Una militante del PRO decide darle un giro a su vida, y se presenta para tomar un examen en la Academia de Policía Metropolitana.
Hace las pruebas físicas para el ingreso sin dificultades, y después es entrevistada por un oficial que le hace algunas preguntas de cultura general.
Hace las pruebas físicas para el ingreso sin dificultades, y después es entrevistada por un oficial que le hace algunas preguntas de cultura general.
- A ver, señorita: empecemos por algo sencillo. ¿Cuánto es 10 más 10?
- Eh... ¡Veinte!
- Muy bien; ¿y la raíz cuadrada de cien?
- A ver, a ver... ¡Ya sé: diez!
- Muy bien; ¿quién comandaba el Ejército de Los Andes?
- Uh, ésa es difícil... ¿Puede ser San Martín?
- ¡Muy bien, señorita!
La última por hoy: ¿cómo se llamaba el hijo del emperador Julio César, que participó en su muerte?
La última por hoy: ¿cómo se llamaba el hijo del emperador Julio César, que participó en su muerte?
La chica piensa un buen rato, y admite:
- No tengo ni idea...
- No importa; averigüe cómo se llamaba y vuelva mañana.
La militante se marcha a su casa en Palermo. A la noche se reúne con un grupo de amigas, rubias como ella, que le preguntan cómo le fue con su búsqueda laboral. Respuesta:
- ¡No saben, chicas! ¡Me fue bárbaro: hice tan bien el examen oral que ya me pusieron a trabajar en un caso de asesinato!