jueves, agosto 09, 2012

Lo que Rajoy ya sabe: Repsol le debería pagar al Estado argentino - Rajoy ce que vous savez: Repsol, le gouvernement argentin doit payer


Federico Bernal, director del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas, evalúa los ejes trazados por la conducción de la nueva YPF.

YPF-PdVESA, una hermandad latinoamericana
Autor del libro Petróleo, Estado y Soberanía: hacia la empresa multiestatal latinoamericana de hidrocarburos, Federico Bernal es bisnieto de Enrique Martín Hermitte, el ingeniero que descubrió el primer pozo petrolífero de la Argentina, en Comodoro Rivadavia, en 1907. En la entrevista con Debate, el director del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas (Clicet) analiza los primeros pasos de Miguel Galuccio como gerente general de YPF y explica las variables que deben contemplarse para valuar el pago a Repsol por la expropiación parcial de la compañía.

¿Cómo analiza el nombramiento de Galuccio como gerente general de YPF?
Tiene muchísima trayectoria y es una persona idónea para hacerse cargo de YPF en tiempos en los que hay que poner todas las fichas para aumentar drásticamente la producción. Se debe poner en actividad el 85 por ciento de los pozos que estaban mal explotados o abandonados y avanzar con la exploración en Vaca Muerta.

Precisamente, Galuccio marcó como uno de los ejes centrales el rejuvenecimiento de los pozos marginales. ¿Cuál es la situación actual de esos yacimientos?
Repsol sólo se basó en el quince por ciento de los pozos para llevar adelante su política de depredación, porque se trataba de los reservorios de más alta productividad. Al resto, los fue abandonando. Y ésos son los pozos marginales que hay que recuperar, para lograr un aumento de la producción de un 15 o 20 por ciento en el corto plazo.

¿Qué expectativas puede representar para el país el desarrollo del shale oil ?y del shale gas?
Con respecto a Vaca Muerta, se estima que podría representar cerca de 22 mil millones de barriles. Hay que certificar esa cantidad, que seguramente será menor. Si somos muy conservadores en los cálculos, el diez por ciento de esos 22 mil millones significaría la misma cantidad de petróleo que tiene el país actualmente en reservas probadas. Así que el potencial es mayúsculo y tenemos que trabajar para que, en diez años, se puedan certificar las reservas de crudo no convencional que tenemos, al menos, en la cuenca neuquina, porque también hay en otras provincias. Ese paso será fundamental para aumentar el valor de YPF y para que la empresa pueda reposicionarse a nivel de socios estratégicos y nuevas inversiones.

Se están explorando posibilidades de inversión con distintas petroleras internacionales. ¿Qué criterios deben seguir esos acuerdos para no repetir malas experiencias?
La ley prioriza el autoabastecimiento y ése es el primer gran criterio que hay que respetar. Todas las empresas deberán tener muy en claro que no van a operar en la Argentina con el mero propósito de exportar el petróleo, porque el interés nacional está en primer lugar. En el caso de Vaca Muerta, el posible acuerdo con Exxon deja en claro que las inversiones de riesgo quedan en manos de la empresa estadounidense y que las utilidades se reparten en mitades iguales, pero el petróleo queda en el mercado interno. Mientras se mantengan esos parámetros, no hay por qué tener miedo ni poner límites a las inversiones. De todas formas, me gustaría tener de aliadas estratégicas a empresas de la región, como Pdvsa, Petrobrás, Petroecuador, Ancap de Uruguay o YPF Bolivia.

¿Qué variables deberán tomarse en cuenta para estipular el pago de la expropiación?
Repsol tendría que indemnizar al Estado argentino, porque saltan a la vista los pasivos ambientales, que podrían representar más de mil millones de dólares. Además, hay que sumar los pasivos comerciales generados por la caída de la producción de gas y de combustibles, que obligó al país a importarlos a través de Enarsa. Además, Repsol tiró abajo la producción nacional de gas para que la Argentina se transformara en un importador neto, a través de buques con gas natural licuado, que representan más de 2.300 millones de dólares. Así que, teniendo en cuenta el patrimonio neto de la compañía, Repsol le debería pagar al Estado argentino. En el ambiente petrolero, todos saben el desastre que hacía Repsol en YPF y, también, el potencial que tiene la Argentina. Así que no creo que nadie deje de invertir o de asociarse con el país.

Manuel Barrientos. Infonews.com

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