domingo, julio 01, 2012

1 de Julio 1974-1 de julio 2012 ¡Nuestro Homenaje a PERÓN !

EL GRAN LÍDER Y CREADOR DE UN MOVIMIENTO POLÍTICO CON PLENA 
VIGENCIA Y ENORME FUTURO

En junio, mientras Isabel y López Rega se encontraban en Europa –donde la vicepresidente habló ante la Organización Internacional del Trabajo– el estado de salud de Perón empeoró. En un encuentro mantenido con Balbín en la Casa Rosada le dijo "me muero" al líder radical. El miércoles 12 de junio dirigió un mensaje por televisión, acusando a los que amenazaban al pacto social, aclarando que se refería "a los industriales, sindicalistas y algunos diarios oligarcas que hablaban obsesivamente de escasez de productos y desabastecimiento".

La CGT declaró entonces una huelga y ordenó una concentración en la Plaza de Mayo. Con diez grados de temperatura Perón salió al balcón a hacer su característico gesto con los brazos en alto.
–Yo llevo en mis oídos –dijo en el final de su discurso– la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino.

Días más tarde el Dr. Cossio le aconsejó reposo absoluto. Perón no le obedeció: se quedó en Olivos pero continuó trabajando. El miércoles 19 Taiana se comunicó a Roma con López Rega, pidiéndole que regresara de inmediato.

El sábado 29 por la mañana, en su lecho, Perón firmó sus dos últimos decretos presidenciales: en uno aceptó la renuncia de Cámpora y en el otro delegó la presidencia en Isabel. 

El lunes 1 de julio, a las 10.25 de la mañana, mientras se celebraba en Olivos una reunión de gabinete, una mucama bajó las escaleras corriendo y llamó a Taiana. El médico llegó al dormitorio de Perón y lo vio sentado en la cama:
–Me voy... –le dijo el General. Estaba sufriendo un paro cardíaco.
Describe Page que a las 12.30 López Rega decidió probar su suerte. Tomó a Perón por los tobillos y pronunció algunas palabras incomprensibles.
–No puedo, no puedo –murmuró López Rega–. Hace diez años que lo hago, que le doy fuerzas, pero ya no puedo... no puedo.

A las 13.15 Taiana y Cossio cesaron en sus esfuerzos para reanimar a Perón y lo declararon oficialmente muerto.

El martes a la mañana el cuerpo de Perón fue trasladado desde Olivos a la Catedral y luego al Congreso. Durante dos días desfilaron decenas de miles de personas para despedirlo. Cuando se clausuraron las puertas el jueves por la mañana, aún quedaban miles de personas formando fila en la calle.

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