o ver lecciones religiosas en castellano o rifeño en Internet. No se puede de ningún modo desaprovechar el tiempo y uno debe aprender su religión y poner lo que aprendió en práctica, dado que el objetivo de aprender es traducir ese aprendizaje en hechos.
Se recomienda comenzar a aumentar la lectura del Noble Corán en Sha’ban e incrementar la dosis en Ramadán y todos sabemos la gran recompensa que se obtiene recitando el libro de Allah. El profeta (que Allah le bendiga y otorgue paz) dijo: “Aquel que recite el Corán, con fluidez y corrección, estará al mismo nivel de los nobles ángeles. Y, aquel que al recitar el Corán tartamudea, porque le resulta dificultoso recitarlo, tendrá el doble de recompensa”. Dicen los sabios comentando este hadiz que a quien le cuesta recitar el Corán recibe una doble recompensa, o sea, una recompensa por la lectura y otra por la dificultad que encuentra al a hora de leer. Esto es, sin duda, una buena nueva con la que el Mensajero de Allah albricia a los no árabes y los que aun siendo árabes tartamudean y les resulta dificultoso recitar el Noble Corán. Es preferible, queridos hermanos, recitar el Corán reflexionando sobre sus significados y lo más importante aun es poner en práctica sus enseñanzas. De hecho, el profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones) dijo: “La envidia (sana) es tan sólo justificable en dos casos: la de un hombre a quien Allah le hizo aprender el Corán y ocupa su tiempo en estudiarlo y ponerlo en práctica día y noche, y la de un hombre a quien Allah concedió riquezas, y él la distribuye entre los necesitados día y noche”.
También se recibe el mes de Ramadán observando la oración prescrita en congregación. Hay que procurar asistir a las oraciones en la mezquita ya que la recompensa que se obtiene haciendo la oración en comunidad es muchísimo más grande que la que se logra cuando uno reza en su propia casa o en su lugar de trabajo. El profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones) nos llama la atención sobre este hecho, diciendo: “La oración en congregación es mejor que la oración de un hombre que reza solo en veintisiete grados” Transmitido por Imam Malik.
Todos sabemos, hermanos, lo importante que es la oración, consideradada el pilar de la religión. Además, lo primero que se le preguntará al siervo el día del Juicio será sobre la oración, y si es aceptada todos los demás actos serán aceptados y si, por el contrario, es rechazada todas las demás acciones serán rechazadas.
En definitiva, tenemos que esforzarnos y prepararnos bien para beneficiarnos del mes de Ramadán y obtener, por consiguiente, la gran recompensa del bendito mes que es la salvación del fuego del infierno. Quiera Allah salvarnos a nosotros, a nuestros padres y a todos los musulmanes del ardiente infierno y quiera Allah permitirnos ayunar los días de Ramadán y permanecer rezando por la noche la oración nocturna (at-tarawih), teniendo como intención complacer a Allah y recibir Su recompensa.
Quisiera concluir esta jutba recordándoles de lo importante que es la intención. Ha sido narrado bajo la autoridad de Abu Hurayrah que el Mensajero de Allah (que Allah le conceda paz y bendiciones) dijo: “Allah, Poderoso y Majestuoso, dijo (a los ángeles encargados de registrar las obras humanas): ‘Siempre que mi siervo intente hacer una mala acción no la anotéis, y si la hace anotadle una mala acción, y si piensa hacer una buena acción anotádsela, y si la lleva a cabo anotadle diez buenas acciones’; transmitido por Muslim. Por consiguiente, hemos de tener ciertas intenciones en el mes de Ramadán tales como:
1) La intención de recitar el Corán completo varias veces, reflexionando sobre el significado de sus versículos.
2) La intención de ayunar el mes de Ramadán con fe sincera y genuina esperanza de obtener recompensa.
3) La intención de reunir el máximo número de hasanat (recompensas) mediante la realización de buenas obras.
4) La intención de corregir las malas conductas y afianzar las buenas, aprovechando el hecho de que el ayunante procura, en gran medida, no estropear su ayuno con su mal comportamiento y permanecer con los buenos modales después de Ramadán.
5) La intención de efectuar la oración de at-tarawih (oración de noche que se realiza las noches del mes del ayuno) en la mezquita todos los días de Ramadán si es posible.
6) La intención de organizar el tiempo y programar los días del mes de tal manera que se deje suficiente tiempo para la realización de los actos devocionales.
7) La intención de convertir el mes de Ramadán en una oportunidad de inicio y punto de partida de los buenos actos con los que hay que seguir para siempre.
8) La intención de arrepentirse de todas las faltas pasadas y buscar el perdón de Allah, el Perdonador.
Y por último me dirijo a Allah, el Señor de los mundos con estas palabras y les pido a ustedes que lo hagan también: "¡Oh Allah, tengo la intención de ayunar el mes de Ramadán este año, y si llega mi hora (me muero) antes de su llegada, anótame de los ayunantes”. Alabado sea Alla; la paz y las bendiciones de Allah sean sobre Su Mensajero, su familia, sus compañeros y los que siguen su guía hasta el Último Día.
Mohamed Bellahcen - Fuente: Webislam
Jutba pronunciada en la mezquita de Puerto Rico el día 9 de sha’ban 1433 / 29 de junio 2012.