Una pareja de modelos vive en el Upper
East Side, de Manhattan, y una mañana, desayunando, escuchan en la radio:
- Para hoy se espera que caigan 6
pulgadas de nieve. Por favor, estacionen los autos de la vereda para permitir
el paso de la barredora.
La chica, rubia, bellísima, le dice al
marido que ella se encargará de mover el auto. El frío sigue siendo impiadoso y
nuevamente durante el desayuno la radio trae un anuncio inquietante:
- Para hoy se esperan 8 pulgadas de
nieve. Por favor, estacionen los autos de la vereda impar para permitir el paso
de la barredora.
Esta vez es él, altísimo, rubio,
bronceado, quien dice:
- Dejá, querida. Hoy me encargo yo de
mover el auto.
Al otro día lo mismo: la radio pide
que los autos se estacionen en el lado impar de la calle. El cuarto día, lo
mismo. Y el quinto. Al sexto, cuando el locutor pide que se estacionen los
autos del lado impar de la calle, la modelo explota:
- ¡Ah, no! ¡Ya me cansaron! ¡A partir
de hoy el auto se queda en la cochera del edificio!