Es de noche, y una fuerte tormenta de
lluvia, viento y truenos se abate sobre la ciudad. En un departamento alto, una
madre lleva a su hijo de cinco años a su cama, lo acuesta, lo tapa con la
frazada, lo acurruca y le da el beso de las buenas noches.
Cuando está a punto de dejar el cuarto
del nene, su hijo la llama:
-Mamá...
-Sí, mi amor, ¿qué pasa?
-Tengo miedo de la lluvia, los truenos
y los rayos...
-No te preocupes, mi vida, no pasa
nada; acá en casa estamos seguros.
-Pero igual tengo miedo. Mucho
miedo... ¿No podrías quedarte a dormir acá, conmigo, por esta noche?
-No, mi cielo...
-¿Y por qué?
-Porque tengo que ir a mi cuarto, a
dormir con tu papá...
El chiquito reflexiona un instante y
dice:
-Qué mariconazo...